Fundador de PayPal y principal aliado de Trump en Silicon Valley. Vendido como un polemista excéntrico que impulsa la extrema derecha en Estados Unidos y financia candidatos republicanos que impulsan una campaña contra los derechos de la población LGBTIQ+ y las mujeres.
Pablo Herón @PhabloHeron
Miércoles 3 de mayo de 2023 10:49
Sigo comprometido con la fe de mi adolescencia: con la auténtica libertad humana como condición previa para el bien supremo. Me opongo a los impuestos confiscatorios, a los colectivos totalitarios y a la ideología de la inevitabilidad de la muerte de todo individuo. Por todas estas razones, sigo llamándome "libertario".
Son las primeras palabras del empresario germano-estadounidense, Peter Thiel, en su ensayo “La educación de un libertario” [1]. Que el primer pasaje a algo más concreto, tras hablar de la “libertad humana” y el “bien supremo”, sea una exigencia contra los impuestos (a los ricos) habla por sí mismo. Su fortuna hoy está valuada en 4,2 mil millones de dólares. Entre sus propuestas excéntricas llega a plantearse la posibilidad de desarrollar islas artificiales sobre el mar y viajes al espacio a lo Elon Musk.
Es considerado uno de los empresarios y políticos más influyentes en la derecha libertaria estadounidense, tuvo su propio paso por el gobierno de Trump. En su visión la “‘democracia capitalista’ es un oxímoron” debido al enorme aumento de beneficiarios de asistencia social y, atención, la extensión del derecho al voto a las mujeres desde 1920 [2]. Su cuestionamiento se basa en que esa democracia, que si algo supo durante el neoliberalismo fue aumentar la desigualdad entre trabajadores y empresarios, no está a la altura del capitalismo voraz que desea. De allí surgen las críticas al totalitarismo empresarial que predica.
Del mundo empresarial a la política
En su paso por la Universidad de Stanford, donde se recibió de abogado, encabezó una revista conservadora donde ya esbozaba sus posturas. En su primer libro llegó a cuestionar denuncias de violaciones a mujeres en los campus argumentando que “una mujer podría ‘darse cuenta’ de que había sido ‘violada’ al día siguiente o incluso muchos días después. En estas circunstancias, no está claro quién debe ser considerado responsable. Si el alcohol hizo que ambos lo hicieran, ¿por qué habría de obviarse más el consentimiento de la mujer que el del hombre? ¿Por qué se le echa toda la culpa al hombre?” [3]. Tras sucesivos cuestionamientos, dos décadas después tuvo que realizar una autocrítica por esos dichos.
Te puede interesar: Homocapitalismo: ¿inclusión o productividad?
Te puede interesar: Homocapitalismo: ¿inclusión o productividad?
Años más tarde se convirtió en uno de los fundadores de PayPal, la plataforma para enviar y recibir dinero que se volvió más conocida en Estados Unidos en los 2000. En ese grupo autodenominado PayPal Mafia también estaba Elon Musk, actual dueño de Tesla y Twitter. Desde ahí Thiel se caracterizó por invertir en las start-up que desarrollan innovaciones tecnológicas, llegando a tener un porcentaje importante de las acciones de Facebook en sus inicios e integrar el directorio hasta hace poco. Entre las compañías donde invirtió se encuentran también Airbnb, Asana, LinkedIn, Lyft, Spotify, Twilio, Yelp y Zynga [4].
En 2003 fundó Palantir, una compañía especializada en big data que recibió financiación del fondo de inversión de la CIA, In-Q-Tel [5] y cuenta entre sus clientes con organismos públicos como el Ministerio de Defensa. Más de la mitad de sus ingresos provienen de organismos gubernamentales, hoy está valuada en casi 16 mil millones de dólares. Otra startup, Anduril, dedicada a construir torres de vigilancia automatizadas y drones para fronteras, firmó un contrato de cinco años con la administración Trump en 2020 [6]. Su propuesta de libertad, se erige en un gran negocio con el reforzamiento del aparato de vigilancia del Estado capitalista, que después utiliza esos recursos contra los movimientos de lucha que surgen y pueden poner en cuestión los privilegios de empresarios como Thiel.
En su ideario los monopolios aparecen como modelo ya que tendrían la capacidad de ir más allá del “ganar dinero”. El razonamiento es que si hay más competencia los empresarios se centran más en los márgenes de rentabilidad y eso impide desarrollar visiones a largo plazo. Pero lo que se esconde en la ambición de concentrar -aún más- las industrias, que cada vez sea menos el puñado de empresarios que tenga el mando. En esa misma sintonía y haciendo alusión a su propio rol, plantea como virtud que las tecnológicas se parezcan a una monarquía feudal donde “deberíamos ser más tolerantes con los fundadores que parecen extraños o extremos” [7].
Te puede interesar: Sálvese quien pueda: una receta para el éxito y la liberación sexual
Te puede interesar: Sálvese quien pueda: una receta para el éxito y la liberación sexual
Con este conjunto de ideas busca incidir en el Partido Republicano. Forma parte de los sectores de extrema derecha que emergen producto del agravamiento de las condiciones de vida y las crisis con propuestas para profundizar ese rumbo. En 2016 fue parte del equipo de transición que dio comienzo a la administración de Donald Trump, siendo el principal nexo con los empresarios tecnológicos de Silicon Valley. Intentó proponer como asesor de la Casa Blanca a un negacionista del cambio climático (WIlliam Harper) y a un emprendedor libertario que descree de los ensayos con medicamentos para encabezar la Administración de Alimentos y Medicamentos.
