Patricio Aylwin apoyó el Golpe de Estado desde la presidencia de la Democracia Cristiana y siendo presidente post-dictadura dejó en completa impunidad a los responsables de las violaciones de los derechos humanos.
Jueves 1ro de diciembre de 2022
La inauguración de la estatua de Patricio Aylwin junto al presidente Gabriel Boric y los ex presidentes Sebastián Piñera y Ricardo Lagos no sólo es un tributo a la impunidad para los violadores de los derechos humanos de ayer y de hoy, sino que es un homenaje a los colaboradores del Golpe de Estado.
Te puede interesar: Boric rinde homenaje a los 30 años con estatua del golpista Patricio Aylwin frente a La Moneda
Te puede interesar: Boric rinde homenaje a los 30 años con estatua del golpista Patricio Aylwin frente a La Moneda
Patricio Aylwin, como dirigente de la Democracia Cristiana en los tiempos de dictadura y posterior presidente de la post dictadura, refleja un ánimo de claudicación del programa de gobierno centroizquierdista de Gabriel Boric con las demandas del pueblo trabajador y los movimientos sociales. En esta nota te damos las razones del porqué repudiar este símbolo de los 30 años de la ex Concertación y del legado de Pinochet.
1) La participación de la Democracia Cristiana en los preparativos del Golpe
Antes de la asunción del gobierno de Salvador Allende la Democracia Cristiana estuvo implicada en los preparativos para impedir su acceso al gobierno. Según los documentos secretos extraídos de la ITT (Telephone and Telegraph Corporation), las probabilidades de frustrar la asunción del poder por Allende se sostenían fundamentalmente en un colapso económico que fue estimulado por algunos sectores de la comunidad política y financiera y por el mismo presidente Frei Montalva (DC).
El periodista e historiador Mario Amorós, sostuvo que la DC y en concreto Patricio Aylwin (su presidente desde mayo de 1973) y Eduardo Frei (presidente del Senado desde aquellas mismas fechas) tienen una grave responsabilidad en el golpe de Estado del 11 de septiembre. Ya a mediados de septiembre de 1970 Frei envió mensajes muy claros a la Casa Blanca sobre el peligro que para sus intereses geoestratégicos representaría el futuro gobierno de Allende, mientras personas de su círculo más próximo promovían un especie de “golpe blando” que detuviera el proceso institucional que iba a derivar en la elección de Allende por el Congreso Pleno, con el apoyo oficial por cierto de la DC, presidida entonces por Benjamín Prado.
También la "campaña del terror" era protagonizada por la Democracia Cristiana. Andrés Zaldívar, Ministro de Hacienda de Frei Montalva, pronunciaba un discurso catastrofista buscando sembrar el temor entre las masas, esencialmente la clase media, frente al triunfo electoral de Allende: "Con posterioridad al acto eleccionario, el comportamiento de la economía ha cambiado radicalmente ... El primer impacto se reflejó esencialmente en una violenta presión ejercida por depositantes y ahorrantes para retirar sus recursos ... Por otra parte, la corriente de ingresos de capitales se detuvo bruscamente y no muestra síntomas de recuperación ... Ciertas empresas han procedido a suspender sus planes de expansión y aún a paralizar algunos que están en marcha ... Con posterioridad al 4 de septiembre, se ha visto seriamente afectada la construcción de viviendas financiadas por el sector privado".
La Democracia Cristiana es una organización de la burguesía, en cuya formación y financiamiento participó directamente la CIA norteamericana. El 18 de abril de 1974 Eduardo Frei y el nuevo embajador de Estados Unidos, David Popper, mantuvieron una reunión. El resultado fue el pago de cuarenta mil dólares a la Democracia Cristiana producto del gasto entre el 1 de julio y el 10 de septiembre de 1973, es decir, durante los preparativos del Golpe de Estado.
La burguesía a través de la DC había establecido el lugar que ocupaban las FFAA en la defensa del Estado burgués en caso de que fallaran los fenómenos de autoorganización de la clase obrera, como los Cordones Industriales.
