Ministro de economía, “La ayuda generalizada no sería una buena política. Hace uno o dos años sí lo era”

Lejos de buscar que la crisis económica y social, la paguen los grandes empresarios, el gobierno de Gabriel Boric y a través de su ministro de economía, Nicolás Grau, buscan una salida bajo la política de “la miseria de lo posible”. En vez de buscar conquistar a través de la movilización y organización, por un salario mínimo de 650 mil pesos, que se ajuste periódicamente dependiendo a la inflación, es decir, una escala móvil de salario, el gobierno de Gabriel Boric plantea un sueldo mínimo de 400 mil pesos para 4 años más, que termina quedando bajo la línea de la pobreza de mantenerse la situación actual.

Las medidas para controlar la inflación, vienen de la mano de abandonar ayudas sociales según mencionaba el ministro de economía. En otras palabras, ni siquiera existirán las migajas que entregaba el gobierno de Sebastián Piñera a comienzos de la pandemia, porque según el ministro la situación actual dista mucho de aquel entonces.

“Al inicio de la pandemia habían dos millones de personas que habían perdido su empleo, había una contracción muy fuerte en la demanda y las empresas estaban quebrando porque vendían muy poco” y agrega “todo el primer año de pandemia y durante parte del segundo, era buena idea tener políticas mucho más universales”.

Para llevar este discurso adelante, se apoya en los 2,5 millones de despidos y suspensiones que hubo durante la pandemia. Cabe destacar que el partido comunista y el Frente Amplio, no solo no utilizaron los puestos sindicales o de los organismos estudiantiles para defendernos de estos ataques, sino que además votaron a favor del proyecto de suspensión donde le dieron luz verde a las suspensiones que luego se transformarían en despidos por parte de los sectores empresariales. Argumenta de esta forma el aumento del trabajo, pero no menciona que en gran parte el trabajo que se ha recuperado, es trabajo precario, con sueldos miserables, contratos inestables y con pésimas condiciones laborales. Según el Banco Mundial, 2,3 chilenos cayeron en la “vulnerabilidad” producto de la pandemia, ¿Que realidad vive el gobierno para no entender la crisis económica y social que existe?

De esta misma forma, la necesidad de imponer un impuesto progresivo a las grandes fortunas, se vuelve una necesidad imperante. Según un artículo de la BBC, Chile es el país de los ultra ricos, teniendo los grandes empresarios, el patrimonio más grande en América latina. En el continente existen 104 ultra ricos de los cuales nueve son chilenos. La lista de Forbes de los milmillonarios de Chile, muestra que sus fortunas están concentradas principalmente en los sectores de las finanzas, minería, forestal y retail.

Finanzas: Sebastián Piñera, Alvaro Saieh, Luis Enrique Yarur
Minería: Iris Fontbona y Julio Ponce Lerou
Minería y forestal: Roberto Angelini, Patricia Angelini
Retail: Horst Paulmann

Por el contrario, el camino que ha elegido el gobierno de Gabriel Boric está muy lejos de querer enfrentar a los grandes poderes en Chile. No era necesario que llegase a la presidencia para demostrarlo, la rebelión popular del 2019 vio como el 15N Boric junto a la casta de políticos empresariales que mantienen intacta la constitución de Pinochet, realizaron de espaldas al pueblo, el pacto por la paz, forzando el inicio del desvío de las movilizaciones.

Para poder acabar con las condiciones de vida que mantienen los grandes poderes empresariales en Chile, es necesario buscar construir un camino distinto al que nos plantea el gobierno de Apruebo Dignidad. Buscando forjar la organización y coordinación entre trabajadores, pobladores, mujeres y estudiantes, que mantenga la perspectiva de acabar con toda la herencia de la dictadura.