Hablamos con Pilar, trabajadora y miembro del sindicato del SAD, que nos explica los problemas de salud que sufren las cuidadoras derivados de la precariedad y explotación que se sufre en este sector.
Martes 3 de enero de 2023
Las trabajadoras del Servicio de Atención a domicilio se hacen cargo y cuidan de la gente mayor, u otras personas en situación de dependencia a su hogar. Realizan todo tipo de funciones, tanto aquellas tareas relacionadas con los cuidados, como puede ser ayudarles a levantarse de la cama, apoyar con la ducha y las higienes, preparar la comida y otras actividades, como también tareas de limpieza.
No obstante, las malas condiciones con las que tienen que trabajar provocan que tal y como dice Pilar “cada dos por tres hacemos crack". Seguidamente reflexionaremos sobre cuáles son los principales problemas de salud y lesiones que sufren las trabajadoras del Servicio de Atención a domicilio, y también cuáles son las causas principales de que esto pase.
Y es que los Ayuntamientos de los diferentes municipios, así como también, los llamados “Ayuntamientos del cambio” como el de Barcelona, llevan años externalizando este servicio a empresas privadas que poco tienen que ver con los servicios sociales. Solo hay que decir que hoy el 50% del SAD de Barcelona está en manos de un fondo de inversión con sede en paraísos fiscales como es DOMUS VI y el otro 50% en manos de una falsa cooperativa social, como es SUDARA. Tal y como nos explicará a continuación Pilar, todo esto ha provocado que aumentara la precariedad y la sobrecarga de trabajo por las trabajadoras, así como una atención cada vez más deficitaria para las personas usuarias.
¿Cómo trabajáis habitualmente en los domicilios? ¿Tenéis algún tipo de medida de seguridad?
Habitualmente trabaja una persona completamente sola y en la mayor parte a veces sin ninguna ayuda técnica para levantar a personas con movilidad reducida.
Imagínate, tú llegas al hogar y te encuentras a una persona con tercer grado de dependencia, encamada y totalmente dependiente, y para movilizarla lo tienes que hacer todo a peso con tu cuerpo. No tenemos ni grúas, ni cinturones, ni alzadores. A pesar de que por normativa en casos así, tendríamos que ser dos personas, o al menos, tener algún tipo de ayuda técnica. Pero no tenemos ni una cosa ni el otro. Por eso siempre nos estamos peleando con las empresas, y lo denunciamos a la Administración.
En todos aquellos trabajos relacionados con la asistencia y cuidado de personas dependientes y con dificultades de movilidad, es habitual acabar con dolor en la espalda y otros tipos de lesiones, pues todavía tiene que ser peor con las condiciones que explicas. ¿Cuáles son las principales enfermedades y lesiones que sufrís derivadas de todo esto?
Sobre todo sufrimos lesiones de tipos musculo-esquelético, lesiones de tendones, de túnel carpiano, lesiones a las espaldas. Estamos siempre contracturadas y con los nervios y tendones hechos polvo. Por otro lado, también tenemos muchas lesiones de rodillas y cadera, porque a todo esto se le junta que nos pasamos el día corriente y haciendo muchos kilometras para ir de un domicilio al otro. Cuando encima, no nos pagan los desplazamientos.
Para trabajar tenemos que ir empastilladas, y es que 8 de cada 10 trabajadoras va a trabajar medicada. A mí me pasa a menudo que para poder aguantar la jornada me tengo que tomar un ibuprofeno. Y cada dos por tres estoy con un osteópata o un fisioterapeuta, porque si no, no puedo. Y encima, me lo tengo que pagar yo, y no lo cubre ni la empresa ni la Seguridad Social.
Y ya ni hablar de que durante el inicio de la pandemia no teníamos ni los EPI más básicos, ni mascarillas. Y hoy en día, para realizar las higienes nos dan unos guantes de vinilo que se rompen enseguida. No te explican qué patologías pueden tener las personas usuarias con las cuales trabajas, o si tienen alguna enfermedad infecciosa, y tampoco te dan el material necesario para protegerte en estos casos.
Recientemente las trabajadoras del SAD de Barcelona estaban convocadas a huelga, y una de las reivindicaciones de la protesta era precisamente cobrar el 100% las bajas por incapacidad temporal...
Exacto, porque los tres primeros días no cobramos. Y después solo cobramos el 75% de nuestro salario que nos paga la Seguridad Social. Y teniendo en cuenta que nuestros salarios son tan bajos se nos hace imposible. Piensa que la gran mayoría de la plantilla está con jornadas por debajo de 25 o 29 horas semanales, así que tan solo cobran entre 600 y 700 euros, si de esto te sacan un 25%, ya supone ni poder comprar los alimentos básicos aquel mes. Y lo más fuerte es que tampoco reconocen que te has lesionado por el trabajo.
