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Red Internacional
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Entrevista. Myriam Bregman: "Si llegamos al Congreso, las mujeres saben que esa banca será para su lucha"

El resultado electoral sin dudas desató una crisis en el Gobierno cuya consecuencia fue la decisión de renovar la conducción de algunos ministerios. La designación del exgobernador de Tucumán, Juan Manzur, como Jefe de Gabinete generó el repudio de diferentes sectores que defienden los derechos humanos y, especialmente, de las feministas. Dialogamos con Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sobre la situación en la que se encuentran las mujeres de los sectores sociales más vulnerables y la posición del Frente de Izquierda - Unidad.

Miércoles 6 de octubre de 2021 10:43

Hace unos días comentabas en una radio que habías estado en la Villa 31 y decías "me da mucha bronca, no solo por el desalojo y la justicia cómplice de Larreta, sino porque hay tantas defensorías, Ministerios, y ahí no llega nadie. Esas mujeres están solas."

Sí, claro. El reclamo por tierra para vivir es algo que no está ni estuvo en la agenda de los gobiernos; recordemos lo que sucedió en Guernica el año pasado, donde más mil familias tomaron terrenos baldíos. Muchas de esas familias eran mujeres con hijos e hijas, que atravesaban una situación de violencia de género, lucharon para establecerse ahí, armaron una comisión de mujeres que les permitió organizarse. Y sin embargo, sabemos cómo terminó todo, con un desalojo violento de la policía al mando de Sergio Berni. Esta escena de los desalojos represivos se repite en distintos lugares, no hay grieta entre gobiernos de distinto signo. Más bien la grieta es entre los que gobiernan por un lado privilegiando los negocios inmobiliarios y las mujeres pobres, con sus familias, peleando para conseguir un techo, del otro.

Según el INDEC, de 9 millones de familias relevadas durante el tercer trimestre del año pasado, el 44%, o sea, casi la mitad, tenía jefatura femenina. La mayoría de esas mujeres no tienen pareja y 3 de cada 10 tienen un ingreso que no supera los 30 mil pesos, por alguna changa que sostienen, algún trabajo precario. Por eso, desde el Frente de Izquierda planteamos que el tema de la vivienda es algo urgente. Además, un plan de vivienda, que resolviera este problema estructural en Argentina, podría generar miles de puestos de trabajo. Uno de los primeros proyectos que queremos presentar si conquistamos una banca en el Congreso, es de la construcción de viviendas populares, donde sin duda las mujeres en situación de violencia deberían ser prioridad para el acceso a este derecho.

Esta escena de los desalojos represivos se repite en distintos lugares, con gobiernos de distinto signo de un lado y mujeres pobres, con sus familias, peleando para conseguir un techo, del otro.

Durante el período de mayor aislamiento, en plena pandemia, se visibilizaron diferentes situaciones de violencia que padecen a diario las mujeres. ¿Considerás que desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad se están tomando las medidas necesarias para paliar los efectos de la violencia machista y atender a las mujeres afectadas?

Mirá según informa el propio gobierno, entre enero y junio de 2021 se recibieron más de 50 mil llamados a la Línea 144. Sin embargo, en este momento, en todo el país solamente hay 1.892 plazas para aquellas que necesitan salir de sus casas. La Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico de todo el país, solo cuenta con 5 centros de protección a las víctimas de violencia de género, según datos oficiales.

Creo el tema de la violencia debe abordarse de una manera integral, tiene que abarcar las diferentes aristas que garanticen que las mujeres puedan realmente salir de ese círculo violento que pone en riesgo sus vidas y las de sus hijos. Por eso, con Nicolás del Caño ya presentamos un proyecto, un Plan Integral contra la violencia, pero nunca lo quisieron tratar; pero volveremos a insistir. Con un plan así se podría hacer un abordaje integral y buscar soluciones sabiendo que no se va a terminar con el patriarcado, que es intrínseco del capitalismo, ni con una ley ni con un decreto, pero sí que hay medidas que se pueden tomar y que evitarían muchas muertes de mujeres e incluso niños y niñas que se quedan sin madres. Esto incluye no solo la construcción acelerada de más refugios y centros de protección, incluso utilizando propiedades ociosas que fueron entregadas por el Estado a la Iglesia o que gozan de privilegios impositivos sin que tengan ningún uso público. Pero también licencias con goce de sueldo, acceso a créditos con tasa cero para adquirir la vivienda propia y otros puntos que apuntan a dar una respuesta de conjunto.

La Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico de todo el país, solo cuenta con 5 centros de protección a las víctimas de violencia de género, según datos oficiales.

Una de las acciones impulsadas por el ministerio que dirige Gómez Alcorta fue lanzar el Programa Acompañar ¿Cómo ves este subsidio en el marco de la complejidad que enfrentan las mujeres en situación de violencia?

