UOM. Metalúrgicos: en una masiva marcha a Techint se sintió la bronca salarial

“Yo quiero trabajar para vivir, no vivir para trabajar. Quiero llegar a mi casa a las 3 de la tarde no a las 9 de la noche. Y no llegamos ni a la canasta familiar”. En ese grito de rabia de un metalúrgico de El Talar, Zona Norte, se podría resumir lo que recorre en estos días el gremio metalúrgico.

Salarios iniciales que arrancan de 90 mil pesos. Horas extras “a morir”. Contratos por meses. Y quienes hacen las “grandes obras del país”, como los caños del gasoducto Néstor Kirchner, trabajando de lunes a lunes. Encima en la última paritaria trimestral se perdieron 5 puntos de salario real, comparando con la inflación. Fue la gota que rebalsó el vaso.

Por eso este martes 18 el malestar recorrió las fábricas desde Tierra del Fuego al Norte. Quizás lo más simbólico de la jornada fue la movilización que convocó la UOM al edificio del Grupo Techint en Retiro. Los rascacielos se llenaron de camperas azules con marcas conocidas. Son quienes hacen desde heladeras y lavarropas hasta autos, chasis y los insumos de cientos de industrias. Pero mientras los empresarios nacionales y extranjeros la levantan en pala, las y los metalúrgicos no llegan a fin de mes. “¿Cómo hace una familia tipo para comer todos los días? Hay que subsistir todo el mes” nos decía un obrero de 30 años de fábrica.

Como venimos reflejando, el gremio pide un 30% de aumento, reclamando un 10% por lo perdido en la paritaria anterior. Además un bono de 60 mil pesos por el día del metalúrgico. Está claro que esas cifras no revierten la perdida de los últimos años ni la situación salarial de los obreros del sector. Ni hablar de las ramas más postergadas, los talleres y quienes trabajan más precarizados. Pero Paolo Rocca y los empresarios ni eso quieren darle.

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Una marcha masiva que muestra que hay fuerzas

Al mediodía la avenida Alem ya estaba repleta. Del lado de Retiro llegaban las columnas encabezadas por la UOM Vicente López. Del lado opuesto las de Avellaneda, Quilmes-Varela y la Zona Sur. Desde el centro bajaba la de la UOM Capital con el desplazado Caló encabezando. También estaban las seccionales del interior.

Es que esta vez los dirigentes tuvieron que “ponerse a la cabeza” porque la bronca desde abajo estaba por estallar. Como cuenta Luciano Molina, delegado de base en Acindar, “en sintonía con lo prometido por Alberto Fernández cuando ganó las elecciones de que iba a llenar la heladera, Abel Furlán destronó a Caló con la promesa de que la realidad de los metalúrgicos iba a cambiar. Lleva un año y medio de gestión, y la situación no solo no mejoró sino que empeoró. Siendo los trabajadores industriales peores pagos del país”.

Eso es lo que sienten muchos de los trabajadores y trabajadoras que estaban en la marcha. “Estamos mal, tenemos los peores sueldos de la industria” denunciaban.

Estamos frente a las puertas de Techint en el marco de una importante movilización de trabajadores metalúrgicos de la UOM. Todas las novedades del conflicto seguilas en La Izquierda Diario. pic.twitter.com/2EOL8zRn2N

— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) July 18, 2023

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Naldo Brunelli, el adjunto de Furlán, estuvo en Retiro pero no impulsó el paro en las fábricas de su seccional, con el argumento de que había una conciliación por otro reclamo interno. Lo mismo pasó en Rosario y otras seccionales. Excusas.

Desde el escenario Furlán tuvo que hacer un discurso más crítico que otras veces. Dijo que si los empresarios no accedían al reclamo, habría paro jueves y viernes de esta semana y paro de 72 horas la semana que viene. Desde abajo del escenario hubo aplausos. ¿Cumplirá? Lo cierto es que los metalúrgicos que pararon y marcharon hoy, perdiendo presentismo y premios, mostraron que hay fuerzas para pelear. No solo por esta paritaria trimestral sino por recuperar todo lo perdido estos años y tener un salario igual a la canasta familiar, actualizado por la inflación.

Ese fue el planteo de las y los metalúrgicos que son parte del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC). Alejandra Vercellino, despedida y reincorporada de SIAM (Newsam), resaltó la importancia de la movilización y la fuerza que muestra. “Necesitamos urgente un aumento de salario, no podemos vivir por debajo de la línea de pobreza. Hay que terminar con los contratos temporarios que son un verdadero fraude laboral. Esto impidió que muchos compañeros puedan hacer paro ni movilizar hoy ya que estuvieron bajo amenaza de despido si adherían. Hoy demostramos que hay fuerzas para copar las calles e ir por todas nuestras demandas. Por eso necesitamos más que nunca asambleas para seguir discutiendo entre todos como seguir y como garantizar que se pare hasta el último taller”.

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Así está la cosa en la “familia metalúrgica”. Las próximas horas serán importantes para definir cómo sigue el conflicto. Pero como quedó claro estos días, hay que organizarse desde abajo para ir por todos los reclamos.