Transdiversidades. Por qué el 31 de marzo es el día de la visibilidad trans y por qué luchamos

El día fue propuesto por Rachel Crandall-Crocker en el año 2009, alentando a las personas a apoyar esta iniciativa y a organizar este día, en sus propias palabras; “When I founded it, I never really expected it to be truly all around the world,” -cuando lo fundé, nunca esperé que fuera una realidad alrededor del mundo-, “I created it so we won’t have to be lonely anymore", [1] -lo cree para que ya no tuviéramos que estar solos-, pues recordemos que hasta ese año, el único día dedicado a la comunidad era el día de “la memoria trans” para conmemorar a las víctimas de los crímenes de odio, debido a la reproducción de la transfobia que genera este sistema capitalista y patriarcal.

La comunidad trans ya no tiene qué esconderse más, pues históricamente han sido parte de esta sociedad, solo que invisibilizadas por la “historia oficial” que reproduce el Estado, invisibilizadas por la prensa, llamados por nombres que no corresponden a su identidad de género, las personas trans protestan ¡Existimos y resistimos! Basta de opresión, solo unidos como comunidad junto a otros sectores oprimidos de la sociedad se podrán conquistar plenos derechos en este brutal mundo capitalista.

Plenos derechos para las transdiversidades

No basta solo la visibilidad de nuestras identidades y expresiones de género, también hay que estar organizades y luchar por arrancar estos derechos que han sido históricamente negados para la comunidad por este sistema patriarcal en el que vivimos que reproduce la transfobia, y usa como regla general la heterosexualidad y las identidades cisgénero, invisibilizando, discriminando y llamando minoría a todo lo que escape a esa regla.

En la revuelta de Stonewall de 1969 (EEUU) Sylvia Rivera de la organización Travestis Callejeras de Acción Revolucionaria (STAR por sus siglas en inglés) comentaba: “Hemos perdido nuestros trabajos, nuestros hogares, amigos, familia, debido a la falta de entendimiento de nuestros más interiores sentimientos y a la falta de comprensión de nuestro válido estilo de vida. Esta mierda de sistema ha adoctrinado a la gente para que nos condene y a los doctores para que digan que estamos enfermas y que somos una panda de bichos raros. Nuestra familia y amigos también nos condenan por no conocernos realmente”

Nuestra lucha por las propias condiciones de las personas trans se enfoca en:

Conquistar el reconocimiento a la identidad de género, que atañe cada parte de sus vidas, pues son muches quienes sufren además disforia de género por lo estresante que es que otra persona te afirme “que es lo que tú eres” generando en la persona una profunda aflicción constante e incomodidad con el género.

Junto a lo anterior está el derecho a la expresión de género, que ni el Estado ni nadie te diga como debes lucir por corresponder a uno u otro género. No hay una sola forma de ser trans. Sylvia Rivera también comentaba (en el contexto de la revuelta) sobre los problemas que esto podía traer; “Por comprometer las leyes de los hombres nos han metido en la cárcel acusadas de suplantación de identidad”

Debemos también arrancar al sistema nuestro derecho a la educación, pues las personas trans se ven expuestas a la expulsión del hogar, a la falta de reconocimiento de su identidad en universidades y escuelas, sometidos a una educación cisnormativa, que provoca acoso, hostigamiento y discriminación (bullying) Luchemos por una educación no sexista e incluyente, además de una educación sexual integral en todos los establecimientos escolares.

Derecho al trabajo, pues como históricamente han sido marginadas del trabajo asalariado, o siendo acosadas laboralmente, las personas trans han tenido que recurrir al trabajo sexual como forma de subsistencia, llevando a muches a tener antecedentes penales, ciertamente un doble estándar, pues son deseadas, pero no queridas por la sociedad. Luchemos por el cupo laboral trans en los trabajos y universidades.

Para terminar, sin que esta lista sea taxativa, sino que más bien nos abra a pensar en cómo conquistar un mundo mejor para todes les oprimidxs, sin caer en le trampa de que cada sector de la sociedad lucha por separado, conquistemos el derecho a la salud, frenando la patologización de las identidades de género, la violencia que esto y otras acciones significan, la falta de reconocimiento a los nombres y pronombres correspondientes a las identidades, atendiendo también la salud mental de las transdiversidades, y teniendo en cuenta además la exposición al VIH y la discriminación que aquello puede conllevar. Luchemos también porque los tratamientos hormonales sean gratuitos para vivir la vida plenamente, así como las transiciones quirúrgicas a quienes lo deseen.

Porque sabemos que igualdad ante la ley no es igualdad ante la vida, luchemos por una vida que merezca ser vivida para todes les oprimidos/as y explotados/as de este sistema capitalista y patriarcal

¡Las vidas trans importan!

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