¿Con esto quieres decir que a pesar de lesionarte a tu puesto de trabajo no se reconoce como accidente laboral?
Exacto, estás levantando a un usuario, y te quedas clavada, pero vas a la mutua y te dicen que esto no te lo has hecho al trabajo. Te dicen que esto te lo has podido hacer esta mañana en casa tuya, y nunca lo reconocen como un accidente laboral para ahorrarse dinero. Así que te dejan “rota” y encima no te puedes poner enferma ni estar de baja!
Una otro de nuestras reivindicaciones es la reducción de la edad de la jubilación. Porque así no llegamos a los 60 años!
Teniendo en cuenta todo el que explicas, ¿cuáles creéis que son las causas principales de toda esta precariedad y de la afectación que esta tiene en la vuestro salud?
Nosotras tenemos dos grandes problemas. Por un lado, las externalizaciones de este servicio a empresas privadas que no le importa nada ni la seguridad de la trabajadora ni la del usuario. Y los ayuntamientos, igualmente se los conceden las licitaciones, a pesar de no cumplir las medidas de seguridad adecuadas. Por ejemplo, en la ciudad de Barcelona a 24.000 personas usuarias destinatarias del SAD, pero en todo Barcelona las empresas solo disponen de 16 grúas porque nosotros podamos atender a estas personas. Y de hecho, mis compañeras no las han visto nunca.
Y el otro gran problema, es que no está permitido realizar inspecciones de trabajo en los domicilios para valorar si se cumplen las condiciones y medidas de seguridad necesarias para trabajar, puesto que existe la inviolabilidad del domicilio.
Por eso también nos estamos movilizando a nivel estatal para exigir al ministerio de trabajo que haga una ley de prevención de riesgos laborales. Y después de dos años de lucha, la Ministra de trabajo Yolanda Diaz, nos convocó a una reunión el pasado 7 de diciembre, por la cual nos anunció que ya han elaborado un decreto ley al respeto porque se vote al Consejo de Ministros. Con este decreto implicaría que los inspectores de trabajo pudieran entrar a los domicilios a valorar las condiciones. A pesar de que habrá que ver si finalmente se aprueba. O también que la ministra no acabe claudicando si la patronal se pone en contra. Hecho que sería escandaloso.
Teniendo en cuenta las dificultades con las que os encontráis en los domicilios, si se aprobara podría suponer una mejora. No obstante, si no hay interés al acabar con las externalizaciones del servicio, ¿no crees que el mismo decreto es limitado?
Si se acabara aprobando, en principio las empresas tendrían que adaptarse a cumplir los riesgos laborales, puesto que ahora se excusan con que no se pueden entrar a los domicilios a realizar inspecciones.
De todos modos, aunque por ahora no se pueda acceder en los domicilios, por lo que explicabas, actualmente tampoco se está haciendo ningún tipo de control o inspección a las empresas que no están proporcionando los medios necesarios a las trabajadoras por no lesionarse.
La Administración no hace su trabajo. A pesar de que se contrató una empresa de 4 millones de euros para que controlase a las otras empresas, vemos que no están cumpliendo y que no controlan nada.
La patronal actualmente gana 21 euros por hora, y a nosotras solo nos llegan 6. La partida económica del SAD es una de las más importantes de todos los ayuntamientos. Desde el Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau, se han invertido 100 millones de euros, y de estos a las trabajadoras no se los llega ni una tercera parte, encima de que ni nos disponen de las ayudas técnicas mínimas para poder trabajar adecuadamente.
Y todo siempre va a parar al mismo fundes buitre. De toda la inversión que se hace en dependencia, el dinero siempre van a parar a las mismas empresas de siempre, como Domus Vi, a Eulen, a Florentino Perez, y no al interés general. No cuidan a la cuidadora, y tratan a los usuarios solo como si fueran clientes, como si fuera un servicio a la carta. Con ellos el único que los importa son el dinero.
Ahora el que me ha hecho más gracia es la directora de Clece, que habló en una mesa redonda de Caritas, sobre trabajo decente! Tal y como tiene a sus trabajadoras, son unos hipócritas y unos cínicos. Y también me hace mucha gracia cuando desde el Ayuntamiento o desde el gobierno, van de progresistas y de feministas, cuando no escuchan a sus trabajadoras, en un sector donde el 98% somos mujeres.
Finalizamos la entrevista y la Pilar me resalta la necesidad de salir a las calles para defender los servicios públicos. Porque tal y como ella nos lo explicaba vemos como uno de los grandes problemas es como desde los Ayuntamientos y la Administración Pública se está permitiendo que se haga negocio de un servicio esencial. Las empresas se están haciendo de oro a expensas de un cuidado y asistencia de nuestra gente mayor cada vez más precaria, mientras sus trabajadoras acaban “rotas” y abandonadas por un sistema donde antes prevalecen sus beneficios a la nuestro salud.