Ante la actualidad de la prostitución en los medios españoles por la polémica que ha abierto el registro de un sindicato de prostitutas y la reacción contraria del gobierno del PSOE ante este hecho, publico las esquemáticas notas que elaboré para mi intervención sobre el debate de la prostitución el 1 de abril de 2012 durante el I Congreso de Izquierda Anticapitalista.*
Martes 18 de septiembre de 2018
Foto: "Las señoritas de Avignon", cuadro de Picasso (1907)
NOTAS PARA EL DEBATE SOBRE LA PROSTITUCIÓN
Por el tiempo que dispongo seré esquemático:
1. Hoy y mañana
I
Mi postura se asienta en la defensa absoluta de las prostitutas como hijas de la clase trabajadora y en un intransigente ataque a la prostitución organizada que las explota. Entiendo que estos son los dos ejes sobre los que tiene que girar nuestro proceder político y social.
En el capitalismo no se va a poder erradicar la prostitución, sólo combatirla. La cuestión entonces es cómo combatirla. Entiendo que denunciando la prostitución como un ejercicio patriarcal acrecentado en el mundo capitalista; no dándole nunca sustento teórico justificador; dificultando al máximo a la industria del sexo; y defendiendo a tumba abierta a las prostitutas.
Las prostitutas son las víctimas, por lo tanto, nunca deben ser ni atacadas ni estigmatizadas. La ley jamás debe perseguirlas a ellas, sólo darles amparo.
Ellas tienen que ser sus propios portavoces, y nosotr@s apoyarlas socialmente. Este apoyo consistirá en instrumentos de análisis y en apoyo político. Así, les daremos un horizonte político y una plataforma social.
La prostitución no es un trabajo que debamos reglamentar sino una lacra que debemos combatir, ello sin estigmatizar a las prostitutas –ni tan siquiera a aquellas que defienden su quehacer.
II
Como marxista, no puedo ver la mercantilización del cuerpo de la mujer como una normalidad social. Si no aceptamos la esclavitud asalariada como vamos a aceptar esa esclavitud incrementada en la utilización del propio cuerpo como mercancía. Inadmisible.
Solo la República social nos permitirá empezar a enfrentar la abolición de la prostitución por la sencilla razón que la mujer no tendrá condiciones de trabajo inferiores al hombre y que habrá trabajo o cobertura para todas.
2. Cuestiones metodológicas
No debemos mezclar la prostitución de las hijas más precarias de la clase trabajadora con la prostitución autónoma de alto postín. No olvidemos que las Hetairas y las Geishas fueron prostitutas formadas para el disfrute de los hombres de las clases dominantes, aristócratas y burgueses.
Siempre tenemos que buscar una respuesta teórica a los fenómenos sociales para poder enfrentarlos. En esta línea, debemos ir a la Historia y a textos clásicos sobre esta cuestión como los de Engels, Evelyn Reed…
No todas las sociedades pasadas conocieron el fenómeno de la prostitución; las sociedades tribales, comunitarias, gentilicias, no la conocieron. ¿Por qué? Muy sencillo, porque en ellas no existía la opresión de la mujer. Veamos lo que nos dice Engels sobre las sociedades tribales, gentilicias: “La grandeza del régimen de la gens, pero también su limitación, es que en ella no tienen cabida la dominación ni la servidumbre. En el interior no existe aún diferencia entre derechos y deberes”. Es cuando las gens de una nación gentilicia conquistan a otras sociedades, en sí mismas gentilicias, cuando aparece la esclavitud, posiblemente la primera división clasista de la sociedad. Después vendría la división clasista en la propia gens con la apropiación del excedente social, la introducción del derecho paterno y la apropiación de los bienes comunales. Eliminada ya la sociedad tribal, gentilicia, comunal, aparece el matrimonio monogámico y, con este, la prostitución. Es decir, la subordinación en casa y en el prostíbulo de la mujer al hombre.
La prostitución es un fenómeno exclusivo de las sociedades clasistas: esclavista, feudal y capitalista. La acentuación del clasismo en una sociedad conlleva el incremento exponencial de la prostitución. Lo que explica que en el capitalismo la prostitución alcance cotas nunca vistas en el pasado es que en esta sociedad la explotación de las clases es la más evolucionada de toda la Historia. El capitalismo todo lo mercantiliza porque para él todo es mercancía, comercio vil.
“Las mujeres no han sido siempre el sexo oprimido o ‘segundo sexo’. La antropología o los estudios de la prehistoria nos dicen todo lo contrario” (Evelyn Reed). Es la evolución del proceso histórico lo que explica la destrucción de la sociedad igualitaria de la gens matriarcal por la sociedad clasista patriarcal. El epicentro del pasado comunitario lo resume claramente Evelyn Reed: “en el clan no existía la posibilidad de que un sexo dominara al otro”. Esto imposibilitaba la existencia de la prostitución.
Para la marxista y feminista Evelyn Reed, “el clan comunitario era tanto una hermandad de mujeres [matriarcado] como una hermandad de hombres [fratriarcado]”. Por lo tanto, no existía antagonismo entre hombres y mujeres.
3. Cuando gobernemos
Entiendo que en el momento que gobernemos tendremos que tomar de inmediato las siguientes medidas:
1. Darles un salario a las prostitutas para retirarlas objetivamente de las calles.
2. Prohibir los prostíbulos.
3. Hacer tres campañas:
Dirigida a los hombres: que no compre el cuerpo de la mujer
Dirigida a las mujeres: que no comercialice su cuerpo
Dirigida a la juventud: que rechace la prostitución porque el sexo y el amor son antagónicos a ella. Y por supuesto, el sexo con amor, el summum entre dos personas, es completamente desconocido en la prostitución.
1º de abril de 2012
NOTA DE LA REDACCIÓN: publicamos esta tribuna como parte de un debate abierto. La posición de las redactoras de Izquierda Diario sobre esta polémica ha sido publicada en el artículo: Una posición feminista anticapitalista en el debate sobre la prostitución. También te puede interesar el artículo ¿Regulación o abolicionismo? Un debate que no tiene solo dos posiciones excluyentes de nuestra compañera Andrea D’Atri.
* El autor era entonces militante de Izquierda Anticapitalista, corriente con la que rompió tras una dura batalla en contra de su orientación política hacia la constitución de Podemos, antesala de su disolución como partido para organizarse como el movimiento “Anticapitalistas”.