Martes 27 de enero de 2015
25 de enero de 1997, en el medio de la descomposición del neoliberalismo menemista que dominó la escena político-económica de la década de los 90 en la Argentina, el crimen del reportero gráfico de la revista Noticias José Luis Cabezas sacudió a una sociedad adormecida por largos años de derrotas de los trabajadores y altos niveles de consumo entre las clases más "favorecidas", no solo por el asesinato en sí mismo como un hecho policial, sino porque se dejaba entrever en el mismo y en el curso de su investigación un entramado de mafias, policías, políticos, funcionarios judiciales y como no podía ser de otra manera: los servicios de inteligencia.
Recorramos el asunto...
En una presentación ante la Cámara de Diputados en Agosto del año 1995 y ratificada en el año 1996, el entonces poderoso ex-ministro de economía Domingo Cavallo denuncio al entonces empresario tele postal Alfredo Yabrán de liderar grupos mafiosos con mucha influencia entre diputados, senadores, funcionarios del gobierno de Menem y jueces, denuncia que hizo estallar la relación entre el presidente y el ex-ministro de economía y precipito una crisis dentro del gobierno nacional, aprovechada por la flaca oposición que parecía haber encontrado "el punto flaco" del gobierno de Menem.
Alfredo Yabrán se convirtió entonces en una suerte de "problema de estado", ya que nadie quería, debido a las sospechas de que era un personaje mafioso e involucrado en negocios nada claros, quedar vinculado a su figura a la que, por otro lado, nadie le conocía la cara ...
No era de extrañarse entonces que la revista Noticias, principal oposición del gobierno de Menem dentro del periodismo de aquellos tiempos, tuviese una suma urgencia en "mostrar a la sociedad" quien era Alfredo Yabrán.
José Luis Cabezas trabajaba, como hacía muchos veranos, cubriendo la temporada veraniega en uno de los más exclusivos y sospechados balnearios de las clases altas de la Argentina, la elitista Pinamar, lugar de donde era también el misterioso y sin rostro Alfredo Yabrán. Con un buen olfato de reportero José Luis pudo tomarle a escondidas una foto y por fin, la tapa de la Revista Noticias mostró la cara del archidenunciado empresario. Estaba todo dicho, en palabras del mismo Alfredo Yabrán: "Sacarme una foto a mi es como pegarme un tiro en la frente"
La muerte, la "justicia" y las dudas.
Para José Luis Cabezas las amenazas de muerte por ejercer su rol de periodista eran repetidas y ya comunes, así que nunca se imaginó todo eso que le amenazaban iba a convertirse en realidad la madrugada del 25 de enero de 1997, cuando al salir de la cobertura de una fiesta organizada por el empresario Oscár Andreani lo secuestraron, lo torturaron, le dieron unos balazos para llevarlo luego a una cava escondida en un camino rural a la vera de la ruta que une Gral. Madariaga con Pinamar y una vez allí rematar el crimen prendiendo fuego su vehículo con el cuerpo del fotógrafo adentro.
Empezó desde ese momento una causa judicial que tuvo de todo, testigos truchos, peritos truchos, pruebas perdidas, pistas falsas, perejiles, pases de facturas entre políticos (Menem - Duhalde y un sin fin de irregularidades que más que aclarar el asesinato en sí nos dejaron claro que todo se trataba de organizaciones delictivas y negocios turbios entre empresarios como Alfredo Yabrán (instigador del crimen), políticos, policías de todos los rangos, funcionarios judiciales y agentes de la SIDE. Cuando se dictaminó una orden de arresto contra Yabrán, éste pasó a la clandestinidad. Cinco días después, el 20 de mayo de 1998, Alfredo Yabrán se suicidó disparándose con una escopeta, que le desfiguró el rostro y hacía al cadáver irreconocible. Para mucha gente, a la cual me incluyo "lo suicidaron".
Finalmente el 2 de febrero de 2000, en juicio oral y público, fueron condenados a prisión perpetua los cuatro integrantes de la banda "Los Horneros": Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana, así como a Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Yabrán, y los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo.
Aunque con el pasar de los años…
Gustavo Prellezo, policía, fue condenado a perpetua pero, el 23 de septiembre de 2010 por cuestiones de salud, fue beneficiado con prisión domiciliaria.
Miguel Retana, condenado, enfermo de SIDA, murió en 2001.
Sergio Camaratta y Aníbal Luna, ambos policías de Pinamar, fueron condenados a prisión perpetua.
Gregorio Ríos, jefe de custodia de Alfredo Yabrán, fue condenado como instigador del crimen y se le rechazó la excarcelación en diciembre de 2006; su condena a perpetua cambió a 27 años, en su último período en prisión domiciliaria.
José Luis Auge, condenado, fue liberado en 2004.
Sergio Gustavo González, condenado a cadena perpetua, fue liberado hacia febrero de 2006 por reducción de pena a 20 años; tal reducción habrá de ser revocada por la Corte Suprema de Justicia de Argentina.
Horacio Anselmo Braga fue condenado a 18 años y liberado el 25 de enero de 2007; varios factores influyeron: se benefició con el 2 por 1 (se computa doble cada año de proceso sin condena), obtuvo resultados favorables en los informes psiquiátricos, presentó buena conducta, y pagó una fianza de 20.000 pesos para salir de la Penitenciaría número 9. Ese día, 6.000 personas se juntaban en Pinamar para pedir justicia por Cabezas.
Alberto Gómez, (a) "la Liebre", comisario de Pinamar, condenado por haber liberado la zona para que el crimen ocurriera.
A 18 años del asesinato del reportero gráfico por parte de un entramado mafioso entre personas del poder económico-político-policial y judicial, seguimos pidiendo justicia ya que están la mayoría beneficiados y libres, que se abran todos los archivos de la Secretaria de Inteligencia para poder mostrar de una vez por todas como es la mafia del poder y porque asesinaron a José Luis Cabezas; estamos seguros que en esos sótanos de la ex-SIDE se esconden respuestas... respuestas para preguntas que vienen desde el fiscal Nisman hasta la dictadura.
A 18 AÑOS...¡¡¡CABEZAS PRESENTE!!!
¡¡¡NO SE OLVIDEN DE CABEZAS!!!
Diego Rodríguez, sobrino del reportero gráfico asesinado durante el Gobierno de Menem.