En las últimas semanas se denunció la escasez de la marca Armonía, registrada en el programa Precios Cuidados. Al mismo tiempo se empezó a vender un sustituto que contiene solo 70 % de esa materia prima.
Jueves 21 de marzo de 2019 12:16
El consumo de leche se ha convertido en uno de los símbolos de la crisis económica y social en curso. Desde hace meses se viene denunciando la ausencia, en las góndolas de los supermercados, de los productos más económicos en ese rubro alimenticio.
La situación tiene que ver, esencialmente, con la escasez o ausencia directa de la marca Armonía, producto que se encuentra contemplado en el programa Precios Cuidados. En los supermercados es recurrente ver carteles que restringen la compra a una o a tres unidades por persona o, directamente, no hallarla.
Armonía es la segunda marca de La Serenísima, empresa láctea que acapara el 80 % del mercado en el país. Su precio, establecido por el programa del gobierno nacional, orbita alrededor de los $ 25.
El faltante no se explica solo por cuestiones estacionales, sino que está ligado a la decisión de aquella firma de maximizar sus ganancias. Hace tiempo la empresa decidió orientar su producción hacia los quesos, la leche en polvo -que tiene por destino la exportación- y la producción de leches de mayor precio. Eso ocurrió en detrimento de la producción de la segunda marca.
En las últimas semanas, desde las cadenas de supermercados se indicó que las entregas de Armonía se redujeron prácticamente a la mitad. Sin embargo -evidenciando que se trataba de una decisión comercial- La Serenísima lanzó simultáneamente su nueva “Línea de Leches 3210”.
En un comunicado difundido por la firma, se presentaba “el rediseño y lanzamiento de su nueva línea de leches respondiendo a las nuevas tendencias y necesidades de los consumidores actuales”. A tono con el marketing publicitario, allí se leía “esta leche es la opción pensada para todos aquellos que sienten la necesidad de cuidarse, pero sin resignar el sabor de siempre”.
¡Te presentamos la nueva Leche 💙Menos Calorías 💙, nuestra leche 0% tenor graso! ¡Perfecta para los que hacen del cuidado en su alimentación una filosofía de vida! ¡Probala! #Leches3210 La calidad de siempre, como vos la querés.
Conocé más en https://t.co/4kLtvE4Fgh pic.twitter.com/Y2TbJuproo— La Serenísima (@laserenisima) 18 de marzo de 2019
La decisión comercial implica un golpe al consumo de los sectores populares. Mientras es imposible hallar Armonía, estos productos se encuentran en todas las góndolas y su precio puede superar los $ 50. Para una familia trabajadora, se trata de una diferencia enorme.
Este miércoles la empresa tuvo que responder a las críticas públicas. En un comunicado que se difundió se afirma que “la compañía ha decidido priorizar el abastecimiento del mercado interno; haciendo especial hincapié en la elaboración de todas sus líneas de leche fluida (incluyendo los compromisos asumidos con el Gobierno Nacional a través del programa Precios Cuidados) y garantizando así su disponibilidad en el mercado”.
Una confirmación explícita de que, detrás del desabastecimiento relativo, está el ansia de ganancias del gran empresariado que controla el sector.
Casi leche
Ante la ausencia de la marca más barata establecida en el programa Precios Cuidados, la crisis social y económica orienta el consumo de los sectores más golpeados hacia otros productos. Y en ese marco empieza a hacer surgir sustitutos de la leche.
En los últimos días las redes sociales fueron inundadas por la imagen de un “alimento lácteo a base de leche”. Es decir, de un sucedáneo de la leche que está compuesta por un 70 % de materia prima y por un 30% de una mezcla de agua y lactosa. Según registros de diversas cadenas de supermercados, este producto se vende en alrededor de $ 23.
Le dan a los pibes algo parecido a la leche.
Pero si protestás, te mandan la policía, la verdadera, la que reprime y se gastan MILLONES DE PESOS en esos operativos.
Para darle leche a los chicos, ahorran. En represión, no. #Vergüenza pic.twitter.com/sL7v86Pt73— Myriam Bregman (@myriambregman) 20 de marzo de 2019
En el marco de una persistente inflación -alimentada por los tarifazos en los servicios públicos-, del crecimiento de los despidos y de la desocupación, el consumo de los sectores populares tiende a orientarse hacia estos productos. Lo que, obviamente, trae aparejado un perjuicio para la salud de niños y adultos.
La situación vuelve a dejar en evidencia que, para las empresas, sus ganancias tienen primacía sobre la salud y la vida del conjunto de la población trabajadora.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario