En esta nota te contamos una de las propuestas que Filo a la Izquierda junto a Pan y Rosas planteamos ante las elecciones de consejeros estudiantiles.
Martes 24 de abril de 2018
—Tenés media falta
—Yo avisé que me demoraba porque el horario que comienza la clase coincide con mi salida de trabajo.
—No importa, tenés media falta.
“Tenés media falta”; fue la única respuesta que pudo darme el profesor cuando traté de explicarle que llegué 10 minutos tarde porque recién salía del trabajo. ¿Era acaso un ataque personal? ¿Era mero capricho? Más bien se trata de las reglas establecidas por el régimen de cursado que siguen los departamentos de Filosofía y Letras, un régimen que atenta contra quienes estudiamos y trabajamos, como sucede con una importante parte de quienes circulan por los pasillos del Centro Prebisch.
Con el ejemplo busco retratar la realidad de miles de estudiantes que intentamos llevar adelante nuestros estudios haciendo malabares entre apretados horarios de cursada y una jornada laboral completa. Es una realidad que muchas veces por sostener un trabajo precario, en negro, terminamos resignado materias.
Ante esto suelen presentarse como soluciones medidas que en realidad no dan respuesta a nuestro derecho a sostener una cursada. Por ejemplo, el “régimen especial de cursado”, aprobado por el Consejo Directivo (con el cual La Bolívar, conducción del centro de estudiantes, hace campaña electoral) para trabajadores, trabajadoras, madres y embarazadas consiste solamente en la justificación de las faltas. Cuando somos miles los que queremos estudiar, la respuesta que nos dan es que se justifica que no estemos en un aula con un aprendizaje simultaneo con el resto de nuestros compañeros.
García-Pagani, la fórmula que se prepara para conducir el Rectorado, dice que le preocupa la deserción estudiantil y señala que en la UNT llega ser del 50% sobre un promedio de 12.500 alumnos ingresantes por año. Dicen estar preocupados pero no plantean ni una medida contra la deserción. Cuando queremos estudiar, las autoridades de la UNT y sus aliados estudiantiles solo nos dan como respuesta un "permiso para faltar".
Desde la agrupación Filo a la Izquierda y Pan y Rosas hemos retomado la propuesta que el PTS y Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) de establecer planes de becas integrales junto a una pelea porque se establezca la triple banda horaria.
La triple banda horaria, ampliando la plantilla docente, permitiría sostener un cursado para quienes también trabajamos y no dejemos la facultad, pero también sería parte la pelea para que muchos otros puedan ingresar. Como señaló la campaña del PTS-FIT, solo con los subsidios que se le destina a la educación privada se podría establecer un plan de becas integrales de diez mil pesos para diez mil personas. Ampliar esto es posible si pensamos otros puntos del presupuesto educativo, como por ejemplo los abultados sueldos de las autoridades y funcionarios. Nadie quiere cuestionar esto, salvo la izquierda.
La pelea para que mayores sectores de la clase trabajadora y sus hijos ingresen y se mantengan en la universidad sabemos que debe ir acompañada de una pelea por organizarnos en las aulas, recuperar espacios como los consejeros estudiantiles y los centros de estudiantes para sean herramientas de organización y lucha, pero también ligándonos a las peleas que dan los trabajadores.
Con el clima electoral de estos días, las agrupaciones ligadas a las autoridades comenzaron a repartir becas de fotocopias y almuerzo, y llaman a votarlas porque nos hacen este “favor”; pero los estudiantes no le debemos nada a estas agrupaciones que, al mismo tiempo, forman parte de las mismas fuerzas políticas que vienen desfinanciando la educación y que votan juntas el aumento del transporte y otros tarifazos. Ya vemos lo que pasa con el boleto estudiantil gratuito para los universitarios, que está supeditado a los cálculos electorales del PJ (donde La Bolívar y Nueva Línea apoyan diferentes agrupamientos) y Cambiemos (donde La Reforma y la Franja Morada respaldan al intendente Alfaro). Además, nos hacen creer que la salida es individual y que debemos conformemos solo con haber logrado una beca de fotocopias o almuerzos para “salvarnos”.
Esta pelea por lograr una educación al servicio de los trabajadores es parte de las ideas que hemos planteado ante las elecciones de consejeros estudiantiles que se realizarán el jueves 26. Frente a lo plantean las autoridades y las fuerzas políticas, es necesario que el reclamo de los estudiantes se haga escuchar porque nuestra educación vale más que sus ganancias.