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Casta propia. Milei pone al frente de los servicios de inteligencia a un publicista y productor mediático

Sergio Neiffert reemplazará a Silvestre Sívori, quien dejó el cargo tras la renuncia de Posse a la Jefatura de Gabinete. En su currículum no hay nada relacionado al nuevo puesto. Eso sí, durante dos décadas trabajó con Jesús Cariglino, turbio intendente de Malvinas Argentinas entre 1995 y 2015. El rol de Santiago Caputo, el vínculo de LLA con lo peor del peronismo del conurbano y el manejo de las cloacas del Estado.

Daniel Satur

Daniel Satur @saturnetroc

Viernes 31 de mayo 11:53

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Esta semana, como correlato de la renuncia del jefe de Gabinete Nicolás Posse, los hermanos Milei debieron afrontar otro cambio relevante en el staff gubernamental. Silvestre Sívori, quien desde diciembre conducía la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), fue eyectado del cargo por el Presidente y su secretaria general Karina. Alfil de Posse, Silvestre fue sindicado por varios periodistas amigos del Gobierno como el responsable de hacer espionaje interno sobre varios funcionarios. Obviamente, Posse no sería ajeno a esas operaciones y hasta, se dice, podría ser su verdadero ideólogo.

La disputa intestina en La Libertad Avanza tiene contrincantes cada vez más reconocidos. La de Posse con Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei, parece ir resolviéndose con la partida del amigo personal del Presidente de la Jefatura de Gabinete. Pero a Caputo lo que le sobra de ideas marketineras le falta de personal idóneo en otras áreas. Es el caso de Sergio Neiffert, quien asumirá como nuevo titular de la AFI en reemplazo de Silvestre.

Apenas asumido el nuevo Gobierno, Neiffert pasó a ocupar una de las sillas del directorio de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar). Fue uno de los cargos que Caputo recibió para gente de su confianza. Lo ¿curioso? es que Neiffert no tiene experiencia ni estudios comprobados sobre cauces hídricos. Y mucho menos, al menos de forma comprobable, en cuestiones de servicios de inteligencia.

El sitio Letra P publicó la imagen de una hoja A4 que contiene el currículum vitae de Neiffert. Allí dice sobre sí mismo que tiene “amplia experiencia en gestión de recursos” (¿?) y “capacidad de liderazgo orientado a resultados y buen desempeño en comunicación mediática”. Y enumera los diferentes trabajos que tuvo: proyectista eléctrico, director de compras, productor de radio y televisión y publicista en la vía pública. Muchos servicio, dudosa inteligencia.

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Pero la revelación más importante del CV de Neiffert es que durante dos décadas fue uno de los funcionarios de máxima confianza de Jesús “El Negro” Cariglino, intendente de Malvinas Argentinas entre 1995 y 2015 (cinco mandatos consecutivos). Es decir, un fiel exponente de la rancia casta de intendentes del Gran Buenos Aires. En esos años Neiffert fue un comodín de Cariglino. Fue secretario privado del intendente y luego presidente, tesorero y vocal del Consejo Escolar municipal.

Currículum vitae | Fuente Letra P
Currículum vitae | Fuente Letra P

Cariglino fue un clásico “barón” del peronismo bonaerense. Durante los 90 y los primeros años del Siglo XXI fue un duhaldista de paladar negro. Luego, cuando Sergio Massa rompió con el kirchnerismo y creó el Frente Renovador, El Negro se pasó a las filas del tigrense. Más tarde dejó el FR y comenzó a articular con el PRO, lo que entre otras cosas le costó el cargo de presidente del PJ local. Probablemente de aquellos tiempos venga el acercamiento de su ladero Neiffert con Caputo, quien supo ser un colaborador estrecho de Jaime Durán Barba.

Hay que recordar que la larga intendencia de Cariglino no se caracterizó por cosas buenas. Además de garante local de las políticas de ajuste y empobrecimiento, el intendente fue denunciado en reiteradas oportunidades por escándalos de corrupción y violencia estatal sobre los populosos barrios malvinenses. Uno de los casos que más lo rozaron fue el de su también exfuncionario Néstor Berardozzi, a quien en 2017 (ya siendo apoderado local de Cambiemos) le encontraron en su casa al menos 60 rifles, escopetas y pistolas de distinto calibre cuya tenencia le fue imposible justificar.

Más casta, imposible. De esa “escuela” es Sergio Neiffert, a quien hoy Javier, Karina y Santiago eligieron para manejar los llamados “sótanos del Estado”, el antro de espías especializados en perseguir y armar “carpetas” de opositores políticos (gobierne quien gobierne) y activistas obreros y populares; cuando no de planificar y ejecutar atentados y demás criminalidades.

Además, conocedor del paño político y del territorio, Neiffert viene ayudando mucho a Caputo y los Milei en su proyecto de un armado político provincial que les permita en el futuro mediato tener mejor performance electoral.

Sede de la AFI, 25 de Mayo 11, CABA
Sede de la AFI, 25 de Mayo 11, CABA

Según las fuentes que suelen informar sobre las movidas internas de La Libertad Avanza, que Neiffert llegue a manejar la AFI no sería del agrado de Patricia Bullrich y sus funcionarios del Ministerio de Seguridad. Es que a diferencia de Posse y Silvestre, el nuevo jefe de los espías está muy identificado con el núcleo más íntimo de la Presidencia, a donde ella no llega. Y además con lo peor del peronismo del conurbano, ése que a Bullrich le da urticarias y un poco de envidia.

¿A quién le pasarán Posse y Sívori todo lo que obtuvieron en las tres reuniones mantenidas en estos meses con el jefe de la CIA, William Burns? ¿Le facilitarán la tarea al publicista y productor de radio y TV o le pasarán toda la data a los cerebros que rodean a Bullrich?

Sea como sea, los nauseabundos servicios de inteligencia, más que “sótanos” son la “cloacas” del Estado. Un Estado capitalista que usa esas usinas clandestinas de información para espiar, extorsionar, perseguir y, si es necesario, atentar contra los sectores de la población que los funcionarios de turno eligen como enemigos.

Como siempre se sostuvo desde La Izquierda Diario, todos los partidos patronales acuerdan en que los “servicios” son “necesarios para la seguridad” del país. De allí que, ante cada nuevo escándalo de corrupción o criminalidad que salpica a la AFI, se evaden diciendo que sólo son “errores” o “fallas” excepcionales. Pero ni ellos se lo creen.

En estas horas en las que despedimos a la querida Norita Cortiñas, bien vale recordar lo que ella, junto a sobrevivientes, familiares de víctimas de la represión estatal y referentes como Myriam Bregman, siempre reclamó: que todos los archivos de inteligencia de la dictadura sean abiertos para que buena parte de la verdad salga a la luz. Algo que ningún gobierno hizo. Y se podría sumar la gran cantidad de información que esas cloacas estatales recopilaron ilegalmente en estas cuatro décadas de constitucionalidad.

Milei dice que “no hay plata”, pero sigue destinando presupuestos millonarios para financiar las actividades de inteligencia clandestina. La llegada de Sergio Neiffert ahora puede darle más tranquilidad. El manejo de las operetas estará más controlado.

El debate no es quién ocupa el sillón del quinto piso de la críptica Casa de 25 de Mayo número 11, a la vuelta de la Rosada. La cuestión de fondo es otra. No hay atisbo democrático alguno si de una vez por todas no se disuelve todo el aparato de inteligencia montado para perseguir al pueblo trabajador y a los que luchan. La discusión es qué hacer con los cimientos del Estado, no cómo purgar sus cloacas.


Daniel Satur

Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).

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