El diputado Luis Malla del Partido Liberal se encuentra realizando una campaña ciudadana que busca poner urgencia en la agenda de seguridad apostando por mayor represión y leyes punitivas, disfrazado con un discurso de supuesta preocupación. Utilizando el sentir de la población ante el aumento de casos de violencia y descomposición social para entregarles mayores recursos, facultades y terminar legitimando a instituciones como Carabineros, pero sin entregar ninguna respuesta de fondo a los profundos problemas sociales de la región, los que siguen sin respuesta, mientras aumenta la precarización y la pobreza.
Domingo 30 de octubre de 2022
El Diputado por la Región de Arica y Parinacota, Luis Malla se encuentra realizando una campaña ciudadana que lleva por nombre “Arica Segura”, que busca darle mayor urgencia en la agenda de seguridad para Arica. Son 8 proyectos los que se proponen: Policía fronteriza, Ley Anti Coyotes, Policía Municipal, Ley Anti robo de cables, Ley anti loteos legales, Ley anti extorsión y amenazas. Estas propuestas van en la misma línea de lo que han venido planteando las autoridades locales, desde el municipio hasta el gobierno regional, que en concreto exigen mayores recursos para represión, con discursos criminalizadores y punitivos donde constantemente ligan delincuencia con migración.
Respecto de lo anterior, el diputado Luis Malla, explica: “Estos proyectos van en la línea de abordar la problemática actual que vivimos hoy en la región de Arica y Parinacota. Tenemos la convicción de que estos aportes legislativos nos darán un marco de acción más robusto y realista para enfrentar la compleja situación que hoy se vive. A su vez, estos proyectos consideran aportar a la labor de las policías con propuestas que potencian su desempeño y una mejora en la focalización de sus funciones liberándolos de tareas administrativas que muchas veces restan capital humano en donde más se necesita”. Ante esto es necesario preguntarnos si realmente el destinar mayores recursos y facultades para instituciones como carabineros, acabará con problemas como la delincuencia y resolverá los grandes problemas que aquejan a la región.
El no visualizar la delincuencia como un fenómeno que tiene un origen social (precariedad, bajos salarios, desempleo, falta de vivienda, etc) implica reducir la responsabilidad del fenómeno en tan solo un individuo. Esto deja libre de responsabilidad a un sistema que reproduce la pobreza a nivel general.
Si bien Malla se refiere al aumento de la delincuencia, nada dice del aumento de la desigualdad social y pobreza en la región, donde el trabajo informal creció post pandemia, por lo que las condiciones laborales son aún más precarias e inestables. Siendo una de las regiones con menores niveles de empleo protegido, es decir, de cada cinco personas, apenas una cuenta con contrato. Se mantienen los altos niveles de déficit habitacional y hacinamiento, por ende no es casualidad el aumento de las tomas, donde además el acceso a una vivienda propia es casi imposible. Esta profunda realidad es la callan desde el Municipio hasta el propio Gobierno y son las reales problemáticas a las cuales no responden las autoridades.
Ante esto es fundamental contrarrestar cuales son las reales necesidades de la región como: vivienda, salud y educación. En medio de todo ese escenario, las prioridades y fuerzas del municipio, están puestas en fortalecer el aparato represivo, que hasta hoy no ha solucionado el problema de la delincuencia. En vez de enfocarse en las necesidades, apuesta incluso en una policía municipal, aumentando las facultades para mayor represión en las calles. Esto incluso hace a preguntarse ¿es tan prioritario destinar recursos para conformar este tipo de instituciones? Mientras que en paralelo, el municipio aún mantiene a la mayoría de sus trabajadores de los distintos programas e instituciones como honorarios, donde son empujados constantemente a irregularidades e inestabilidad laboral, que por consecuencia genera que distintos recintos, como los de salud (principalmente los CESFAM) mantengan un funcionamiento precario, siendo las y los usuarios, los más perjudicados. ¿Qué dice el municipio sobre esto? Por años ha callado y mantenido estás condiciones y hoy, ante estas necesidades evidentes, prioriza la represión. ¿Realmente el municipio y los diputados del Partido Liberal, están tomando el sentir y las verdaderas necesidades de la población en la región?
La “lucha contra la delincuencia” como excusa para impulsar políticas antiinmigrantes
De la misma manera, frente a la situación migratoria, la salida principal ha sido constantemente fortalecer la represión y el discurso que vincula a quienes migran con la delicuencia, exacerbando la discriminación para las cientos de familias que migran y que se encuentran con precarias condiciones de trabajo, que se mezclan con las existentes en la región del aumento de trabajo informal, que es usado por los sectores de derecha incluso, para poner en contra a trabajadores nativos y migrantes, mientras los empresarios que entregan estas condiciones coexisten gracias a la complicidad del Estado y sus instituciones.
Por eso no hay que dejarse engañar, el fortalecer instituciones represivas e impulsar medidas reaccionarias no darán solución a problemas sociales, ni tampoco mejorarán las condiciones de vida y en ningún caso irán en beneficio de los trabajadores y sectores populares. Más bien “su pelea contra la delincuencia” es el caballito de batalla de sectores del régimen para fortalecerse, también a instituciones deslegitimadas e incluso le abren paso a la derecha tomando su agenda.
Demandas sentidas como educación, salud y vivienda están pendientes y son urgentes de retomar, chocando con intereses empresariales. Intereses con los cuales no buscan chocar quienes se ubican de “defensores de la gente”, ya que mientras la desigualdad se profundiza y aumenta la pobreza, los grandes empresarios continúan sacando cuentas alegres.