Orgulloso de ser gay, republicano y estadounidense
Mientras las nuevas generaciones ven con preocupación un futuro con muchas menos posibilidades que las que tuvieron las anteriores, en su apuesta reaccionaria Thiel no se limita a pedir menos impuestos para los más ricos: le tira flores a los monopolios, a un modelo monárquico para las empresas y financia candidatos que están en contra de derechos a los que él mismo accedió, como el matrimonio igualitario. En medio de la crisis del modelo neoliberal, sus propuestas cumplen un rol importante: radicalizar la derecha, evitar que el hastío se exprese en una alternativa que ponga en cuestión a la minoría empresaria.
En la Convención del Partido Republicano de 2016 Thiel declaró fervientemente “estoy orgulloso de ser gay” y siguió diciendo “estoy orgulloso de ser republicano, pero por sobre todo de ser americano”. El contexto del mensaje era el debate sobre los derechos trans que atraviesa el país. Él los considera una “distracción” de los que postula como problemas centrales: la economía y la posición de Estados Unidos en el mundo en su competencia con China. Lo cierto es que mientras tanto los republicanos impulsan leyes contra las personas LGBTIQ+, sobre todo trans, y mujeres en los estados donde tienen peso. Se vio con el ataque al derecho al aborto o la ley Don’t say gay (no digas gay) en la Florida del Ron de Santis, que prohíbe se hable sobre sexualidad y género en las escuelas.
En las elecciones del 2022, donde se eligieron representantes del Congreso, Thiel financió con 25 millones de dólares las campañas de Blake Masters (Arizona) y J.D. Vance (Ohio) [8]. Del primero, que terminó perdiendo la elección, fue su mentor en su compañía de manejo de inversiones de riesgo Founders Fund. Hoy parte de su plataforma es la oposición al matrimonio igualitario. Masters fue partícipe del casamiento de su mentor estando en contra de ese derecho. No hay remate. Hace pocos días aseguró que dejará de financiar candidatos republicanos por su campaña contra la "ideología de género", que ya viene de hace años.
Bajo el paradigma dentro de la libertad individual vale todo, Thiel afirmaba en el discurso citado que "cada americano tiene su identidad única”. Desde otro ángulo plantea algo similar Javier Milei en Argentina, que no está en contra del matrimonio igualitario por ser un contrato entre privados, aunque a la par quiere eliminar la Educación Sexual Integral y es enemigo público de las luchas de las mujeres por sus derechos como el aborto.
Te puede interesar: ¿Por qué Milei odia a las mujeres?
Te puede interesar: ¿Por qué Milei odia a las mujeres?
Cada quien puede ser quien quiera, dentro de los márgenes de su propia realidad material porque cualquier problematización colectiva se vuelve totalitaria. Una manera eficaz con la que estos sectores corren el terreno de las opresiones a determinados grupos sociales bajo el capitalismo, a un problema de individuos aislados librados al azar de un mercado que por sí mismo solucionaría esos problemas. A contramano de los prejuicios que llegan a poner un signo igual entre ser "orgulloso gay" y sostener políticas igualitarias, Thiel aparece para asegurar que no todo es lo que parece.
Si es posible sostener hoy esa operación y que cale en amplios sectores, es sobre la base de las victorias de quienes el multimillonario acusa por “políticamente correctos”: el Partido Demócrata y las empresas tecnológicas que durante el neoliberalismo impulsaron la agenda de inclusión a las personas LBTIQ+ con una contracara negativa para las grandes mayorías. A cambio de la conquista de algunos derechos democráticos elementales, del otro lado el capitalismo desarrolló un mercado “rosa” fomentando el individualismo consumista y le lavó la cara a gobiernos, partidos tradicionales y empresas multinacionales. Finalmente se produjo la fragmentación a gran escala de la población LGBT, aumentando la brecha entre los sectores más ricos como Thiel y les trabajadores y pobres, perdedores de un sistema que atacó conquistas laborales y sociales, que estas variantes de extrema derecha se preparan para profundizar descargando la crisis contra de la mayoría explotada y oprimida.
Te puede interesar: El surgimiento de las identidades LGBT y su fragmentación en el neoliberalismo
Te puede interesar: El surgimiento de las identidades LGBT y su fragmentación en el neoliberalismo
[1] The Education of a Libertarian, 13/04/2009
[2] The Education of a Libertarian, 13/04/2009
[3] The Diversity Myth: Multiculturalism and Political Intolerance on Campus (1995)
[4] Capital’s militant, New Left Review, 26/04/2023
[5] Capital’s militant, New Left Review, 26/04/2023
[6] Who is Peter Thiel, the tech billionaire trying to push the U.S. to the right?, The Washington Post, 09/02/2022
[7] Zero to One: Notes on Startups, or How to Build the Future (2014)
[8] America’s billionaire class is funding anti-democratic forces, The Guardian, 23/05/2022
Pablo Herón
Columnista de la sección Género y Sexualidades de La Izquierda Diario.