La semana pasada el gobernador atacó la huelga docente provincial mintiendo sobre lo que cobra una maestra. Ahora, frente al segundo día de paro provincial, cual patrón de estancia, toma asistencia en cada escuela. Está cada vez más parecido a Milei. Para pararle la mano primero es necesario debatir democráticamente en asambleas y convocar a un Congreso provincial. En segundo lugar, es fundamental unir nuestros reclamos con la comunidad y otros sectores de trabajadores, como hizo Misiones.
Miércoles 19 de junio 11:39
Luego de haberle aprobado la ley Bases a Milei, el gobernador está envalentonado: amenazando a la docencia con descuentos por realizar la huelga. Primero largó su campaña mediática con mentiras sobre el sueldo docente de la provincia, como el "más alto del país". Es una falacia: puede ser que los sueldos nominalmente sean más altos que otras provincias, pero eso no quita que la canasta básica familiar en la Patagonia sea mas cara que el resto del país. Para decirlo con otras palabras, "somos la docencia con los sueldos más altos del país que no llegamos a fin de mes". Una maestra de grado apenas llega a los $650.000 cuando la canasta básica es de $850 mil. En Rio Negro, el gobierno paga sueldos de pobreza.
Pero la rabia anti huelga del gobernador sacó a relucir métodos ya usados por la repudiada Arabela Carreras: el botón de asistencia en día de paro. En una persecución anti sindical por fuera de todo derecho elemental. Weretilneck nos exige a la docencia confirmar si asistiremos a la escuela o si hacemos paro. Antidemocrático.
Esta línea contra el paro ya la vimos en marzo, cuando persiguió a las enfermeras de la salud pública que le pararon todos los hospitales provinciales. Llegó a sumariar trabajadoras, mientras las amenazaba por cadena provincial e invitaba al personal estatal a renunciar y pasarse al sistema privado.
Con toda esta campaña Weretilneck quiere esconder un problema que es mucho más grande que nuestro sueldo. La provincia está ajustando y eliminando programas escolares como el Esquí Escolar, con escuelas sin calefacción, sin transporte escolar garantizado, entre tantas otras cosas que sufre el conjunto de la comunidad educativa. Es que cada peso que recauda en vez de asignarlo a educación, salud o vivienda; va a parar a los bolsillos de los tenedores de los Bonos Castello, esa deuda externa provincial cada vez más impagable. Mención aparte merece la situación social y económica de las familias de los estudiantes: precarizadas, pobres; las escuelas brindan la comida que no tienen en sus casas.
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¿Cómo lo enfrentamos?
Hay que pararle la mano. Pero para eso es necesario que la conducción central de la UnTER, la Azul Arancibia, rompa su convivencia con el gobierno. Hay que convocar a asambleas por escuela y por seccional y asegurar sin postergación alguna la convocatoria al Congreso provincial. Ya resultaba imprescindible que UnTER convoque a paro el día que se trataba la Ley Bases. La Central -al igual que las CTA y la CTERA a nivel nacional- decidieron abstenerse dejándonos en peores condiciones para luchar en las calles contra la nefasta Ley del RIGI, las facultades delegadas, la reforma laboral y las privatizaciones. Ahora, cuando se resuelve hacer paro, se decide en Plenario de Secretarios Generales, entre la conducción central y las conducciones seccionales, pero postergando el Congreso que debía sesionar hoy 19 de junio.
Es hora de luchar más seriamente. Necesitamos tener espacios de debate en cada escuela llegando a la comunidad de padres y coordinando todos los reclamos sectoriales. Tomando el ejemplo de Misiones, que con una lucha decidida y en unidad con el resto de estatales, estudiantes y pueblo pobre le torcieron el brazo al feudo de Rovira y Passalacqua.
Desde la agrupación docente 9 de Abril impulsamos desde el primer día que asumió Milei la necesidad de avanzar en la organización, tratando de que las y los docentes sean parte de las luchas políticas contra las peores medidas del plan de ajuste de Milei. Y a su vez nos solidarizamos con la lucha de Salud y la de las Universidades. Consideramos que para estar a la altura de las circunstancias la UnTER y toda la CTA debe dejar de luchar a medias e individualmente por rama sindical. Exigimos que UnTER asegure la convocatoria a Congreso provincial y a asambleas por escuelas y seccionales. Que convoque a toda la comunidad educativa para levantar un pliego de reclamos común. Contra el ajuste de Weretilneck y Milei decimos: plata para Educación, no para el Bono Castello ni el FMI.