Feminicidios, corrupción, espionaje, represión y opacidad, el legado de los Moreno Valle en Puebla.
Lunes 24 de diciembre de 2018
Andrés Manuel López Obrador confirmó que en el helicóptero desplomado el 24 de diciembre, viajaban la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y el senador Rafael Moreno Valle, su esposo y exgobernador del estado. Los trabajadores, explotados y oprimidos del país, no tenemos nada que lamentar por la pérdida de estos políticos panistas.
Es sabido que la ambición por el poder de Rafael Moreno Valle lo llevó a aspirar una candidatura a la presidencia de la República, su respaldo: una trayectoria de crímenes y poder de larga data.
El 19 mayo de 2014 por iniciativa de Moreno Valle, el Congreso de Puebla aprobó en forma fast track la llamada "Ley Bala", que permitiría el "uso legítimo de la fuerza pública" y de armas de "contención" y "dispersión" de la protesta social. No pasó mucho tiempo, cuando esta terrible política mostró sus consecuencias, el 9 julio de 2014, cuando José Luis Tehuatlie de 13 años volvía de la secundaria y fue herido por una bala de goma de la policía estatal, que reprimía una manifestación de pobladores de San Bernardino Chalchihuapan que exigían la restitución de las oficinas del Registro Civil.
Los años siguientes era común ver a Elia Tamayo, madre del niño, exigiendo justicia en protestas en Puebla y la Ciudad de México. Sin embargo, el gobernador descargó su peso político contra la familia de José, para mantener a su policía impune, incluso surgió la versión de que el traumatismo craneoencefálico que mató al niño fue causado por un cuetón arrojado por los pobladores durante la represión. Meses después la CNDH confirmó que la causa de muerte fue una bala de goma y mucho después de escándalo y este asesinato impune, finalmente la ley fue abrogada.
En cuanto al feminicidio, mientras el gobierno de Moreno Valle negaba el aumento de los casos en la entidad, el problema se incrementó de forma alarmante en un 575 por ciento. Hoy Puebla está entre el séptimo y octavo estado con mayor número de feminicidios del país y con al menos 50 casos en 2018. Muchas han sido las denuncias y registros de la prensa, organizaciones de mujeres y de derechos humanos, que exigían al gobierno tomar medidas ante el aumento de estos delitos, pero Moreno Valle preservó la impunidad y con ello la extensión de la violencia contra las mujeres.
En septiembre de 2017 la confirmación del asesinato de Mara Castilla, luego de abordar un taxi Cabify, desató una protesta contra el feminicidio y por el esclarecimiento del caso, en decenas de estados del país, confirmando a Puebla como epicentro de este terrible problema.
También en 2017 el gobierno de Puebla enfrentó otro escándalo, ahora por espionaje, luego de la presentación de una investigación periodística en Estados Unidos, que señaló al gobierno de Moreno Valle por la adquisición de un software malicioso, Hacking Team, con un costo de más de medio millón de euros, con el cual habría realizado espionaje a sus opositores políticos.
Además, de 2011 a 2017 el INAH confirmó de la masiva sustracción de arte sacro de Iglesias y recintos religiosos, lo que convertiría a la entidad en el primero con este delito, con la desaparición registrada de 660 pinturas, esculturas u objetos religiosos. Por estos delitos la PGR únicamente abrió averiguaciones previas en 162 casos.
Nada que lamentar con la muerte de Moreno Valle y Érika Alonso, asesinatos a manos de la policía, corrupción, feminicidios, espionaje, enriquecimiento ilícito, robo de arte sacro, son solo algunos de los crímenes políticos de esta familia, de gran poder en Puebla.
Vemos en redes sociales cientos de llamados a "guardar respeto" por la muerte de dos seres humanos. Pero la memoria histórica no es ninguna falta de respeto, al contrario, no olvidamos que a diario millones de familias viven, laboran o enferman en la miseria o el despojo, por décadas de explotación laboral, a la salud, de su derecho a la educación, por las decisiones, ambiciones y planes de políticos como Moreno Valle y Érika Alonso.
Contra toda doble moral, a los represores no les lloramos, los repudiamos en vida y lo seguiremos haciendo el resto de nuestros días, porque no son nuestros muertos, son los muertos de la clase dominante. Además, a saber si sus muertes fueron un accidente, esta gente está podrida...
La pérdida invaluable para la clase trabajadora este fin de año, es la muerte del periodista e historiador argentino Osvaldo Bayer, autor de La Patagonia Rebelde, a quien le agradecemos ser luchador en vida de múltiples causas, mantenerse consecuente, por enseñarnos a tener odio de clase y a no perdonar a los genocidas. Por gente como él hay que militar con fuerza por conquistar nuestras libertades y para que quienes ya no están y merecen nuestro homenaje, se preserven y con ellos lo mejor de su legado revolucionario.