La “agencia de viajes” de la Comisión Nacional del Deporte, como la calificó su dirigente Alfredo Castillo, tiene una medalla. No regresará con las manos vacías gracias al bronce de Misael Rodríguez.
Jueves 18 de agosto de 2016
Y fue por donde menos se esperaba, el boxeo, rompiendo así la sequía en esta disciplina cuya útima medalla la ganó en Sidney 2000, Christian Bejarano. Con la derrota por decisión unánime ante el uzbeko Bektemir Melikuziev, Misael Rodríguez se vio impedido de pasar a la final y pelear por la de oro, hazaña que no se ha logrado desde Los Ángeles 1984, cuando Héctor López Colín se llevó la de plata.
De esta manera la desangelada delegación tricolor se hace de una medalla, luego de que aspirantes más firmes como los clavadistas Rommel Pacheco y Paola Espinosa se quedaran en la orilla.
No se puede esperar mucho del grupo de deportistas que encabeza la Comisión Nacional del Deporte, cuyo responsable, Alfredo Castillo se ha evidenciado por llevar a familiares y amigos, a cambio de brutales carencias como el hecho de que los boxeadores hayan hecho boteos en los camiones para garantizar el viaje a Río, con un grupo de deportistas que tuvo que dormir en la calle y otros más que no recibieron uniformes adecuados, mientras la novia de Castillo fue dotada con uno de los uniformes oficiales.
Tan mal desempeño de este amigo particular de Enrique Peña Nieto ha llegado al escándalo nacional, haciendo que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión exija su comparecencia para que rinda cuentas.