A pesar de que es una medida momentánea, las autoridades a nivel local y nacional acordaron presionados por las movilizaciones, congelar los precios entre 3 a 6 semanas.
Domingo 31 de octubre de 2021
En la ciudad de Punta Arenas, se desarrollaron por varios días diversas movilizaciones, a causa del alza de precios de los combustibles, que generaron el bloqueo de los accesos a la ciudad.
Una medida que en medio de un escenario donde suben los precios de los productos básicos para vivir y los sueldos se mantienen igual de miserables, se transforma en una salida provisoria frente a los ataques para las familias trabajadoras.
Esta situación llegó a su punto máximo durante el día viernes, donde distintas autoridades locales se convocaron con el motivo de intentar descomprimir esta movilización, llegando a un acuerdo con el Ministerio de Energía e Interior. El acuerdo consiste en un compromiso del gobierno en el congelamiento del precio de los combustibles, que podría ser de un plazo de 3 a 6 semanas.
Esta medida logró descomprimir las distintas manifestaciones repartidas por la ciudad. Una calma que tiene fecha de vencimiento, ya que nada garantiza la extensión del congelamiento del precio de los combustibles, menos en un escenario donde el gobierno precisamente profundiza las medidas que aplica para paliar el efecto de la crisis.
Se hace importante visualizar el rol que cumplieron las diversas movilizaciones desarrolladas durante días en estos hechos, logrando poner en alerta a las autoridades locales y nacional, calmando de manera parcial los ánimos. Por ejemplo, personalidades como la Senadora Carolina Goic (DC), manifestó sentirse parte del aporte para llegar a este consenso, invisibilizando totalmente el rol de las movilizaciones que se expresaron, que es parte de todo un legado de lucha en la Región por históricas reivindicaciones que llevan años sin resolverse.
Un poco de historia
El año 2012, aún en el primer gobierno de Sebastián Piñera, post las grandes movilizaciones del movimiento estudiantil, que a nivel nacional abrieron un profundo cuestionamiento frente a la mercantilización de los derechos básicos como la educación principalmente, dejaron un ánimo de confianza en la organización de masas, posicionando la lucha como método para conquistar las distintas demandas de las y los trabajadores. Esto se expresó en el importante movimiento desplegado en la región de Aysen por la falta de recursos, incluso con un gran nivel de ganancias a costa de la explotación de los recursos naturales de la zona.
Las reivindicaciones en ese entonces eran similares a las de hoy, rebaja en los precios del petróleo, gasolina, parafina, gas y leña. Mejoras en infraestructura en salud regional y un sueldo mínimo regionalizado. Demandas mínimas, que incluso luego de históricas movilizaciones aún no están garantizadas para miles de familias trabajadoras.
La confianza en sus propios métodos como trabajadores/as y pobladores/as fue clave en ese entonces y hace unos días. Métodos que ponen en jaque la avaricia empresarial avalada en las leyes que legislan la casta de los políticos tradicionales que hacen alianza para mantener sus privilegios, como los sueldos millonarios de los parlamentarios, mientras el sueldo mínimo se mantienen bajo la línea de la pobreza, esto se recrudece en zonas extremas como la región de Magallanes, con todas las dificultades de conectividad existentes.
En medio de este escenario de una importante crisis económica donde el gobierno de Piñera busca hacer recaer el peso de esta crisis en los hombros de las y los trabajadores, mientras los empresarios redoblaron sus riquezas en medio de la pandemia, los sueldos de las y los trabajadores se mantienen igual de miserables, viéndose esto aún más agudizado en zonas extremas.
Se hace aún más necesaria la fuerza organizada de todas y todos aquellos trabajadores, estudiantes y pobladores que se ven golpeados bajo este escenario, para lograr conquistar sus demandas. El congelamiento de los precios de los combustibles es temporal y nada garantiza que estos vuelvan a subir. Para esto se necesitan asambleas en lugares de estudio, trabajo y poblaciones, para organizar las demandas de la región, bajo un pliego de demandas único de la mano de un plan de lucha que tenga la perspectiva de conquistar estas históricas reivindicaciones.