Lunes 3 de octubre de 2016 00:01
En esta entrega de Mujeres de Puño en Alto publicamos la entrevista a una mujer referente nacional e internacional en la defensa de los Derechos Humanos y en la búsqueda de memoria y justicia por los 30 mil desparecidos. Incansable y apasionada, con más de 50 años de militancia, a partir del ’96 se suma a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) cuando su sobrino Aníbal Pellegrini, obrero y estudiante, es asesinado por un policía santafesino en un emblemático caso de gatillo fácil. Fue la primera mujer presidenta de una delegación en la historia de ésta organización.
Presidenta de APDH Argentina, integrante de la Mesa Directiva de Rosario, miembro de la Comisión Directiva del Museo de la Memoria y personalidad distinguida del Movimiento de Derechos Humanos de Rosario. Su militancia no sólo abarcó y abarca la lucha judicial y en las calles contra los delitos de lesa humanidad de la última dictadura siendo parte impulsora, sino también contra los crímenes del presente como el femicidio de Vanesa Celma, casos de trata y violencia institucional; la defensa de presos políticos; el acompañamiento permanente a los trabajadores en lucha como a los obreros de Lear o Liliana SRL en Rosario; entre tantos otros.
Denunciante del Proyecto X junto al Ceprodh y otras organizaciones, hoy nos relata su visión de la situación actual en materia de Derechos Humanos, finalizando con un emotivo homenaje a la combativa Madre de Plaza 25 de Mayo, Herminia Severini.
¿Cómo ves la situación provincial a partir de la campaña gubernamental contra la inseguridad que pregona el endurecimiento represivo y la mano dura, principalmente contra los sectores populares y la llegada de Gendarmería?
Creo que siempre es más de lo mismo. Recuerdo que la APDH es una de las organizaciones que desde los años 90 denunció todo tipo de avance de lo que hoy se llama violencia institucional cuando hablábamos del gatillo fácil, de la conformación en los barrios de los carteles de las drogas, de las luchas que había en aquel momento entre los Monos y los Garompa; hasta tenemos la historia fundamentada y que podemos probar de haber estado hasta en contra de la Guardia Urbana Municipal, porque decíamos que no llevaban armas pero que trabajaban en contacto con la policía y así fue. Entonces a mí hay dos cosas que me molestan profundamente. Por un lado es en sí la concesión de inseguridad. Acá inseguridad es porque te roban, ahora bien, todas las inseguridades de una ciudad que tiene la mitad de su población de más de un millón de habitantes viviendo en villas carenciadas con gente en la mayoría de los casos sin acceso a la educación, a la salud, a llegar a una universidad, a tener trabajo; eso parece ser que para la mayoría de la “gente decente”, la “buena gente”, los que “trabajan” y no los “vagos”, todo eso no es inseguridad. El tipo que muere de frío porque no puede pagar el gas, no es inseguridad, el que muere por un simple resfrío porque detrás del resfrío lo que tiene es hambre y entonces no tiene las defensas para curarse, entonces eso no es inseguridad. Para nosotros la seguridad es la seguridad social, la vida con dignidad, porque además, y que no le quede dudas a nadie, nosotros sabemos lo que son los delincuentes porque hace 40 años que luchamos contra los mayores delincuentes de la historia argentina que son los que ejecutaron un genocidio, violadores, asesinos, ladrones de bebés, torturadores es decir, ladrones de todos los bienes de las personas desaparecidas, de las que iban presas, etcétera. Entonces ¿cómo no vamos a conocer lo que es un delincuente?
Es más, conocemos a los nuevos delincuentes. Los tipos que cerraron las fábricas, supermercados, dejaron la gente en la calle, generaron un 2001 donde otra vez los pobres fueron a morir y a dejar su vida peleando por un paquete de harina o pedazo de pan. Entonces nos parece que esta sociedad es muy hipócrita porque además los gobiernos tanto el socialista como la oposición, el peronismo y ni hablar del PRO que es el fascismo sin botas pero con votos, son hipócritas al pretender hacer ver de que ahora están preocupados. ¿Por qué no se preocuparon en los 90? El Partido Socialista hace casi 20 años que es gobierno en Rosario y en la provincia hace más de 8 y antes lo fue el peronismo que hoy está tan desesperado por la inseguridad. Acá la inseguridad viene fundamentalmente de la mano de planes que implican la necesidad de traer más gendarmes, más policía, más aparato represivo, con un solo objetivo que es el único claro: cuidar el territorio de las posibles luchas. Rosario es una ciudad donde la clase obrera ha generado en los años 60 Rosariazo y siempre ha enfrentado a las patronales, multinacionales, se ha organizado. Hacemos todavía marchas unitarias un 24 de Marzo de 35 mil personas.
¿Por qué opinas que el gobierno pidió más Gendarmes y cómo va a repercutir?
