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Red Internacional
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DESAPARICIÓN Y MUERTE DE SANTIAGO MALDONADO. Pablo Noceti: una vida dedicada a la defensa de genocidas y a la represión al pueblo mapuche

Te contamos quién es Pablo Noceti, el que dirigió el operativo represivo contra la comunidad mapuche que terminó con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. Este lunes fue denunciado penalmente.

Gloria Pagés

Gloria Pagés @Gloria_Pages

Lunes 3 de agosto de 2020 21:27

En la mañana de este lunes, el Ministerio de Seguridad de la Nación, conducido por Sabina Frederic, presentó una denuncia penal ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 7, a cargo de Sabastián Casanello, contra Pablo Noceti, el exjefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad que dirigía Patricia Bullrich. La denuncia se realizó también contra dos exaltos jefes de Gendarmería, por algunas de sus responsabilidades en los hechos ocurridos entre el 31 de julio y el 1° de agosto de 2017 en la Ruta 40 a la altura de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen (Chubut), que derivaron en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

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Noceti estuvo a cargo del operativo represivo luego del que desapareció Santiago Maldonado. En esa represión intervino Gendarmería Nacional y el Grupo Especial de Asalto Táctico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y fue una cacería en la que participaron alrededor de 100 efectivos de la Gendarmería ingresaron de manera irregular y violenta al territorio de la comunidad mapuche. En ese momento, Santiago Maldonado fue visto por última vez.

Defensor de genocidas y apologista de la dictadura

Pablo Noceti, integró, hasta que fue designado jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, un estudio de abogados que defendió a Galtieri durante el Juicio a las Juntas. Los abogados y colegas del funcionario, Alfredo Battaglia y Luis Fernando Velasco, son miembros de la Corporación de Abogados Católicos, y se refieren a los genocidas sujetos a juicios de lesa humanidad como “instrumentos de revancha y de represalia política”, y que constituyen “la legalización de una venganza, estructurada y diseñada en el poder político, desde el cual se pretende hacer un uso extorsivo del poder judicial al servicio de inconfesables intereses”.

Noceti fue también uno de los abogados defensores de Fabio Iriart, el responsable máximo de la dictadura en La Pampa y excomandante de la Subzona militar 14, quien fue condenado por 31 privaciones ilegales de la libertad y 26 casos de tormentos.

No se privó de nada: fue defensor del coronel Néstor Omar Greppi, exsecretario general durante la dictadura del gobierno de La Pampa, y del expolicía Eduardo Angel Cruz, alias Cramer, que actuó en el circuito represivo Atlético-Banco-Olimpo, donde permanecieron secuestrados y sometidos a brutales torturas cientos de militantes y luchadores durante la dictadura, entre ellos, Guillermo, hermano de quien escribe estas líneas.

Entre los escritos que presentaba siendo defensor de a estos represores, Noceti se manifiesta contra la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, contra la nulidad de las leyes de impunidad y con planteos como que los delitos cometidos durante la dictadura eran “cosa juzgada” y en su condena “impera la legalización de una venganza”.

Este currículum le calzaba perfecto para oficial como jefe de gabinete del Ministerio a cargo de Patricia Bullrich, y para ser quien ordenara y encabezara la brutal represión cuyo desenlace todavía reclama justicia y castigo todos los responsables.

La invención de un enemigo: la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) y el pueblo mapuche

La represión a la comunidad mapuche de la Pu Lof de Cushamen que culminó con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado fue antecedida, como hemos denunciado en este diario, por un plan estatal de “declararle la guerra” a la comunidad mapuche que llevaba años.

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El 18 de abril de 2015, con el ingreso de las fuerzas de seguridad por primera vez al territorio mapuche con el objetivo de identificar a los integrantes de la comunidad e iniciar la investigación por la denuncia de “usurpación” de terrenos, comenzaría una brutal persecución y criminalización sobre la comunidad en pos de defender los intereses del grupo terrateniente italiano Benetton.

Dicha “investigación” judicial derivó en la imputación, por usurpación y otros delitos, de Martiniano Jones Huala, tío de Facundo, y de otros integrantes de la comunidad.
Tres fiscales solicitaron que se aplicara sobre los miembros de la comunidad la ley antiterrorista, que fuera votada durante el kirchnerismo a pedido del imperialismo yanqui. Según el pedido, se consideraba que “el accionar” mapuche afectaba “directamente los intereses de la Nación, hasta el punto de poner en riesgo la seguridad interior”.

