Por tercer año consecutivo la administración de Manuel Martínez Justo impide de manera agresiva el festival cultural del día de muertos realizado por estudiantes de manera independiente a las autoridades.
Viernes 1ro de noviembre de 2019
Como en cada año en la FES Acatlán se realiza un festival conmemorativo por el día de muertos en el que los estudiantes de manera independiente a las autoridades y su convocatoria, se organizan para llevar a cabo un baile y ofrendas de carácter crítico a los problemas de la actualidad.
Sin embargo, desde el inicio de la administración de Manuel Martínez Justo, el intento de terminar con este festival mediante la creación de un ambiente hostil y de censura, hacen evidente el carácter antidemocrático y represor del director y su equipo.
La censura a la libre expresión y la represión a la comunidad, principalmente a los estudiantes organizados es una constante que las autoridades de la facultad utilizan para impedir la realización de festivales culturales o de actividades que generen el pensamiento crítico entre los estudiantes.
Esto ha sido corroborado en más de una ocasión, desde el llamado a jurídico a estudiantes por haber participado en los paros de labores del pasado 26 de septiembre y 2 de octubre, la persecución y hostigamiento constante a la que se enfrentan el sector organizado de la comunidad, hasta los cortes de luz o la clausura de baños para evitar que los estudiantes conecten extensiones para llevar a cabo el festival de día de muertos.
El hartazgo a esta situación pudo reflejarse el pasado 30 de octubre, cuando los estudiantes organizados ante la censura y el impedimento de realizar el festival cultural con música y baile para toda la comunidad, se manifestaron de manera pacífica en el edificio de gobierno con leyendas hechas con aserrín como: “No represión y antidemocracia”. Sin embargo, el director Manuel Martínez Justo de manera prepotente hizo caso omiso al llamado de los estudiantes, enviando a funcionarios (quiénes se extralimitan en sus funciones) a resguardar el edificio de gobierno y a pisar las leyendas hechas en el suelo.
Asimismo, funcionarios como la Jefa de División de Matemáticas e Ingeniería, Luz María Lavín, saludaba de manera burlona al alumno que sufrió un intento de ahorcamiento el pasado 26 de septiembre mientras funcionarios gritaban: “Nos están agrediendo”, “La están golpeando”, “Nos quieren secuestrar”, en el intento de criminalizar a los jóvenes organizados a la par de legitimar su hostigamiento y agresión.
Este es el tipo de funcionarios que llevan el rumbo de la facultad y la universidad, quiénes solo demuestran su prepotencia y su intolerancia hacia los sectores organizados que cuestionan la antidemocracia dentro de la universidad.
Para terminar con la antidemocracia y la censura es necesario que los alumnos en conjunto con profesores y trabajadores nos organicemos de manera independiente a las autoridades y levantemos una gran campaña para democratizar la UNAM denunciando la elección “cuasipapal” del rector, el ataque a sectores organizados de la Universidad censurando cualquier expresión política de izquierda mediante agresiones físicas y la persecución legal contra los estudiantes.
Las explanadas, salones y auditorios son de la comunidad universitaria, no de las autoridades. Hay que recuperarlos para poderlos ocupar libremente. Ante el autoritarismo y la prepotencia que reina en la FES Acatlán, hay que tener claro que son las autoridades quienes ensanchan sus bolsillos y utilizan los puestos en la UNAM como trampolín político o somos nosotros, la comunidad estudiantil, docente y trabajadores quienes día a día damos vida a nuestras escuelas. Son ellos o nosotros.