2) Aylwin, el anticomunista
Patricio Aylwin fue presidente de la DC desde mayo de 1973, su consigna fue no dejar pasar el gobierno de Salvador Allende, a los sectores de izquierda y lo que ellos consideraban eran ideas marxistas.
Mario Amorós relata: "Cuando a fines de julio, respondiendo al dramático llamado del cardenal Raúl Silva Henríquez, se abrió el último diálogo entre Allende y Aylwin, este le exigió una capitulación en toda regla, le demandó que cediera el poder político a las Fuerzas Armadas. A cambio de una tregua, reclamó a Allende que se convirtiera en González Videla, que traicionara a los partidos que sustentaban su gobierno y al movimiento popular. En aquellos días existieron contactos indirectos entre Aylwin y los generales que preparaban el golpe desde el llamado “Comité de los 15”." El diálogo con el gobierno de Allende se cerró por parte de la Democracia Cristiana, buscando nuevos aliados en los cuarteles.
3) Las masacres obreras de los gobiernos de la Democracia Cristiana
Durante el gobierno de Frei Montalva hubo tres grandes masacres obreras: El Salvador durante el 11.03.66, en Santiago el 23.11.67 y en Puerto Montt el 9.03.69.
La Masacre de Pampa Irigoin, Puerto Montt, es una de las más emblemáticas. Los hechos ocurrieron la madrugada del 9 de marzo de 1969, en un terreno que fue ocupado por más de 90 familias, con la esperanza que fuera expropiado por el Estado, al encontrarse abandonado. Por orden del entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Zujovic (DC), se dio inicio al desalojo a las 07:00 horas, El saldo de la fatídica jornada fueron 10 fallecidos. Pese a lo crudo del hecho, y las más de cinco décadas que han pasado, lo que más lamentan las familias es que la justicia y reparación nunca llegaron.
4) Justicia en medida de lo posible: impunidad a los violadores de los DD.HH
La famosa frase "justicia en medida de lo posible" fortaleció la impunidad de las fuerzas armadas involucradas en la detención, tortura, abuso, desaparición forzada y ejecución de trabajadores, campesinos, mujeres, estudiantes y militantes de izquierda. Expresándose así, que durante los primeros años de gobierno no hubo ninguna condena para los responsables de los crímenes de lesa humanidad y Augusto Pinochet seguía legislando como senador vitalicio.
Según el historiador Mario Garcés, durante el gobierno de Patricio Aylwin emergió el desencanto y la frustración desde los organismos y movimiento de derechos humanos, cuando se disociaron las tareas relativas a la verdad y la justicia. Mientras se podía avanzar en la verdad, aunque siempre con límites, sobre todo con relación a la recuperación de los cuerpos de los detenidos desaparecidos, en el terreno de la justicia predominó la impunidad como producto de la vigencia de la ley de Amnistía, el poder de la justicia militar y la débil voluntad de los tribunales para “hacer justicia”.
5) La creación de La Oficina
La historia de este organismo oscuro que funcionó durante los primeros años de la democracia chilena y del que poco se sabe fue investigada por Dauno Tótoro Taulis y Javier Rebolledo en el libro “‘Rati’, Agente de la Oficina”.
Se trata del decreto 363 que, según señala el escrito: “prestará asesorías y propondrá medidas relativas” a la planificación estratégica y coordinación “de las políticas de Seguridad Pública vinculadas al ámbito terrorista”. Es decir, buscaba generar inteligencia civil para el Estado, intercambiando información de la mano de Carabineros y la Policía Civil de ese entonces, además de personal militar para perseguir a grupos de extrema izquierda.
“Me encargó (Aylwin) especialmente que desarticulara los movimientos armados que había en el país: el Frente Patriótico, el Lautaro, lo que quedaba del MIR, los sectores descolgados de la DINA, de la CNI… en fin. Y se cumplió”, dijo Belisario Velasco, demócratacristiano ex subsecretario del Interior de Patricio Aylwin, el 2016 en una entrevista.