El proyecto que reduce la jornada de 45 a 40 horas pero introduce elementos de flexibilización laboral fue aprobado por unanimidad en la Cámara Alta. Se espera su tratamiento en la Cámara Baja para la primera semana de abril.
Miércoles 22 de marzo de 2023 12:37
Finalmente se aprobó por unanimidad en el Senado chileno el Proyecto de reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, por lo que pasará a la Cámara de Diputadas y Diputados en busca de su tercer trámite.
De acuerdo a lo señalado por la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, espera que el proyecto pueda pasar rápidamente a la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, en perspectiva de ser finalmente aprobada durante la primera semana de abril.
Por su parte, cada uno de los partidos políticos en el Parlamento y sus representantes parecieran llegar a un balance relativamente común sobre lo que significó el respectivo acuerdo en la Cámara Alta. Ya sea desde el actual presidente del Sanado, Juan Antonio Coloma de la pinochetista UDI, quien se refirió a la aprobación del proyecto en la cámara como un “acuerdo transversal”, hasta la propia ministra de Trabajo, quien agradeció a las organizaciones participantes del acuerdo. Entre estas organizaciones se encuentra la Confederación de Producción y Comercio (CPC), representante del gran empresariado chileno.
A diferencia del proyecto original, que básicamente limitaba la jornada ordinaria de 45 a 40 horas semanales, las indicaciones integradas en el curso de las negociaciones con el gran empresariado y la derecha agregan elementos de flexibilidad laboral. Recordemos que la “flexibilidad” es la bandera histórica de los grandes empresarios, pues permite aumentar la productividad a costa de más inestabilidad y precariedad para las y los trabajadores.
No cabe duda que la reducción de la jornada laboral ha sido una bandera histórica de la clase trabajadora y el movimiento sindical, y la limitación de la jornada ordinaria constituye un avance en ese sentido. Sin embargo, al incorporar favores al empresariado, el proyecto plantea algunos retrocesos a los que hay que oponerse. Los partidos de gobierno quieren que celebremos sin más, pero como saben los trabajadores que han participado en negociaciones colectivas, muchas veces los empresarios te dan algo con una mano, mientras te quitan derechos con la otra. Por lo que hay que ser claros: defender la reducción de la jornada, oponiéndose y llamando a enfrentar los favores que se le dieron a los empleadores en esta reforma.
Entre algunos de los aspectos que se destacan como parte del proyecto se encuentra, la jornada promedio, el sistema de jornada laboral 4x3 para ciertos sectores como la minería, la pesca y el turismo y la gradualidad en la reducción de la jornada.
Ya se ha señalado por ejemplo, que la reducción de la jornada laboral comenzaría recién a aplicarse desde el año 2024, cuando pasaría a 44 horas; en el año 2026 pasaría a 42 horas y recién en el año 2028 alcanzaría las 40 horas. Otra concesión a los empresarios es la sustitución o descansos compensatorios, donde se busca reemplazar el pago de horas extra por un aumento en los días de descanso como pago regular, lo que afecta directamente a las remuneraciones de las y los trabajadores.
Todos estos aspectos han sido criticados por diversas organizaciones sindicales, como el Sindicato de Starbucks Chile.
El Proyecto de reducción de la jornada laboral a 40 horas sigue su curso, pasando directamente a discutirse en la cámara baja. Frente a los discursos grandilocuentes de acuerdos transversales en el Parlamento -desde el Partido Comunista hasta la UDI- no se puede confiar en la voluntad de aquellos que históricamente han gobernado a expensas de las urgencias del pueblo trabajador.