Fue para la selección ibérica: diferencia holgada de 95-75. Argentina no pudo ante los europeos pero se quedó con el subcampeonato en un torneo magnifico.
Domingo 15 de septiembre de 2019 12:12
Final inesperada, por lo menos en la previa, ya que la Argentina no era candidata a quedarse con el título. Con un inesperado trayecto, superando sus expectativas, se quedó con un segundo puesto, que hoy duele, pero que será recordado con gratitud en el futuro.
Se vieron sin duda, los picos de rendimiento de ambos seleccionados. Fue 95 a 75 a favor de España que mostró su mejor versión del torneo, mientras que la Argentina -tal vez en parte el nerviosismo- mostró su juego más errático, impreciso y desesperado en el torneo de China.
De hecho, el jugador más acertado y reconocido de la selección nacional durante el mismo, fue el más desconcertado del partido en el comienzo. Luis Scola -que esperemos que esté en Tokio 2020- no conseguía convertir tiros de cancha, ni una buena posición de tiro. Terminó el partido convirtiendo 1/10 en tiros de campo, y anotando sólo 8 puntos.
Mientras tanto, del otro lado, era todo distinto. Mucha intensidad ofensiva de los europeos que hacía perder el rumbo a los argentinos en defensa. Lo que más se destacó fueron la cantidad de rebotes ofensivos que tomaron los españoles. Terminaron la primera mitad con 9, mientras que argentina solo con 1. Esto llevó a que España intente 12 tiros más que la Argentina, en los primeros 2 cuartos. Esto se emparejó luego, pero la ventaja ya estaba tomada.
Muchas bolas perdidas por ambos bandos, y la Argentina aprovechaba eso ya que consiguió 27 puntos tras pérdidas y España 17, y la ventaja Argentina en la estadística de puntos en contraataque fue de 18-2.
Esto demuestra que poco se vio de la Argentina a lo largo del torneo, ese juego en equipo y esa intensidad defensiva vista tan fuertemente en los cuartos y en la semifinal. En esta final fueron más bien individualidades y pocas ideas colectivas, obviamente consecuencia del planteo defensivo de los españoles.
Argentina no acertaba en el tiro exterior, y cuando penetraba no tenía ninguna posibilidad abajo del aro frente a la muralla española. Delía no influyó y luego Gallizi tuvo un muy mal rendimiento, y cuando Scola intentaba penetrar se le hacía imposible convertir e incluso tirar. Hubo 8 bloqueos por parte de los europeos.
El partido fue plano, y no tuvo mucha ilusión a lo largo de los 40 minutos. El problema de los rebotes, fue decisivo desde el comienzo y fundamental para explicar la derrota abultada, 47 contra 27 a favor de España.
Al final del partido, se vieron el corazón, el orgullo y las ganas argentinas, más allá de la superioridad rival. Volcadas de Deck- máximo goleador del partido con 24-, triples de Laprovíttola luego de robos en primera línea, mostraban eso, lo que obviamente no es suficiente en una final. Sin embargo, para alguien que siguió todo el todo el torneo, y sabe lo que es la Selección Argentina, emociona.
Ganó España la final, perdió la Argentina. Pero sólo la final. Argentina ganó mucho en esta competencia, más allá de lo deportivo, porque eliminar a Serbia y a Francia, y llegar invicto a la final, era impensado y llenó de alegría a los espectadores. No hay que olvidarse a dónde se llegó: un deporte muy popular, tuvo a la Argentina una vez más entre los primeros puestos. Apareció Luis Scola, a gusto de este cronista uno de los mejores deportistas argentinos de la historia, con 39 años, promediando más de 20 puntos por partido, y siendo elegido en el quinteto ideal del torneo.
Se consiguió el pasaje a las olimpiadas de Tokio, principal objetvo argentino tal vez en la previa, sin ilusionarse lo suficiente. Se logró mucho más, no hay que quedarse con la imagen del final. O sí, para aprender, pero no nos olvidemos del camino. Estos jugadores, la mayoría, quedan para el futuro, con Campazzo a la cabeza, y con la llegada de Gabi Deck, Garino, Brussino, Delía y todos los jóvenes.
Segundo subcampeonato argentino en su tercera final del mundo, demostrando que, más allá de una generación increíble y que ya caducó, el básquetbol y el deporte argentino compiten a nivel mundial.
Sólo resta felicitar y ponerse felices por la Argentina, por el mundial realizado. Caricia al alma para Scola, como decíamos antes, miembro del quinteto ideal del torneo junto a el serbio Bogdanovic, el francés Fournier y los españoles Marc Gasol y Ricky Rubio, éste último elegido como el jugador más valioso del torneo.
Medalla de plata para Argentina, nos vemos en Tokio.