¿Cómo entra en acción Pablo Noceti en esta campaña represiva y de estigmatización contra el pueblo mapuche?

El 27 de mayo de 2016 efectivos policiales, del GEOP y de la Gendarmería ingresaron violentamente a la Pu Lof de Cushamen. El primero en llegar fue el Grupo Especial de Operaciones Policiales de Chubut para detener a Facundo Jones Huala, lonko de la comunidad sobre el que pesaba una orden de captura internacional.

El resultado del allanamiento fue la detención de su sobrino Facundo y otros seis integrantes de la Pu Lof. Los seis compañeros de Facundo fueron liberados a los dos días.

La detención de Jones Huala fue seguida de cerca por el Gobierno nacional, al punto de que Pablo Noceti, entonces jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, estuvo presente en la audiencia para la revisión de la detención preventiva de Jones Huala, realizada el 26 de julio de ese año en Esquel. Ese día Facundo no salió en libertad, ya que extendieron su prisión preventiva por otros treinta días.

Pablo Noceti en la audiencia de revisión de la detención preventiva de Jones Huala

No extraña entonces no sólo la presencia de Noceti y las órdenes impartidas “en el terreno”, sino su rol preponderante en el armado de un enemigo que justificara la represión.

A los pocos días de la desaparición de Santiago Maldonado, se iban conociendo detalles que permitieron ir juntando las piezas que componen no sólo a este personaje sino a todo el accionar de este crimen de estado y el discurso legitimador por parte del Estado.

Al repasar cómo se preparó ese operativo represivo a la comunidad de Cushamen recordamos que Pablo Noceti había reunido a todas las fuerzas represivas de la región en Bariloche y les dijo: “Que sepan los miembros de la comunidad mapuche que van a quedar todos presos”, “vamos a detener a todos y cada uno de los miembros de la RAM”. “No tenemos nada que dialogar. Lo único que vamos a hacer es judicializarlos, los vamos a terminar de identificar a todos y a medida que los vayamos individualizando los vamos a ir deteniendo”

Así arengó a su tropa, que al día siguiente desplegó su saña contra la comunidad mapuche y llevó a Santiago a la muerte. “Les dimos corchazos para que tengan”, “tenemos a uno”, se jactaban, expresando el odio y la impunidad con la que fueron a reprimir.

Noceti fue alentado por la Sociedad Rural de la región. Esa entidad ya participó de dos genocidios: el primero, el que se llevó a cabo para fundar el Estado-nación argentino; y el segundo en los años ‘70. ¿Por qué, con esa trayectoria, iban a soportar que se recuperen las tierras de su amigo Benetton?

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Como dijimos en esta nota, Noceti daba extensas entrevistas desde Buenos Aires a radios de la región, como Radio Nacional Esquel y FM Sol. Sin escatimar expresiones dignas de los genocidas a los que supo defender, el funcionario acusó a los mapuches de la Pu Lof de Cushamen de generar “el caos y la zozobra” entre “los ciudadanos comunes”, saqueando e incendiando “los campos de Benetton, de Lewis, del que sea”.

También aseguró que “hay investigaciones que indican que este grupo tiene algún tipo de financiamiento extranjero y soporte logístico”. Y sumando racismo desconfió que vivan “de la caza, de la pesca y de la recolección de frutos”. “A esta gente no se le conoce ningún trabajo”, aseguró mientras afirmaba que “viven en la clandestinidad” y “tienen un predio usurpado a la altura de Leleque” pero que, de tan vagos, “no lo explotan”.

La igualación entre la RAM y la Pu Lof de Cushamen fue una operación pergeñada por el Gobierno para justificar la dura represión sobre sus miembros y la criminalización del lonko Facundo Jones Huala. Pero ni el Ministerio de Seguridad, ni el Poder Judicial ni la gobernación de Mario Das Neves pudieron demostrar que Jones Huala y sus hermanos eran los “terroristas” a los que buscan. Pero la operación ya se había echado a rodar y calentó el clima en la región hasta producir una verdadera explosión con la desaparición de Maldonado.

En la mañana de este lunes, Pablo Noceti fue denunciado penalmente.

Está por verse cómo continuará este nuevo episodio. Lo cierto es que hace tres años Santiago Maldonado desapareció y fue encontrado más tarde muerto, y hasta el momento sólo ha imperado la impunidad y el pacto de silencio. Patricia Bullrich es la principal responsable y deberá más temprano que tarde, sentarse en el banquillo de los acusados.