Este miércoles se reunió con Yolanda Díaz (Sumar) para buscar un acuerdo de coalición. Busca una nueva investidura con amnistía parcial a los imputados del movimiento independentista y negando la autodeterminación de Catalunya.
Miércoles 4 de octubre de 2023 12:12
Tras las elecciones del 23 de julio, en las que el derechista Partido Popular no logró la mayoría necesaria para formar gobierno. Su candidato Alberto Núñez Feijóo, fue el candidato con más votos, pero según el sistema de monarquía parlamentaria español, necesita sumar una mayoría en la cámara de diputados para poder formar gobierno. Se abrió un primer momento de negociaciones encabezadas por Feijóo que finalmente fracasó.
Tras la derrota de la de la investidura de Núñez Feijóo, quien en la segunda votación de investidura celebrada el pasado viernes no consiguió los apoyos necesarios para ser investido, se abre una nueva etapa en la carrera hacia la formación de Gobierno.
La segunda etapa arrancaba formalmente el martes cuando, tras la derrota del líder del PP, el Rey Felipe IV propuso al actual primer ministro Pedro Sánchez la formación de Gobierno. Aún no hay fecha para el debate de investidura, pero según el procedimiento la fecha límite sería el 27 de noviembre.
Ya ha quedado definido el eje articulador de la derecha en los próximos meses. La comparecencia de Feijóo tras su fracaso reafirmaba el discurso españolista centrado en la oposición a una posible amnistía y cualquier “concesión a los independentistas” catalanes. Algo que, sin duda, marcará la agenda de toda la derecha hasta la formación de nuevo gobierno.
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En la rueda de prensa tras su visita al Rey, Sánchez no hizo más que constatar un secreto a voces, la cuestión central que definirá una posible nueva investidura pasa por el apoyo o no de los partidos independentistas, quienes hasta ahora sostienen que exigirán una amnistía y condiciones para realizar un referéndum por la autodeterminación.
Desde las elecciones del 23J, se ha instalado en el centro del debate político la cuestión de la amnistía y la autodeterminación.
Respecto a lo que Sánchez verbalizó lo que ya sabíamos: se apresta a negociar algún tipo de amnistía parcial, pero mantiene su rechazo explícito a un referéndum.
No hay duda, a pesar del absoluto secretismo en el que se están desarrollando las negociaciones del PSOE con sus posibles socios y apoyos de investidura, que los debates que viene dándose desde hace semanas entre todos los grupos del llamado “bloque progresista” y los sectores independentistas giran sobre esta cuestión.
Respecto a la cuestión de la autodeterminación la posición del PSOE no es nueva. “Lo he dicho siempre. Y no solo porque no lo contempla la Constitución, sino porque es contrario a lo que he defendido siempre con mi palabra y con mi acción”, expresó Sánchez cerrando cualquier tipo de debate. La defensa de la “unidad nacional” forma parte del ADN del PSOE como pata izquierda de este régimen político y lo demostró con el papel que jugó en 2017 formando parte del bloque reaccionario junto al PP que avaló la enorme represión dirigida hacia Catalunya.
La claridad de Sánchez respecto a la negación del derecho de autodeterminación y la puerta abierta a una amnistía limitada no solo pretende responder a los líderes de Junts y ERC, sino también a los sectores del régimen y del IBEX quienes, si sus negocios se siguen garantizando, podrían aceptar una restauración del régimen en clave “progresista”. Un acuerdo discreto, con una amnistía limitada, que consiga el aval de los partidos independentistas y permita la constitución de un nuevo gobierno “progresista” sería una opción, al mismo tiempo que se pone un candado al derecho a decidir.
Por su parte, Yolanda Díaz, quien también comparte la regla de las negociaciones a puertas cerradas del régimen político, también se suma a este reto, queriendo ser una de las llaves que cierre el nuevo candado del régimen del 78. El bloque Sumar encabezado por Díaz, pero que incluye también a Podemos, niegan el derecho a la autodeterminación a través de fórmulas y discursos como los expresados por Díaz de acabar con la “unilateralidad”. Algo que en los hechos significa abandonar el derecho a decidir del pueblo catalán.
