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Red Internacional
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PROGRESISMO LATINOAMERICANO. México y Bolivia: la cruzada imperialista por la extracción de litio

El mandatario del país andino, tras ser presentado como invitado del estado mexicano, inicio su intervención en la mañanera, recordando las condiciones en las que llego a México como refugiado político, después del golpe de estado por los sectores de la ultraderecha y las fuerzas armadas de Bolivia.

Miércoles 31 de marzo de 2021

En los últimos 2 años diferentes pueblos de Latinoamérica se movilizaron en contra del saqueo de sus recursos y el despojo de tierras a manos del imperialismo y las transnacionales. Varias movilizaciones y protestas expresaron el hartazgo de jóvenes, trabajadores, campesinos e indígenas, sobre todo en Bolivia, cuyo interés mayor recae en sus más de 21 millones de toneladas de litio.

Bolivia y el golpe de estado

El pasado 10 de noviembre del 2019, las fuerzas armadas del ejército de Bolivia, respaldaron las movilizaciones de sectores conservadores y de la ultraderecha, dando un golpe de estado al gobierno encabezado en aquel entonces por Evo Morales. Obligando al exmandatario a declarar su renuncia y huir del país, exiliándose en México.

Ante esta grave situación, la Asamblea Legislativa Plurinacional, controlada por el MAS de Evo Morales con dos tercios de su composición, lejos de rechazar la renuncia de Morales como ya había sucedido durante el levantamiento del 2005 con Carlos Mesa, lo que habría podido obstaculizar la institucionalización del golpe, obligando a los golpistas a apoyarse directamente en las FF. AA., terminó reconociendo la ilegal posesión de Áñez, limitando su “resistencia” a negociar salvoconductos y su participación electoral en el nuevo régimen. De más está decir que esta política negociadora y pacificadora de los dirigentes, funcionarios y del mismo Evo Morales desde México, solo contribuye a desmoralizar y a desorganizar a las fuerzas que quieren resistir el golpe, prolongando la tensión política, y dejaron a amplios sectores populares que querían enfrentar al golpe, que organizaran su propia resistencia “como pudieran”.

El triunfo golpista se instauro llevando al poder a Jeanine Añez, resultado de las renuncias aceleradas de gobernadores, ministros, diputados y funcionarios. Por otro lado, y como parte de la avanzada imperialista, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un fallo en el proceso electoral de ese momento.
Esta acción le dio legitimidad y fortaleció al movimiento golpista, abrió camino para que las Fuerzas Armadas terminaran de consolidarse, notándose sobre las demandas del pueblo en defensa de los recursos naturales, para terminar, llevándolos a manos extranjeras.

El movimiento cívico, clerical, empresarial, policial y militar se postulo en defensa del Litio, cuyo valor en el mercado internacional se ha incrementado progresivamente desde el 2012 con un costo de 4,220 dólares a 7,475 dólares por tonelada desde el 2016. Bolivia cuenta con 21 millones de toneladas de litio, lo que explica que haya llamado la atención de distintos multinacionales rapaces que han tratado de sellar contratos con los diversos gobiernos de Bolivia desde 1976.

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Nuevo proceso electoral

Sin embargo, las denuncias presentadas por la Defensoría del Pueblo de Bolivia exhibieron las violaciones a los derechos humanos, destacando las masacres de Sacaba y Senkata, por la acción de la Policía Boliviana, las Fuerzas Armadas y el Ministerio Público. Lo que termino de sepultar los índices de popularidad de Janine Añez con el 10% en contraposición al 40 % de aprobación a Luis Arce candidato del MAS.

Esta situación, desemboco en la renuncia a la candidatura presidencial por parte de Jeanine Añez, cambiando el curso de las elecciones medio de innumerables disputas internas, dentro de la derecha conformada, así como en el MAS.

