×
×
Red Internacional
lid bot

Cultura. Muere el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal

El poeta Ernesto Cardenal falleció la tarde de este domingo en Managua a sus 95 años de edad, según confirmó su asistente personal la también poeta Luz Marina Acosta, luego de presentar problemas cardíacos y renales.

Domingo 1ro de marzo de 2020 21:13

Diversos escritores se han referido al poeta y también sacerdote como uno de los referentes literarios más potentes de Iberoamérica y el más importante en Nicaragua después de Rubén Darío, con obras traducidas a 20 idiomas y con grandes reconocimientos a nivel internacional.

"Su corazón falló", dijo la poeta, Gioconda Belli, al dar a conocer la triste noticia. "Les escribo para avisarles que Ernesto Cardenal, nuestro gran poeta, acaba de morir a sus 95 años, después de una vida de entrega a la poesía y la lucha por la libertad y la justicia", escribió la poeta, Gioconda Belli. Agregó que el poeta se enterrará en Solentiname el próximo jueves o viernes. Gioconda invitó al pueblo nicaragüense a una misa en la Catedral de Managua, este lunes 02 de marzo.

También manifestó que "Ahora él está allí, seguramente bien recibido en la Vía Láctea. Para nosotros, Nicaragua, es duro verlo desaparecer. Extrañaremos su boina negra, su figura, su voz leyéndonos poesía, su santa indignación contra la tiranía."

Cardenal nació en la ciudad de Granada en 1925 y se destacó como uno de los más grandes intelectuales de Nicaragua. Promotor de la Teología de la Liberación, fue autor de conocidos poemas como "Hora Cero”, "Oración por Marilyn Monroe” y más recientemente "Cántico Cósmico”, "Nuevo cielo y tierra nueva” y "Este mundo y otro”.

Fue vocero de la revolución sandinista, referente de la teología de la liberación y un opositor al régimen de Daniel Ortega. “Soy poeta, sacerdote y revolucionario”, se definió en 2012 el hombre que fue amonestado por el Papa Juan Pablo II por hacer una revolución que, años más tarde, fue “secuestrada y traicionada”.

Desde 1994, Cardenal quebró con el Frente Sandinista como muchos otros participantes de la gesta, y calificó como “dictadura” a la administración de sus antiguos compañeros de lucha, cuando nadie se atrevía a decirlo abiertamente en Nicaragua, después de que Daniel Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional aplicara políticas neoliberales contra las masas trabajadoras.