El Partido Republicano en EUA lleva adelante políticas contra los inmigrantes, en una campaña de militarización y cierre de fronteras.
Miércoles 7 de julio de 2021 18:23
En la imagen, el gobernador de Texas, Greg Abbott, saluda a Donald Trump con quien se alinea en su política antinmigrante y xenófoba, ambos pertenecientes al mismo partido político imperialista, el Partido Republicano.
A principios de junio, Abbott y Doug Ducey, gobernador de Arizona, enviaron un comunicado a los demás gobernadores de los diversos estados, conminándolos a construir el muro fronterizo y solicitando su apoyo para que envíen cuerpos represivos del Estado a la frontera sur de EE. UU. y así frenar la crisis migratoria; pidiendo, además, al presidente Biden que declarara una emergencia nacional en su frontera con México.
No te pierdas: Migración en tiempos de Biden y AMLO: Crisis en la frontera y opresión imperialista
No te pierdas: Migración en tiempos de Biden y AMLO: Crisis en la frontera y opresión imperialista
Los gobernadores estatales del mismo Partido Republicano –Kay Ivey (Alabama), Asa Hutchinson (Arkansas), Kristi Noem (Dakota del Sur), Ron DeSantis (Florida), Brad Little (Idaho), Kim Reynolds (Iowa), Pete Ricketts (Nebraska) y Bill Lee (Tennessee)– enviaron policías estatales y elementos de la Guardia Nacional, aportando al apuntalamiento y represión en la frontera con México contra los migrantes que cruzan del otro lado con la esperanza de cumplir el sueño americano.
Además, esta medida es apoyada por el empresario antimigrante Willis Johnson (desde la fundación Willis y Reba Johnson), quien financió un despliegue de tropas, aportando con cientos de miles de dólares, en Dakota del Sur. Recordemos que a este empresario millonario también se le vincula con el republicano Trump, a quien financió constantemente de 2017 hasta 2021 y que ahora lleva adelante sus políticas xenófobas a través de Kristi Noem, otra prometedora figura del Partido Republicano fuertemente alineada con la política de Donald Trump.
Tomorrow morning I'm officially announcing up to 50 National Guard troops to Texas to help secure our border. The Biden Administration has failed to keep America safe. We shouldn't be making our own communities vulnerable by sending police to fix Biden's border crisis.
— Governor Kristi Noem (@govkristinoem) June 28, 2021
Estas actitudes ponen de manifiesto el manejo que tiene la clase dominante y sus representantes políticos, donde magnates pueden usar su dinero para incidir en las decisiones de los Estados de la sociedad capitalista; revelando su menosprecio por las y los migrantes de nuestra clase, indispensables en sectores importantes de comercio en EE. UU., pero que mantienen en condiciones de semiesclavitud como si fueran personas de segunda y negándoles derechos humanos, evidenciando el maridaje entre la ilegalidad migratoria y el aprovechamiento que la clase capitalista hace para precarizar su fuerza de trabajo.
El trinomio antimigrante perfecto: republicanos, demócratas y gobierno mexicano
Este 5 de julio, el presidente mexicano se reunió a puertas cerradas con una comisión del senado de EE. UU., en la que, comentó, se trataron temas como la reapertura de la frontera, la migración, la pandemia y el comercio. Sin embargo, no atienden denuncias contra el Instituto Nacional de Migración por los peligros y condiciones a los que se enfrentan los migrantes en México ante la militarización de sus fronteras sur y norte, sino que apuestan a una migración regular, segura y ordenada, pero… ¿de acuerdo con qué o con quién? La respuesta está en el envío de tropas a la frontera sur de EE. UU. para evitar la migración “irregular” y en la propia militarización de las fronteras en México.
Los asistentes a Palacio Nacional fueron los senadores demócratas Tim Kaine y Ben Ray Luján, los republicanos Rob Portman, John Hoeven y Mike Crapo, además del encargado de Negocios de Estados Unidos, John Cramer; por México acudieron Marcelo Ebrard, Tatiana Clouthier, Esteban Moctezuma Barragán, embajador de México, y Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la cancillería.
Cabe destacar que, mientras los demócratas apuestan por separar a los niños inmigrantes de sus familias, toda vez que se permite su paso hacia EE. UU. con la no detención y enviándolos a refugios al puro estilo de los campos de concentración, así como se triplican las detenciones y deportaciones de activistas que defienden a migrantes, los republicanos mandan a la Guardia Nacional y efectivos policiales a la frontera con México, en estados como Arizona y Texas, como parte de su política antimigratoria. Aún así, el presidente mexicano aseguró que su reunión fue “cordial y amistosa”.
Sabemos, de antemano, que la militarización de las fronteras desplegada por la 4T profundiza la violencia contra los migrantes –indocumentados o los que lograron legalizar su pase de alguna manera, como los jornaleros– y que, fungiendo ese papel, las fuerzas represivas del Estado mexicano actúan como las encargadas de resguardar los intereses de la burguesía imperialista estadounidense en contra de la clase trabajadora migrante. Es la contracara de pasar por alto la responsabilidad que tiene el imperialismo sobre los países oprimidos de América Latina, donde ha causado mayor pobreza y explotación con sus políticas de saqueo y endeudamiento público, entre otras.
¡Solidaridad de la clase obrera, que es una y sin fronteras!
Las condiciones que enfrentan las y los migrantes en Estados Unidos, como el racismo, la xenofobia, la violencia estatal y condiciones de semiesclavitud, son similares a las de la clase trabajadora en Latinoamérica, cada vez más oprimida y explotada; pero no es casual, ya que es la manera como opera el capitalismo y, más aún, en el corazón mismo del imperialismo.
Y ya que la clase dominante se organiza por arriba en contra de los migrantes, resulta indispensable la unidad de la clase obrera a ambos lados del Río Bravo, así como del movimiento de mujeres, organizaciones democráticas, populares y de izquierda, para movilizarnos por la desmilitarización inmediata de la frontera y el cierre de los centros de detención, así como por libre tránsito y plenos derechos para todos los que migran con o sin documentos; en el caso de México, por la disolución de la Guardia Nacional y la vuelta del ejército a sus cuarteles, y que los recursos que se destinan para la militarización del país vayan a los sectores de salud pública y educación. ¡Unámonos por paso libre para todos los migrantes!
Diana Palacios
Profesora egresada de la Normal Superior, colaboradora en IdZMx