Fue por ello que, en octubre del año pasado, a un año del golpe del estado, el triunfo electoral se lo llevase el tecnócrata Luis Alberto Arce quien fuera ministro de Economía de Evo Morales durante todo su mandato. Intentando diferenciar su mandato del MAS de Evo Morales, con el ahora llamado MAS 2.0 y habiendo logrado recrear ciertas ilusiones y expectativas en sectores de la población, hoy busca renegociar concesivas con los sectores de la burguesía boliviana y extranjera, dándole la espalda, una vez más, a los trabajadores y campesinos pobres que defendieron sus tierras durante el golpe.

También, el actual gobierno andino, ha sido duramente cuestionado en la ausencia de un plan integral para combatir la pandemia por covid-19, mientras avanzan los contagios y las clínicas privadas vuelven a hacer grandes negocios. Reformistas, burócratas y direcciones sindicales se disputan la administración del estado, continuando con la subordinación ante el saqueo, mientras el gobierno actual, está dispuesto a aplicar las reglas “técnicas” de la economía capitalista que, en estos momentos de crisis, busca descargar los costos de la misma sobre el pueblo pobre y trabajador, mediante flexibilización laboral, despidos, recortes de derechos y, de conjunto, una avanzada en la profundización de la precarización del trabajo.

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La importancia estrategia del litio en la región

Para ambas naciones, es importante preservar los tratados comerciales en la extracción y venta de litio, lo que representa la subordinación por parte de ambos gobiernos latinoamericanos, y la visita de Arce Catacora a México, busca reestablecer las relaciones diplomáticas que por las actitudes del “gobierno de facto” en su país, se vieron disminuidas.

Recordemos que, en la guerra comercial entre E.U.A y China, este último país lleva la delantera al quedarse con uno de los yacimientos de litio más importantes de mundo a kilómetros de la frontera de Estados Unidos con México, la empresa china Ganfeng Lithium y la inglesa Bacanora Lithium abastecerán de materia prima a Elon Musk, dueño de Tesla, la empresa armadora de vehículos eléctricos que funcionan a base de litio.

López Obrador aseguró que no se entregarán más concesiones para la explotación minera, sin embargo, durante los sexenios de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto el gobierno federal concesionó cerca de 120 millones de hectáreas con 50 años de duración para extracción y explotación de litio, esto en los municipios de Bacadehuachi y Nazo Chico, en Sonora, y dichos contratos se mantienen vigentes, a lo que el presidente aseguró que, dichas concesiones, seguirán activas.

Pese a la retórica del gobierno de la 4T al criticar varias veces la fiebre de concesiones que gobiernos anteriores otorgaron para la extracción del litio, de fondo, no se pretender romper con el saqueo imperialista, al contrario, como decíamos, se sostiene la mayoría de estas concesiones y también, se busca mayor participación estatal en su explotación.

Recordemos que, este metal blando alcalino, es fundamental para la fabricación de baterías en todos los dispositivos electrónicos y es considerado esencial en la conversión de la industria mundial automotriz, la industria farmacéutica y del aluminio.

En nuestro país, empresarios como Elon Musk, solo buscan enriquecerse acaparando gran parte del mercado de litio, amenazando y despojando de sus tierras a pobladores y campesinos, explotando al máximo la mano de obra y los recursos naturales.

En la conferencia matutina , junto a su par Boliviano, el presidente Andrés Manuel López Obrador, volvió a responsabilizar al período neoliberal por la entrega de concesiones para explotar 120 millones de hectáreas a capitales privados, reconoció que muchos de los concesionarios han especulado en el terreno financiero, evadiendo impuestos y estafando al fisco, por lo que algunas de esas concesiones dijo, comienza a volver a manos del estado, aunque, por el momento la mayoría de los contratos mantiene su vigencia.

Por lo que, para acabar con la especulación financiera de los grandes capitales privados, en el caso de nuestro país, es necesario dar marcha atrás con las concesiones otorgadas por gobiernos neoliberales, renacionalizar las tierras y nuestros recursos naturales, poniéndolos enteramente al servicio de la nación.