Misógino, xenófobo, macrista, defensor de Juan Darthes y del asesino Chocobar. Desde su nueva parroquia en Lanús Oeste, el director de Radio María le mandó un video de devoción al obispo de Avellaneda.
Daniel Satur @saturnetroc
Lunes 11 de mayo de 2020 23:18
Misógino y xenófobo cura Fernando Abraham - YouTube
A principios de abril el cura Fernando Abraham recibió un llamado del obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia. El mensaje, con la confianza de tantos años “trabajando” juntos, sería escueto y sin necesidad de muchas explicaciones. “Fernando, necesito que te hagas cargo de la parroquia San Judas Tadeo de Lanús”, le dijo Frassia a Abraham, quien no dudó en hacer sus valijas.
Desde hacía tres décadas el denominado (por amigos y clientes) “cura carismático” de la zona sur del Gran Buenos Aires estaba a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Piñeyro, Avellaneda. Y desde hace años es, además, director de Radio María 90.7, emisora propiedad del Obispado de Avellaneda-Lanús.
El desembarco de Abraham (una de las espadas más afiladas con las que cuenta el obispo Frassia) en la parroquia de Lanús lejos está de ser un hecho común o “de rutina”. Desde 1987 estaban allí los curas de la Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia, un sector de los más conservadores de la Iglesia. Según informó el propio Obispado de Avellaneda-Lanús, el repentino cambio se produce “luego de discernir y dialogar con las personas correspondientes y considerando que es lo mejor”. Las razones de fondo, obviamente, se mantienen en secreto.
Pero fue el propio Abraham (quien no se caracteriza por su discreción) quien dejó entrever la crisis a la que se había llegado en la parroquia de Lanús Oeste. En el video de poco más de un minuto no solo le avisa al obispo Frassia que su retrato está a salvo (no dice dónde lo encontró) sino que describe a sus antecesores como unos verdaderos mugrientos.
Si la Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia padece o no el Síndrome de Diógenes es, al menos para este diario, realmente irrelevante. Lo que importa acá es mostrar las suciedades de Abraham, confesadas inconscientemente en el video lleno de afecto y devoción enviado a su amado superior.
“Bueno, pude rescatar su foto. Gracias, gracias monseñor. Parezco una mucama boliviana”, dice el cura dando a entender que la limpieza no solo no es su fuerte sino que para él esos menesteres son propios de mujeres inmigrantes y no de sacerdotes carismáticos.
A la misoginia y xenofobia manifiestas, Abraham le agrega un toque de servilismo policial. Casi como si fuera un informe de inteligencia, agrega que “la gente de aquí es muy buena. La sacristana se llevó la mesa que faltaba, muy amable, la que ayer leyó la lectura (sic) con usted en la misa… Pero la mugre, los cachibaches… Voy a tener que traer un camión de remolque. Ya llevamos dos camionetas de basura. Bueno, espero verlo pronto. Estoy contento, gracias por la parroquia, trataremos de hacer lo mejor. Pero el chiquero que hay acá adentro no tiene nombre. Lo grabo porque me aconsejó el padre Gabriel Favero que grabara todo como lo encontramos (...) Vamos por más, monseñor. Lo quiero mucho”.
Un viejo conocido
Tal vez por ser director de una radio o por creerse realmente un dios que salva vidas con sólo “imponer” sus manos, Abraham también padece una superlativa incontinencia verbal.
Por caso, el 16 de diciembre de 2018 salió (sin que nadie se lo pidiera) en defensa del actor Juan Darthes, luego de que éste fuera acusado por la actriz Thelma Fardin de haberla violado. Y lo hizo nada menos que atacando a la víctima en sus redes sociales, posteando una foto de Fardin con la leyenda “Que cara rota” seguida de cuatro emojis de “vómito”.
Ante el desprecio público que se ganó en aquel momento, Abraham terminó pidiendo disculpas por televisión en un acto tan poco creíble como bizarro. Su machismo apologista del crimen sexual (nada nuevo en un cura, claro) quedaría inmortalizado en una conversación televisiva por el canal América.
También serían recordadas sus referencias elogiosas al criminal Luis Chocobar, el agente de la Policía Local de Avellaneda que asesinó de un disparo por la espalda al joven Pablo Kukoc tras perseguirlo varias cuadras luego de un robo en el barrio porteño de La Boca. Vale decir que el cura nunca ocultó su devoción política por el macrismo, al que sólo cuestionó por haber habilitado en el Congreso el debate sobre el aborto.
Y si todo eso no es suficiente, vale recordar que Abraham fue parte del medio centenar de curas de la diócesis de Avellaneda-Lanús que en febrero de 2019 (con aval del obispo Frassia) salieron a “bancar” públicamente al párroco Mario Ghisaura de la iglesia Nuestra Señora de Fátima de la Isla Maciel.
Ghisaura había sido nombrado en esa parroquia en diciembre de 2018 por Frassia en reemplazo de Francisco “Paco” Olveira, reconocido miembro del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres. Y apenas llegó, según denunciaron los propios feligreses, tapó los murales que homenajeaban a Carlos Mugica y Enrique Angelelli (asesinados en los 70 por sus opciones político-ideológicas) y retiró del convento imágenes de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.
El apoyo de Abraham y otros curas al fascistoide Ghisaura llegó hasta el Vaticano, donde meses después Jorge “Francisco” Bergoglio recibió al cura de la Isla Maciel y le brindó su respaldo. Porque en definitiva, como dirían los amigos de Ghisaura en una carta pública para defenderlo, sus acciones “no provienen exclusivamente de una postura ideológica sino de opciones pastorales y de gestión”.
Este lunes, al ver el video que Abraham le envió al obispo Frassia, Paco Olveira se descargó en Facebook. “¿Mucama boliviana? De lo que rebosa el corazón habla la boca, dice la Palabra de Dios. Está claro que lo que rebosa del corazón de Fernando Abraham es discriminación, como lo viene demostrando hace tiempo. ¡Menudo ejemplo de pastor! Servil y enfermo. Pero, como dice el dicho, el problema no es del chancho sino del que le da de comer”, protestó el expárroco de la Isla Maciel, ahora “desterrado” en la capilla Beato Enrique Angelelli y Compañeros Mártires de Merlo, en la otra punta del Gran Buenos Aires.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).