La Virginia sigue sin tomar medidas efectivas para la prevención del Covid-19. Recientemente los trabajadores presentaron ante la empresa un pliego de demandas. Polémicamente el sindicato propone cambiar salud por dinero. Para imponer nuestros reclamos hay que desarrollar la organización en asambleas donde el conjunto decida los pasos a seguir.
Miércoles 1ro de abril de 2020 17:07
Los trabajadores de La Virginia reclamaron condiciones seguras antes y después de haberse decretado la cuarentena obligatoria debido a la pandemia del coronavirus. En una ocasión, uno de los sectores paró la producción por más de una hora para exigir medidas. Lo que denunciaron es que la empresa aprovecha la emergencia y la excepcionalidad de la industria alimenticia para seguir adquiriendo ganancias poniendo en riesgo la salud de sus empleados y sus familias. No es de extrañarse, ya que durante mas de 100 años viene siendo reconocida como una empresa explotadora y negrera. En el último tiempo se vio envuelta en casos de despidos masivos, persecución hacia activistas y delegados e incluso llegó a utilizar a Gendarmería para evitar una asamblea.
No queremos no trabajar, pero nuestras vidas valen mas que sus ganancias
Cientos de operarios y operarias saben que su trabajo es fundamental para evitar el desabastecimiento y no le esquivan el bulto. Ellos son, junto a los trabajadores de la salud, quienes se encuentran en primera línea en la pelea contra la pandemia, poniendo el pecho a la situación en el lugar que les toca. Diariamente producen alimentos para el resto de la población que se encuentra en cumplimiento de la cuarentena, pero no están dispuestos a hacerlo a cualquier precio.
En este sentido el Sindicato de la Alimentación de Rosario (STIA) reclamó ser considerados para recibir un bono excepcional y propuso de que las horas trabajadas durante la cuarentena sean abonadas como horas extras (al 100%). Esto no resuelve el problema de fondo, es decir, el riesgo de contraer y ser factor de propagación de la enfermedad. Un bono similar al que van a recibir los trabajadores de la salud es mas que merecido para los trabajadores de la alimentación, y necesario si pensamos que este año el aumento fue insuficiente y no por paritarias sino por decreto. Sin embargo la exigencia de que se pague mas por las horas de trabajo si no se garantizan medidas mínimas de seguridad e higiene es inaceptable. No se puede poner precio a la salud de los y las trabajadoras. El sindicato tiene que ponerse a la cabeza de las verdaderas necesidades. Se trabaja en condiciones seguras o no se trabaja, otorgando licencias pagas para que todos puedan cumplir con la cuarentena obligatoria.
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Ante la desidia y la avaricia patronal parte importante de los trabajadores de la fabrica, no se quedó de brazos cruzados. Responsablemente pararon y exigieron que se termine el hacinamiento y que se distribuyan elementos de desinfección en todos los sectores. Recientemente los delegados presentaron ante la empresa, un elaborado pliego de reivindicaciones que es apoyado por varias comisiones internas de las las sucursales que La Virginia tiene en distintas provincias. Éste incluye medidas que realmente ayudan a bajar el riesgo de contagio del Covid-19 y de la única manera que se puede realizar: tocando las tan preciadas ganancias de la empresa. No se puede perder exponer ni un minuto más la salud de nuestras familias. Hay que poner en marcha un plan de acción y apoyar a los obreros en cada decisión que tomen para lograr la aplicación de las mismas.
La lista de exigencias incluye los siguientes puntos:
"1. Que el horario de trabajo sea de 8hs a 16hs y qué se restrinjan los turnos rotativos. Que una semana trabaje un turno y la otra se quede haciendo cuarentena, y su lugar lo cubre el otro turno.
2. Reducción de la jornada laboral a 6 horas.
3. Remuneración de una suma extraordinario de carácter no remunerativo de $5000 (aparte de lo que pueda llegar a otorgar el gobierno).
4. Una caja de forma extraordinaria (aparte de la que ya venimos recibiendo de productos de La Virginia o de la canasta básica alimentaria).
5. Que las licencias otorgadas por está emergencia sanitaria sean remuneradas al 100%.
6. Qué se tenga en consideración las tardanzas que son ocasionadas debido a las circunstancias de público conocimiento, como mínimo de 2hs, (ya que mucha gente toma dos colectivos para llegar al trabajo).
7. Que se designen a tres personas encargadas de la limpieza del sector y qué dos de ellas, la tarea exclusiva sea la desinfección continuamente del sector).
8. Reducción de la producción, ya que las personas que fueron licenciadas sus puestos no fueron cubiertos por otra persona, pero si la fábrica tomo la decisión de sobrecargar de tareas al operario para cubrir esa vacante."
Desarrollar la organización en asambleas para imponer las demandas y garantizar que se cumplan las medidas de seguridad
Si algo quedó demostrado en los últimos años es que en La Virginia hay fuerzas de sobra para poder pelear por lo que nos corresponde. La planta se paralizó en varias oportunidades en el marco de paros nacionales contra todo pronostico que decía que era imposible. Se participó masivamente a cada asamblea que desde las distintas comisiones internas y delegados convocaron para debatir temas salariales y por supuesto condiciones laborales. Nadie nos puede decir que no se puede. Claramente lo que siempre temió La Virginia es a que los operarios levantemos la cabeza y nos organicemos. Es por eso que sin lugar a dudas si se quiere pelear en serio por conseguir nuestras justas demandas, hay que reforzar la organización desde abajo buscando la participación activa de la mayoría de los compañeros. Que cada paso que se de sea debatido y votado democráticamente. Sin ir mas lejos el año pasado se reincorporaron compañeros dados de baja y se arrancó un bono a la empresa gracias a la combinación de asambleas y bloqueos votados en las mismas.
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Hay que retomar ese camino, ya que de arrebatarle estas demandas a la empresa, la tarea de control no puede quedar en manos del Comité Mixto donde es mayoría la patronal. Para esto es necesario involucrar a la mayor cantidad de compañeros en la pelea tomando en sus manos dicha tarea, votando y poniendo en pie un Comité Obrero de Higiene y Seguridad que tenga la facultad de parar toda actividad que resulte de riesgo para los trabajadores.
A La Virginia nada le importamos. En medio de una emergencia sanitaria que afecta a toda la población mundial solo piensa en proteger sus ganancias. Nuestras vidas valen mas que eso. Al coronavirus lo enfrenamos los trabajadores. Si nos organizamos discutiendo entre todos y resolviendo cada paso en asamblea podemos ganarle.
