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Red Internacional
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Primer discurso. Milei en la ONU: reclamó más "libertad" mientras apoyó el genocidio de Israel al pueblo palestino

Mientras el Estado de Israel lanza ataques sobre el Líbano dejando cientos de muertos, y continúa su genocidio sobre el pueblo palestino, Milei salió a defenderlo en su primer discurso en la asamblea de la ONU, a la que criticó con dureza. Un discurso que buscó una ubicación ideológica y política junto a las extremas derechas y políticas imperialistas, y que uso la palabra "libertad" para pedir más saqueo y explotación de bienes naturales y trabajo, y menos derechos sociales.

Martes 24 de septiembre 20:14

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Javier Milei realizó su debut en la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) con un discurso cargado de contenido ideológico y críticas a la organización. En su disertación, Milei anunció que Argentina no firmará el "Pacto del Futuro", un acuerdo respaldado por 193 países que extiende los plazos de la Agenda 2030 hasta 2045, al que calificó como un "programa de gobierno de corte socialista".

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Mientras exigía más “libertad” (una libertad pensada para comerciar, explotar bienes naturales, aumentar niveles de explotación y quitar derechos sociales sin ataduras internacionales), dio su apoyo enfático al estado de Israel en el genocidio que viene realizando sobre el pueblo palestino, y los ataques sobre el Líbano que recrudecieron los últimos días dejando centenares de muertos y heridos, mujeres y niños. También anunció que Argentina dejará de tener su posición histórica de neutralidad en los conflictos bélicos, lo que deja abierta la puerta a un apoyo más directo en las guerras actuales o futuras.

Críticas a la ONU y la Agenda 2030

El presidente argentino centró su discurso en rechazar lo que consideró una desviación del propósito original de las Naciones Unidas. Milei argumentó que la organización se ha convertido en "una de las principales propulsoras de la violación de la libertad", citando las cuarentenas globales impuestas durante la pandemia de COVID-19 como un "delito de lesa humanidad". En sus palabras, las Naciones Unidas buscan "imponer un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales", lo que contrasta con su visión de una Argentina libre y soberana.

El mandatario argentino hizo hincapié en su "batalla cultural", afirmando que el colectivismo y el "postureo moral" asociados con la agenda woke han fracasado en ofrecer soluciones viables a los problemas globales. Milei sostuvo que estas ideologías han perdido credibilidad ante los ciudadanos del mundo libre, transformando a la ONU en un "Leviatán" que intenta dictar cómo deben vivir los ciudadanos. Asimismo, criticó una vieja y selectiva institución de la ONU, el veto en el Consejo de Seguridad que solo pueden usar sus miembros permanentes: los principales países imperialistas y potencias regionales y que EEUU sobre todo, siempre lo ejerció para bloquear cualquier crítica a Israel. Pero, contradictoriamente, cuando Milei regrese a Argentina pretende también usar el veto presidencial, una rémora monárquica igual de autoritaria, para bloquear la posibilidad de un aumento presupuestario a las universidades, como ya lo hizo con los jubilados.

En el ámbito económico, Milei criticó las políticas colectivistas promovidas por la ONU, argumentando que estas atentan contra el crecimiento económico y violentan los derechos de propiedad. Afirmó que tales regulaciones impiden a los países más desfavorecidos aprovechar sus recursos para avanzar.

La libertad de explotar más los bienes naturales por cada país ejemplifica la utilización que hace Milei de la palabra “libertad” en todos sus discursos. Un juego perverso (propio y usual de la democracia burguesa) donde usa el valor de la “libertad” entendida como un derecho universal humano, pero el verdadero significado es la libertad de una minoría dueña de los medios de producción, para que impongan mayores niveles de saqueo de bienes, ganancias, y explotación del trabajo. Recordemos que la libertad de pasar hambre, si no aceptas las condiciones que te impongan para explotarte, sigue siendo libertad para el presidente argentino.

En defensa del genocidio palestino y la guerra

Milei también acusó a la ONU de haber “votado sistemáticamente en contra del estado de Israel, el único país de Medio Oriente que defiende la democracia liberal.” Uno de los primeros viajes del presidente fue a Israel en febrero, donde reafirmó su alianza incondicional con el Estado israelí, cuyo primer artículo de fe es la promesa de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén. Una legitimación de la ocupación israelí y un respaldo a las políticas de expulsión del pueblo palestino. En este sentido, Milei sigue la estrategia de otros líderes de la extrema derecha, como Donald Trump y Jair Bolsonaro.

Este apoyo además se da luego de los ataques de Israel en el Líbano, dejando más de 500 personas asesinadas mientras que los heridos, en la noche del lunes ya alcanzaban a 1800. El mayor ataque que realizó el gobierno de Netanyahu en menos de un año, profundizando una escalada bélica en la región.

Las potencias imperialistas son totalmente responsables de esta situación. Durante once meses, otorgaron a Israel total libertad de acción. Entregando toneladas y toneladas de armas y municiones, utilizadas para masacrar al pueblo palestino en Gaza, las potencias imperialistas, encabezadas por Estados Unidos, han reprimido despiadadamente las movilizaciones de solidaridad con Palestina que han florecido en todo el mundo.

Pero no sin resistencia. La masacre del estado de Israel en Gaza y la complicidad de los gobiernos occidentales han dado lugar al surgimiento de un poderoso movimiento de solidaridad internacional con el pueblo palestino. Este movimiento ha logrado movilizarse masivamente en países como Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos, a pesar de la represión y las acusaciones de antisemitismo dirigidas a quienes exponen los crímenes del estado sionista.

En su discurso, Milei también afirmó: “A partir de este día, sepan que la República Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó, y va a estar a la vanguardia de la lucha en defensa de la libertad”, concluyó. Dejando abierta la puerta a que nuestro país termine dando apoyo armamentístico, económico y político.

Sin embargo, lejos de Nueva York y los discursos de la ONU, en Argentina ya se empiezan a sentir con cada vez mayor preocupación las políticas de las “fuerzas del cielo”: miedo al desempleo, aumento de pobreza, ajuste en alimentos, salud y servicios de la mano de Milei. Ni los discursos sobre la libertad, ni el fomento a guerras y masacres, puede tapar el descontento que se vive.

El próximo 2 de octubre se prepara una importante movilización convocada por docentes y estudiantes universitarios contra el ajuste a la educación pública, pero donde también van a confluir los reclamos contra la privatización de Aerolíneas Argentinas y la defensa de los y las trabajadores aeronáuticos, enfermeras y médicos de hospitales reclamando salario y aumento de recursos a la salud pública, y la lucha de las y los jubilados contra las jubilaciones de hambre.