El primer encuentro de la ronda oficial de negociaciones planeada por Sánchez con los líderes de los distintos partidos ha sido con Yolanda Díaz este miércoles. Respecto al mismo, Díaz ha declarado que “las discrepancias con el PSOE no están en lo territorial.” Así la líder de Sumar deja claro el acuerdo respecto a cerrar la cuestión catalana sin autodeterminación, pero con amnistía como base para afrontar la nueva legislatura.
Al mismo tiempo Díaz trata de aparecer como un sector que pelea por un contenido más social del futuro Gobierno. Si en lo territorial ha llegado a la reaccionaria posición del PSOE, compartida también con la derecha, en lo social Díaz busca mostrarse como algo más a la izquierda del PSOE. Sin embargo, el gobierno que pueda conformarse tras las negociaciones será en el mejor de los casos una reedición débil del anterior -del que ella ha sido vicepresidenta- el cual ya demostró durante cuatro años su limitada agenda social, a excepción de algunas medidas cosméticas que el permitieran sostener un relato progresista con impacto sólo en lo discursivo y no en lo material. Ejemplo de ello fue la Ley de vivienda, el Ingreso Mínimo Vital, el escudo social… medidas todas ellas tan limitadas que no tuvieron casi ningún impacto real en la vida de millones de trabajadores, migrantes, mujeres…
La realidad es que esta “agenda social” en manos de sectores del régimen político que no pretenden tocar los intereses de los bancos y las grandes empresas, es una cuestión de puro relato. La verdadera agenda que buscarán aplicar la próxima legislatura es la dictada por Bruselas y sus planes de ajuste.
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Las próximas semanas estarán marcadas por las negociaciones entre los distintos partidos del bloque “progresista” y los partidos independentistas, al tiempo que veremos cómo se envalentona la derecha. Unas semanas en las que pretenden cerrar el debate sobre la autodeterminación a cambio de una amnistía limitada.
Una lucha unitaria por la amnistía total y el derecho de autodeterminación
En la izquierda radical, hay quienes pretendemos abrir el debate y plantear una posición de independencia de clase que una la lucha por las demandas democráticas negadas y por un programa de emergencia social ante la crisis. Un programa de lucha la amnistía total y la autodeterminación, y que incluya medidas como la derogación de todas las leyes liberticidas, de todas las reformas laborales precarizadoras, los pensionazos, junto con la lucha por reducir la jornada laboral sin merma salarial, por adelantar la jubilación a los 60 años y 55 para los empleos insalubres, por un SMI de 1800 euros, cláusulas de revisión salarial mensuales, la expropiación de los grandes tenedores y la intervención del mercado inmobiliario bajo control de los inquilinos y la nacionalización de todo el sector energético. Porque sabemos que solo con una lucha de este tipo, que unifique a la clase trabajadora y los sectores populares de todo el Estado español, podremos enfrentar de verdad a la derecha.
Esta perspectiva se ha comenzado a expresar en distintos eventos y espacios como el gran acto por la Amnistía Total de todxs los luchadores, un Foro organizado por Izquierda Diario en Madrid, en el que participaron representantes de sectores represaliados del ámbito político, social y sindical, y al que acudieron más de 140 personas. O en el Manifiesto de Sindicalistas por la Amnistía Total, impulsado por jóvenes precarios de Telepizza, al que han adherido más de 150 sindicalistas en solo una semana. En el mismo sentido, el acto que se celebrará en Barcelona el próximo 10 de octubre. Ejemplos de que existen sectores que pretenden pelear para que no se termine poniendo un nuevo candado a este régimen político, que luchan por defender la amnistía total y el derecho a decidir del pueblo catalán y todos los pueblos oprimidos del Estado español.
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