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Red Internacional
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Ciudad de Buenos Aires. Movilización por un subte libre de asbesto

Este viernes a las 10 de la mañana, trabajadores del subte, se movilizarán a la sede de SBASE en el barrio de Once. La medida fue resuelta en las asambleas de los talleres de material rodante de Metrovías, donde se encuentra el personal que está en contacto directo con las piezas que tienen el material cancerígeno.

Viernes 13 de diciembre de 2019 09:18

Después de varias medidas desde marzo de 2018 a la fecha, que incluyeron paros, aperturas de molinetes en la línea B (la más afectada por el momento y donde los cuerpos de delegados se pusieron a la cabeza del reclamo de los trabajadores) y volanteadas al usuario, los trabajadores votaron una movilización para este viernes desde Rivadavia y Pueyrredón (Plaza Miserere) a la Legislatura porteña.

Las demandas son: plan de desabestizacion en todo el Subte y Premetro; compra de nuevas flotas sin asbesto para las líneas B, C y E (que es donde por ahora se encontró asbesto, aunque aún falta hacer análisis en otras líneas y sectores), incorporacion al RAR (Registro de Agentes de Riesgo) de todos los trabajadores expuestos y desabestización a cargo de especialistas registrados en la Agencia de Proteccion Ambiental.

Si bien las trabajadoras y trabajadores vienen denuciando desde hace casi dos años el retiro de las piezas y formaciones con asbesto, Metrovías y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se niegan a tomar las medidas necesarias para que tengamos un subte seguro para todos.

Para muestra, basta ver el acta que firmaron en la Subsecretaría de Trabajo el 22 de octubre, por la cual el Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP (el sindicato del subte) resolvió levantar la medida de fuerza de ese día frente al compromiso de Sbase donde expresaban que “se encuentra buscando financiación para la renovación de toda la flota completa de la línea B” y que “se encuentra avanzado el estudio del pliego de licitación de la línea C”.

Pero nada de esto se cumplió, ni parecen tener ninguna intención de hacerlo. En una nota del diario La Nación del 26 de noviembre, donde hablan de las inversiones para el Subte en 2020, no dicen una palabra sobre el cambio de flotas. Y ahora dicen que sólo van a cambiar las piezas, cuando todos los especialistas opinan que no es posible ni seguro, y que es necesario el recambio total.

Por otro lado, al día de hoy solo se realizaron estudios a alrededor de 400 trabajadores y trabajadoras, habiéndose detectado 15 infectados por este mineral que puede traer diversas enfermedades, incluso cáncer.

Todo esto fue producto de la lucha constante de las trabajadoras y trabajadores, que lograron que también ingresen al RAR quienes prestan tareas en tráfico de la línea B, a pesar de la resistencia de Metrovías y Sbase. Aunque eso sigue siendo insuficiente. Todas y todos aquellos que realizan sus tareas en el ámbito del subterráneo y sus familias, deberían realizarse los estudios.

Pero las trabajadoras y trabajadores no son los únicos afectados. Los usuarios, además de estar expuestos, viajan como ganado y han tenido que pagar tarifazos exorbitantes. Sólo este año el boleto aumentó un 35,4 %. Y desde que Macri se hizo cargo del Subte en 2010 aumentó un 580 % la tarifa.

El gobierno de Larreta no quiere escuchar a los trabajadores

El Gobierno de la Ciudad, a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, viene de votar un presupuesto para el 2020 para Desarrollo Urbano, citado más arriba, que no contempla en ningún punto este problema.

De los $ 4.683.877.134 que se destinarán al Subte, ni uno solo pero irá para cambiar la flota de trenes con asbesto. Parece ser que al Gobierno y a la empresa no les interesa la salud de los trabajadores y usuarios.

Mientras, ellos siguen pensando en sus negocios. Estos días debe definirse quién se hará cargo de la concesión del Subte para operar la red. Las empresas que se presentaron son Keolis (de capitales franceses), RATP (operador estatal del subte de Paris) y Metrovias, cuyo expresidente Aldo Roggio viene de declarar públicamente el pago de coimas millonarias para continuar reteniendo la concesión. Hecho por el cual no fue aun investigado y parece que tampoco va a serlo.

El subte es un servicio público. No debería ser un negocio para empresarios millonarios. La verdadera solución para un transporte de calidad, es que pase a manos del Estado y que sea gestionado democráticamente por los propios trabajadores junto a comités de usuarios y técnicos de las universidades públicas, para garantizar un servicio seguro y eficiente.