El pasado domingo 18 el diario EL DIA de La Plata publicó una nota titulada “¿Fin de los hospitales escuelas? La falta de interés para cubrir residencias en pediatría genera alerta y preocupación en La Plata”. Una polémica de quienes firman esta nota responde cuál es el complejo problema de las residencias de la salud pública.
Martes 20 de septiembre de 2022 18:03
Las residencias, cada vez menos elegidas como alternativa de formación
En estas semanas, están sucediendo las adjudicaciones al sistema de formación de postgrado en servicio, en los Hospitales Públicos de todo el país, las llamadas “Residencias”. A través de ellas, miles de jóvenes profesionales rinden un concurso mediante el cual se postulan para ingresar a una beca de formación, de 4 años (a veces más) posterior a la cual tendrán su título de especialista.
Hace por lo menos 10 años que este sistema de formación, basado en una profunda precarización, se encuentra en crisis. Año a año venimos siendo testigos de cómo se vacían las especialidades llamadas “críticas” como pediatría, medicina general, clínica médica, terapia intensiva, tocoginecología y emergentología, quedando puestos vacantes incluso en los más importantes hospitales de la región.
En este 2022 fue noticia regional, que el 80% de los cargos disponibles para pediatría en el Hospital Sor María Ludovica de La Plata, quedaron libres.
Cientos de comentarios y reflexiones acerca de las posibles causas de esta compleja problemática, se escuchan entre mates en los offices de cada servicio. Circula la preocupación de les residentes de años superiores por la distribución de tareas entre menos manos, y sobre todo por lo poco atractivo que parece ser el trabajo en las residencias.
La explicación del diario El Dia
Ante esta situación, el domingo el diario El Día de La Plata, publicó una nota en la que en gran medida se responsabiliza de esta situación a los jóvenes egresados. Adjudican a un “factor generacional” y a una “falta de interés por el sistema público” la negativa de sumarse a este régimen de precarización.
Entre sus argumentos ponen: “antes que una dura y larga residencia, muchos optan hoy por cursos formativos que duran pocos meses y salen a trabajar sin que nadie los audite, deteriorándose la calidad formativa. Piensan que ya pueden ejercer y priorizan lo económico al aspecto formativo. Entonces se suben a una ambulancia, atienden por una prepaga, o en un consultorio.”
En otro de sus párrafos, en la misma nota dicen: “Los médicos que eligen formarse como residentes tienen muy en cuenta que la especialidad no tenga guardias ni les insuma demasiado tiempo. Es por eso que ocupan los cupos de oftalmología y dermatología quedando vacantes muchos en pediatría y otras especialidades clínicas que resultan clave para sostener el nivel primario de atención”.
Ni falta de interés en la formación, ni falta de compromiso con la salud y el Hospital Público.
Al diario EL DÍA, se le “olvidó” consultar a los propios protagonistas sobre este problema. No nos parece casualidad. Es el mismo diario que durante la pandemia, culpaba a los jóvenes y sus fiestas clandestinas por la suba de contagios, en vez de hablar de las faltas de medidas de cuidado y de resguardo por parte del gobierno.
Lo que discuten durante largas horas las asambleas de residentes demuestra lo contrario: una juventud de trabajadorxs profesionales que pelea contra el ajuste en la salud pública, contra la precarización laboral y defendiendo el primer nivel de atención. Que se cuestiona el modelo médico hegemónico y hospitalocéntrico y defiende la unidad del equipo de salud. Que pelea por el reconocimiento de sus derechos laborales y la puesta en marcha de un nuevo reglamento de residentes ya que el que rige hoy, data del año 2001.
Una lectura desde adentro
Conversamos con residentes de diferentes hospitales de la Provincia para que nos cuenten desde adentro cuáles creen que pueden ser las causas que expliquen la deserción que existe.
Micaela Orlandi, Jefa de residentes de Tocoginecología del Hospital de Morón, nos decía:
“Si bien es un sistema de formación, no es para nada tentador. Sueldos muy bajos con carga horaria muy elevada. Hoy en día terminando mi residencia me encantaría hacer una subespecialidad, pero me requiere nuevamente volver a meterme en un sistema similar al de residencias y la verdad es que uno lo piensa dos veces. Es terrible la situación.”
