En las últimas horas los principales medios de comunicación dieron una exagerada difusión a la movida organizada por el diputado ultraderechista de La Libertad Avanza. Con un formulario web para participar del sorteo, recopila los datos personales de las personas que se registran. Una jugada de marketing y demagogia “anticasta”, mientras teje alianzas con la derecha macrista.
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Viernes 7 de enero de 2022 23:06
Javier Milei lanzó este jueves su plataforma web “Mi Palabra”. El nombre elegido busca mostrar al diputado ultraderechista como una persona honesta que cumple con lo que prometió en campaña: donar su dieta como diputado. Sin embargo, la movida de marketing tiene varios engaños.
En primer lugar, el formulario de inscripción (al cual según afirmaron desde esa fuerza política ya se inscribieron quinientas mil personas) es una gran forma de hacerse de una importante base de datos, recopilando información personal de quienes se anotan para participar. Es requisito obligatorio dejar DNI, nombre y apellido, fecha de nacimiento, mail y teléfono celular.
En épocas en donde la big data se metió de lleno en el mundo de la política y los datos personales son una de las mercancías más codiciadas, la estrategia de Milei no parece nada ingenua. Jugando con la ilusión de muchas personas de ganar el sorteo, el diputado logra hacerse una enorme base de datos que luego podrán ser utilizadas en el futuro para campañas políticas, propaganda dirigida sobre sus ideas reaccionarias.
Pero ese es solo el comienzo. La movida es presentada como parte del relato “anticasta” de Milei, como un rechazo a los privilegios a los cuales está acostumbrado el personal político de este sistema y a todo lo que tenga que ver con fondos estatales. Pero como se ha demostrado en más de una oportunidad con datos, esto no es más que una pose demagógica. Solo basta recordar que en medio de la campaña electoral se conoció que en el pasado “trabajó” nada más y nada menos que como asesor del genocida Antonio Bussi. Dos cosas que siempre se empeñó en ocultar: tuvo (y tiene) vínculos con quienes defienden la dictadura, y no tiene ningún problema en cobrar de fondos del Estado.
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Desde que asumió como diputado nacional, además de sus repetidos faltazos a las primeras jornadas de debate por el Presupuesto, a Milei se lo vio completamente mimetizado con la casta que tanto dice criticar. Abrazos y besos con Massa, reuniones, elogios y un notable acercamiento con Patricia Bullrich y el ala de los “halcones” del PRO, son algunas de las postales que se encargó de dejar en estos meses.
Pero además, el pretendido gesto “anticasta” de sortear su dieta como diputado deja flotando en el aire otra pregunta: si no va a cobrar ni un peso por su función ¿de qué vive el diputado y cómo obtiene tanto financiamiento?
Milei, que declaró un patrimonio de cercano a los 5 millones de pesos en su última declaración jurada, también informó en ese momento que formalmente ocupaba el cargo de gerente en una de las empresas vinculadas con la Corporación América S.A. y con su dueño Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios con grandes negocios con el Estado. El dato no sorprende, ya que describe perfectamente al referente de la ultraderecha. El discurso “anticasta” que supuestamente defiende ataca al personal político, pero esquiva hablar de los intereses que defiende: el de los grandes empresarios como Eurnekian y tantos otros, los verdaderos dueños del poder real. Es ahí donde hay que buscar las explicaciones para entender la enorme campaña mediática promocionando el sorteo de su dieta como si fuera un gesto desinteresado de alguien que rechaza los privilegios.
El crecimiento político de Milei, autoproclamado como alguien que viene de afuera de la política, empalma con el lógico desencanto de una parte importante de la población con los políticos tradicionales, que se atornillan a sus cargos y viven completamente alejados de la realidad. Pero el blindaje y la enorme presencia que tiene en los grandes medios tiene que ver con la manija que recibe (incluso económica) de algunos grandes empresarios y fundaciones que ven en él a una figura que puede renovar a una derecha desprestigiada.
No es posible separar a la casta política de los intereses de los grandes empresarios, que en última instancia es a quienes defiende esa casta. Milei apunta contra los primeros para ocultar su relación con los segundos. Una diferencia muy marcada con el Frente de Izquierda.
La fuerza que tiene a Nicolás del Caño y Myriam Bregman como principales referentes y que viene de conquistar 4 diputados nacionales en las últimas elecciones, plantea desde su fundación que es necesario terminar con los privilegios de los funcionarios. Para eso ha presentado proyectos año tras año en donde se propone que cobren lo mismo que un trabajador, algo siempre cajoneado por las coaliciones mayoritarias. Pero esa crítica siempre fue unida con la idea de atacar los intereses de los grandes capitalistas, los dueños del país que siempre se enriquecen a costa de los trabajadores. Los aportes a las distintas luchas obreras y populares y todo el accionar de las bancas del FIT Unidad en estos años así lo demuestran, como una forma de aportar a ganar cada pelea en las calles.
El show de Milei con el sorteo de su dieta no es más que eso: un espectáculo con una enorme difusión de los grandes medios, que no es más que una cortina de humo para seguir defendiendo los intereses de los mismos de siempre.