Bueno esto es un poco lo que mencionaba antes. La autonomía económica es una parte, muy importante, pero solo una parte dentro del abanico de temas que hay que abordar. Pero con un subsidio, apenas por seis meses, que es equivalente a un salario mínimo vital y móvil, hoy por debajo de la línea de pobreza, no alcanza. ¿Quién puede pensar que con 30 mil pesos esas mujeres que, en su mayoría, tienen hijos e hijas a cargo, pueden alquilar, vestir y alimentar a los chicos, pagar las tarifas de la luz, el gas, ni siquiera el boleto de colectivo?

Por eso es muy importante abordar la cuestión del trabajo...

Exactamente. El trabajo es uno de los puntos en donde las mujeres se vieron más perjudicadas durante la pandemia. Fijate que, antes de marzo del 2020, 5 de cada 10 mujeres participaban en el mercado de trabajo; pero fueron quienes se vieron obligadas a dejar sus trabajos por el aumento de la carga del trabajo de cuidados. Nuevamente según el INDEC, la desocupación solo en el primer trimestre del 2021 fue del 12,3% para las mujeres, bastante más que para los varones, donde el organismo de estadísticas informa que alcanza al 9%. Datos, no opinión.

Además algo muy importante es que las mujeres están sobrerrepresentadas en los trabajos peores pagos y con mas informalidad. Y esto se puede comprobar fácilmente y con datos que salen del propio Estado. En el ReNaTep, que es el registro donde se anotan las personas que realizan actividades informales, se inscribieron casi tres millones de personas, de las cuales el 60%... ¿adiviná? Son mujeres. Estamos hablando de actividades informales, trabajos no registrados, changas, por las cuales no tienen acceso a los derechos más básicos como la obra social, licencias por maternidad o enfermedad, vacaciones y ni hablar de aportes para que puedan jubilarse.

Para poner un ejemplo aún más concreto: más de un millón y medio de mujeres trabajan en casas particulares realizando tareas de cuidado y limpieza, pero más del 70% no están registradas. Es decir que cuando tengan 60 años, seguramente no podrán jubilarse y van a tener que seguir trabajando. Ahora el gobierno lanzó con bombos y platillos el plan RegistrAR precisamente para ese sector. Pero, en realidad, consiste en un subsidio por 6 meses a las familias que contratan trabajadoras domésticas, a cambio de que las registren. ¡Pero después de esos primeros 6 meses de subsidio, solo están obligados a mantener la relación laboral con la empleada 4 meses más! Y, por supuesto, si la empleada trabaja en dos o más casas particulares, solo puede registrarse por uno de estos empleos.

Yo dije, en algún momento, que parece que están más preocupadas en armar programas de coordinación que coordinan a su vez mesas de programas ¡un trabalenguas de escritorio! En definitiva, al no transformarse en políticas públicas reales, termina siendo solo declamación demagógica.

Sí, precisamente mucho se habla del feminismo de ministerios: se anuncian planes y programas pero no se ve que mejore la vida de las mujeres, especialmente, de las trabajadoras, las más pobres…

Ante cada hecho que detona en los medios y genera bronca, como fue el femicidio de Ursula a principios de año, como son los desalojos con represión a las mujeres y sus hijos e hijas en las tomas y barrios precarios… de eso, hasta del escandaloso gabinete de quienes vinieron a terminar con el patriarcado y ni siquiera pueden sostener la paridad, mientras nombran a un antiderechos, clerical como Manzur como jefe de ministros… ante cada cosa así, surge una foto mostrándose activos, un programa, una promesa, un plan. Yo dije, en algún momento, que parece que están más preocupadas en armar programas de coordinación que coordinan a su vez mesas de programas ¡un trabalenguas de escritorio! En definitiva, al no transformarse en políticas públicas reales, termina siendo solo declamación demagógica.

Por eso, creo que así como con la organización y la lucha en las calles, el movimiento de mujeres logró imponer en agenda y que se sancione la legalización del aborto, tenemos que seguir en ese camino. Porque, como dije en varias oportunidades, nuestra agenda no termina con el derecho al aborto, al revés, ahí empezó. Pero tenemos que seguir peleando por todos nuestros derechos. Si llegamos al Congreso, el movimiento de mujeres sabe que, entre otras cosas, esa banca será al servicio de su lucha, un altavoz para sus demandas y un lugar desde donde seguiremos llamando a movilizarnos. Con mis compañeras de Pan y Rosas, siempre repetimos lo que dijo la feminista Julieta Lanteri de que los derechos no se mendigan, se conquistan. Por eso peleamos y estamos siempre del mismo lado, a nadie le debemos nada.

Si llegamos al Congreso, el movimiento de mujeres sabe que, entre otras cosas, esa banca será al servicio de su lucha, un altavoz para sus demandas y un lugar desde donde seguiremos llamando a movilizarnos.