Natalia, residente del Hospital de San Justo decía que:
"Es terrible lo que pasó en la adjudicación de Pediatría. En nuestro hospital quedaron 5 puestos libres, algo que antes no pasaba. Si la provincia no mejora las condiciones de trabajo, está complicado... hay residencias que llevan 2 años sin que nadie adjudique. En las charlas pre- ingreso todos preguntan sueldos, y postguardia. Parece básico pero para las resis de aca todavia no.”
Cintia, residente del Hospital de Morón nos contaba que:
“muchos estamos en la misma, la situación económica no acompaña para nada. Por lo que fui viendo durante mi residencia, cada vez somos más los que tenemos familia y el ingreso depende de nosotros, tenés que tener un trabajo extra para poder sostenerte y así nunca tenés tiempo para tu familia.”
Por su parte, Facundo Durante, residente de Oncología del Hospital de Gonnet argumentaba que:
“Tiene que ver con algo multifactorial, pero prima lo económico, muchos tienen otro trabajo para llegar a pagar el alquiler, sumado a la cantidad de horas que se trabaja, sin aportes, sin tener asegurada la Continuidad laboral post residencia. Es re preocupante. En oncología se ven pacientes muy progresados, porque no tienen los medios para llegar, porque no hay turnos (hay esperas de hasta dos meses), se ven mucho cánceres que tienen que ver con los factores socioeconómicos.”
Por su lado, Macarena nos decía que:
"En la residencia de Medicina General de José Ingenieros, Melchor Romero, afrontamos un año más sin residentes para 1er año (2 cargos). Consideramos y estamos convencides que no se debe a un fracaso de la sede, sino a las condiciones laborales con las que tenemos que trabajar día a día (carga horaria, sueldos, falta de aportes provisionales, etc). Necesitamos con urgencia un cambio en el reglamento que mejore todas estas condiciones para que las residencias sigan siendo la mejor opción de formación de médiques."
Conociendo desde adentro las condiciones con las cuales conviven diariamente las y los residentes, rápidamente se puede evidenciar que lo que aquí sucede no es falta de interés por el sistema público de salud o “pocas ganas de trabajar”, como nos quieren hacer creer. Por el contrario, la nueva generación de jóvenes profesionales se niega a trabajar bajo una modalidad de extrema precarización. Muchos de los que están adentro, se encuentran organizados y dando duras peleas para que las condiciones cambien.
Las peleas de lxs residentes
Actualmente lxs residentes se encuentran luchando por su continuidad laboral y la aprobación del tan esperado reglamento de residencias que llega para actualizar el hoy vigente que avala, por ejemplo, que un residente pueda estar 36 horas seguidas trabajando, y en menos de 12 hs, entre de guardia, otra vez.
La continuidad laboral parecía ser algo conquistado después de la pandemia, hasta que pocas semanas atrás, a poco de terminar el año de residencia, se les informó a cientos de residentes salientes que la Provincia no iba a generar cargos para ellos y ellas. No importa la indiscutible falta de profesionales que existe en los hospitales y centros de salud, ni la necesidad imperiosa de fortalecer los servicios. Por todas estas demandas, el miércoles 21, en el marco de la Jornada de Lucha convocada por CICOP, se harán presentes en el edificio de la escuela de gobierno, ubicado en 4 y 51.
Al gobernador Axel Kicillof lo único que parece importarle es cumplir el mismo plan de ajuste que el FMI le pide a Massa a nivel nacional, mientras que se sostiene un país con más de 17 millones de pobres, una indigencia en ascenso y un profundo deterioro de las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras.
Más allá de los discursos progresistas de los funcionarios y responsables del ajuste que dicen interesarse por el sistema de salud pública, la realidad muestra otra cosa. Y allí, en la trinchera cotidiana de los hospitales, donde no hay sábados, domingos, feriados ni navidades, allí se puede ver con solo asomar la nariz que sin residentes no hay hospital.