Investigaciones de los sitios Drop Site, la revista independiente israelí-palestina +972, Local Call y el diario británico The Guardian dan cuenta del uso de inteligencia artificial proporcionada por Microsoft por parte de Israel en su campaña de bombardeos durante lo más brutal del genocidio en Gaza.
Jueves 23 de enero 14:03
Acción frente al edificio de Microsoft exigiendo el fin de los contratos de la plataforma Azure con Israel. Foto @davidmryder
Microsoft, uno de los gigantes tecnológicos más influyentes a nivel global, colaboró activamente con el ejército israelí durante el genocidio que llevó adelante sobre la Franja de Gaza y el pueblo palestino los últimos 15 meses. En ese período la empresa intensificó su ya aceitado vínculo con el aparato militar de ocupación. Según documentos filtrados en una investigación conjunta de The Guardian, +972 Magazine y Local Call, y publicados previamente por Drop Site, Microsoft proveyó herramientas tecnológicas en la nube e inteligencia artificial que resultaron clave para las operaciones militares israelíes, exacerbando las capacidades represivas y letales del ejército.
Tecnología avanzada al servicio del genocidio
Los servicios tecnológicos ofrecidos por Microsoft incluyeron su infraestructura Azure, una plataforma de computación en la nube que permitió al ejército israelí almacenar y procesar grandes volúmenes de datos. Esta herramienta fue utilizada por unidades de inteligencia como la Unidad 8200, conocida por su especialización en vigilancia y espionaje, tanto contra la población palestina como en operaciones internacionales. Además, Microsoft puso a disposición modelos avanzados de inteligencia artificial, como GPT-4 de OpenAI, integrados en Azure, potenciando la capacidad del ejército para analizar información y planificar sus operaciones. Entre los beneficiarios de esta colaboración se encuentra también Mamram, una unidad tecnológica del ejército israelí que desarrolló aplicaciones específicas para sus necesidades militares.
Esta relación se intensificó después del 7 de octubre de 2023, cuando las fuerzas israelíes lanzaron su ofensiva masiva sobre Gaza. Los documentos muestran que el gasto del ejército israelí en servicios de Microsoft ascendió a 10 millones de dólares en soporte técnico y proyectos adicionales por 30 millones durante el año 2024. Esta dependencia tecnológica no es exclusiva de Microsoft. Google y Amazon, también mencionadas en la investigación, han brindado servicios similares, consolidando al sector privado como un pilar en la maquinaria militar de Israel.
Complicidad empresarial y colonialismo tecnológico
No es la primera vez que se denuncia la complicidad de corporaciones tecnológicas con el aparato militar de Israel. Según informes previos, empresas como NSO Group han desarrollado sistemas de espionaje, como el infame programa Pegasus, utilizado para vigilar a activistas palestinos y críticos del régimen israelí. Estas tecnologías se han convertido en herramientas esenciales para sostener la ocupación y represión del pueblo palestino, consolidando un modelo de "colonialismo tecnológico" donde la tecnología es un arma más en el arsenal del Estado de Israel y su política colonialista y de apartheid sobre el pueblo palestino.
La colaboración entre empresas y el ejército israelí no se limita al ámbito tecnológico. La militarización de la economía israelí implica una estrecha relación entre el sector privado, las fuerzas armadas y las universidades, fomentando un sistema de puertas giratorias que garantiza la transferencia de conocimientos y recursos hacia la industria militar. Este modelo es clave para entender cómo Israel ha logrado consolidarse como una potencia tecnológica al servicio de su política de ocupación y represión.
La abierta complicidad de parte de empresas, universidades y los principales países imperialistas con el Estado de Israel fue denunciada por los cientos de miles de manifestantes que durante los últimos 15 meses se movilizaron alrededor del mundo contra el genocidio en Gaza y en solidaridad con el pueblo palestino. Este movimiento incluyó el de los campamentos de solidaridad con Gaza donde miles de jóvenes de Estados Unidos y algunos países de Europa ocuparon y realizaron campamentos en unas principales universidades para denunciar la relación entre estas y el Estado de israel y exigir la ruptura inmediata de relaciones.
En algunos casos grupos de manifestantes llegaron también a boicotear momentaneamente el envío de armas desde algunos puertos europeos y también a realizar acciones contra las empresas armamentísiticas que se beneficiaron del genocidio sobre el pueblo palestino.