En estos momentos estamos hablando del Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Rosario y no sólo aparecen por un lado los carteles amenazantes, los ataques a las compañeras organizadoras, sino que por otro lado están viniendo justo en este momento los gendarmes y no podemos olvidarnos de que cuando vinieron la última vez, además del papelón internacional que fue, más de 40 organizaciones nos cansamos de juntar material, denuncias y aflojó un poco la mano y terminaron yéndose sin pena ni gloria. Muchas veces los chicos te decían que les pegaba la Gendarmería pero que su mamá podía salir a hacer compras. Es decir han instalado esa cuestión de que pegan, matan, la Gendarmería viola todos los derechos, la policía hace lo que quiere, pero podemos “salir a comprar”.
Si tanto le preocupa la delincuencia e inseguridad al gobierno que vean adentro de la policía. Esto lo decíamos en eterna soledad hace 20 años, la delincuencia misma, el jefe de policía arrestado por narcotraficante, la policía robando, trasladando merca, todo eso no les preocupa. No, les preocupa traer más gendarmes. Todo lo que dije lo podemos fundamentar porque hace 25 años que venimos escribiendo lo que venimos haciendo cada vez que pasa. Cierra de una sola manera: gendarmes, gendarmes y más gendarmes haciendo de Rosario un gueto manejable para cualquier eventualidad de lucha. Esta no es una ciudad fácil, es una ciudad que ha luchado y esto preocupa mucho porque además no está bajo el control directo del PRO en este caso. Yo recorro el país y creo que Santa Fe es una provincia muchísima más calma que otras como Salta, Jujuy, Formosa, la mayoría de ellas gobernadas por el Frente para la Victoria, pero que no tienen nada que ver con un partido, son organizaciones feudales gobernadas por un caudillo hace treinta o cuarenta años, y realmente son zonas muy duras. Ni hablar del sur donde hace años y años que vienen matando gente. O la misma Santiago del Estero donde los integrantes del Mocase están siendo cotidianamente asesinados. Entonces Santa Fe es mucho menos dura pero eso hace que sea mucho más permeable para este tipo de políticas absolutamente represivas solamente para el pueblo. Acá han puesto gendarmes, más policías y no ha cambiado absolutamente nada. Va in crescendo porque la discusión del territorio de la droga está totalmente por encima de los gobiernos y además, encapsulados en la policía y los jueces. Antes lo decíamos nosotros solos, ahora lo leemos todos los días en los diarios.
La APDH junto al CeProDH y muchísimas organizaciones hicieron una multisectorial en 2013 contra la militarización en la provincia…
Es una viejísima multisectorial que se reúne en determinadas épocas y de acuerdo a las políticas del gobierno nacional, pero la última fue en 2013 que logramos hacer algo muy interesante pero no hay que olvidarse que varias organizaciones que trabajan en territorio dependían fundamentalmente de los apoyos económicos que daban a su gente de parte de los gobiernos e imperceptiblemente se fueron cayendo y de golpe parecía como que la gendarmería no hacía más nada y en realidad la gendarmería había frenado un poco su maniobra y después se fue.
Lo más importante fue que la Multisectorial recibía denuncias todas auténticas en más de 20 lugares donde la gente sabía que podía ir a pedir ayuda y eso generó un parate y una señal clara de que estábamos organizados. De todas formas nadie nos quiso recibir que era lo que pedíamos, para decírselos en la cara porque era todo a través de los medios. Pedíamos hablar con el jefe de gendarmería, con Berni.
¿Qué importancia te parece que tiene el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario?
El nuevo Encuentro de Mujeres a realizarse en Rosario es muy importante por la certeza de que la consolidación de nuestros derechos se logrará a través de la lucha, con organización y movilización, para ser visibilizadas.
Y en esa lucha libramos batallas todos los días, pequeñas o grandes, pero cuando nos juntamos se ve el poderío de esa masa de maravillosas compañeras - que es mayoría en la población, y sin embargo es la masa más explotada, más pobre, más maltratada, en su doble condición de trabajadora, dentro y/o fuera del hogar - para defender sus derechos, para cambiar una educación machista y ancestral, que tiende a plantearnos reglas, estigmas, límites y prácticas del pasado, de siglos de oscurantismo, como forma de control y sometimiento.
Y entre esas mujeres maravillosas que rompieron en épocas mucho más terribles con todo, UNA de las que se rebelaron y sufrieron los avatares del capitalismo salvaje como trabajadora, del fascismo como Madre de una hija desaparecida, de mujer como esposa separada con dos niños pequeños, que supo pelear hasta el fin de sus días, dejándonos infinitas historias de resistencias, alegrías y consejos para “sobrevivir siendo mujeres y no morir en el intento”, quiero hacer un merecido y emocionado recuerdo a la querida Herminia Severini, una mujer de una valentía extraordinaria y un corazón en el que cabíamos todas las mujeres que le peleamos a la vida con uñas y dientes, como un tibio reflejo de su hija Adriana, que enfrentó a los genocidas siendo asesinada y desaparecida en la última dictadura militar.