La autora es docente de la provincia de Salta. Envió un poema y un texto a la redacción de La Izquierda Diario a partir de la atroz muerte del niño qom Néstor Femenía en el Chaco. Lo compartimos.
Jueves 8 de enero de 2015
Miro tus ojos sin sueños,
el dolor
ya no está.
El hospital de Bermejito
ha dado el alta total, mi niño qom
no lucha más.
Siete años se dispersan como si iniciaran un juego
Y en el certificado escriben: 6 de enero.
.
Para los niños del Chaco será luna llena...
Los programas de lucha no responden
La 26.160 tampoco
¡La tierra no es la causa! -acusa la comunidad-
La causa es: "enfermedad"
Y los programas callan
Yo también callo,
un silencio largo nos habita
Las guardias blancas
no necesitan programas
Norma (de los nudos desandados)
Nuestras comunidades vienen sobreviviendo a las gestiones de tantos gobiernos que las omiten, las condenan a leyes de letras muertas, y en las últimas décadas a programas diseñados desde escritorios con inciertos logros en espacios rurales y vacío de reales resultados en territorios comunitarios diezmados.
Los gobiernos provinciales manipulan informes ante el tejido comunicacional. Así la realidad de las comunidades de pueblos originarios estaba como velada. La barbaria está subtitulada con un abanico de rotulaciones tan o más añeja que la ley 1420.
La gestión de Juan Carlos Bacileff Ivanoff de Chaco, o de Gildo Insfrán en Formosa, Urtubey en Salta o su antecesor Romero (por remitirnos a lo próximo y posible futuro provincial) con frondoso historial de muertes por desnutrición que aunque no figuren en la tapa de los diarios locales, las sabemos como a nuestros nombres.
Los temas sobre la tierra y territorialidad son presente vergonzante. Sin omitir a Jujuy y Neuquén con destacadas políticas de opresión.
ENDEPA presentó un estudio confirmando la situacionalidad de numerosos pueblos originarios. La opresión es nacional y provincial. Cada provincia legisla hacia adentro.
Y en Néstor vemos lo que es ley. El Estado Nacional debe responder por cada habitante de comunidad de pueblo originario, sea éste niño, joven o anciano. Y para ello debe preguntar, y exigir a las provincias, o al menos leer otra prensa.
Ana Pérez, abuela de la comunidad wichi recientemente muerta, engrosa el testimonial de los “actores” de los gobiernos provinciales.
Las leyes son herramientas valiosas pero los actores gubernamentales están llenos de codicia y un claro racismo. No es sólo un pueblo oprimido sino un colectivo condenado por no pocos “actores”.
Es necesario trabajar en lo formativo para erradicar el vector más nocivo: el odio al indio. La población criolla ha cultivado este vector en toda la síntesis de una argentinidad que no admite al indio como igual, quizás como plus turístico pero allá lejos.
Tenemos que desaprender lo cuidadosamente construido en la escuela. Permitir con respeto la presencia escolar de los pueblos de nuestra territorialidad, ya que el respeto está para pueblos unidos a la nación en distintos momentos de inmigratorios.
Salta agendó en su calendario escolar el día de la Pachamama con un formato abierto, tan particular que las instituciones no presentan actos con bandera de ceremonia, entonces el colectivo interpreta la fecha como no relevante, es algo entre folclórico y pagano, quizá porque el interés es fortalecer alguna arista turística y nada más.
La desnutrición, la tuberculosis, la marginalidad y la miseria social son también construcciones colectivas a las que cimentamos con la no participación, la negación, el egoísmo y el silencio.
Néstor es nuestro hijo, nuestro hermano, nuestra tierra, Néstor es Argentina.