Este 8 de marzo en Tucumán te invitamos a marchar con Pan y Rosas y La Marrón, a poner en pie una destacada cabecera de trabajadoras de la educación. Para que sea la fuerza para enfrentar a este régimen político que tortura a las niñas obligándolas a maternar, lanzamos un grito de guerra: paremos todes, paremos todo!
Miércoles 6 de marzo de 2019
Luego del escándalo internacional que generó la decisión del gobierno tucumano de imponer una maternidad forzada a una niña de 11 años víctima de violación, el gobernador del Juan Manzur afirmó sin sonrojarse que en Tucumán se dicta educación sexual integral. El diputado de su propia bancada y ex Ministro de Salud Pablo Yedlin salió a desmentirlo, reconociendo que somos la única provincia que no adhirió a la ley de Educación Sexual Integral 26.150, pero ocultando que el Ministro de Educación Lichtmajer, también de su propia fuerza política, es el responsable de que en Tucumán no se aplique de manera efectiva en todas las escuelas y niveles.
Vivimos en la única provincia que tampoco adhiere a la ley de Salud Sexual y procreación responsable y que conserva la educación religiosa como materia obligatoria en las escuelas públicas. El gobernador del FpV y sus ministros son todos unos caraduras y responsables de que existan miles de niñas como Lucía en nuestras aulas.
#CesáreaNoEsILE se transformó en la consigna que empuñó el movimiento de mujeres, #FueraChahla (actual Ministra de Salud) y #FueraVigliocco (Director del Si.PRO.SA) el grito que recorrió las últimas acciones callejeras contra un régimen podrido al que hay que barrer en su conjunto para defender la vida y salud de las mujeres y las niñas. Desde Pan y Rosas dimos una dura batalla para hacer sentir el peso del movimiento de mujeres en las calles para garantizar el derecho de la niña, contra quienes pusieron sus cálculos electorales por delante. La convivencia "entre verdes y celestes" terminó en maternidad forzada.
Con la fuerza de las trabajadoras
En todo el país queremos que se exprese la fuerza de las mujeres trabajadoras. Hermanadas con la comisión de mujeres de Coca Cola y Fate y las trabajadoras de Siam enfrentando los despidos, con las trabajadoras de Madygraf y Zanón defendiendo las gestiones obreras, con las trabajadoras domésticas del Nordelta entre muchas otras. Por eso este 8 de marzo las trabajadoras de la educación de Tucumán vamos a encabezar la columna de Pan y Rosas y te invitamos a formar parte.
Porque somos las primeras en contener a nuestras alumnas ante cada caso de abuso sexual y embarazo adolescente. Porque conocemos la trama profunda entre iglesia y estado (económica e ideológica) cuyas consecuencias se ciñen sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos y el de nuestras niñas. Porque somos las que denunciamos que con la cantidad de dinero que se destina a mantener a curas y obispos (a los que además se exime de impuestos a las propiedades de la Iglesia), podrían financiarse programas de capacitación en servicio en todas las escuelas.
Estamos hablando de medidas concretas para contrarrestar la cruda realidad de que una joven menor de 19 años se convierte en madre cada 5 minutos y sólo uno/a de cada cinco adolescentes conoce en Argentina la existencia de la ley de Educación Sexual Integral, y Tucumán tiene uno de los índices de embarazo adolescente más altos (casi un 18%).
Además el Estado destina millones en subsidios a los colegios privados, de los cuales el 90 por ciento son confesionales y precarizadores de su plantel docente. Todo esto mientras se vacía de presupuesto al programa y a la educación pública en general.
Las docentes históricamente fuimos protagonistas de grandes luchas enfrentando los ajustes de los diferentes gobiernos. Hoy, a las puertas de una nueva crisis, que ya está empeorando las condiciones de vida del conjunto del pueblo trabajador, y contando con un gran movimiento de mujeres que se extiende entre la juventud, tenemos el desafío de retomar esta tradición y unir estas peleas, transformando cada escuela en un lugar de organización, junto a les estudiantes y las familias trabajadoras.
La fuerza del movimiento de mujeres obligo a la CTERA a adherir, por primera vez, al Paro Internacional de Mujeres este 8 de marzo. Sin embargo estas direcciones burocráticas no mueven un pelo para poner de pie la enorme fuerza de nuestro sector, que suma un millón de docentes a lo largo y ancho del país. Exigimos que ATEP y el resto de los gremios docentes movilicen este 8 de marzo.
Pero no es lo mismo marchar con cualquier bandera. Hoy se dice mucho que “hay que sacar a Macri” y “votar mejor” pero el kichnerismo se reúne con el FMI y dice que van a seguir pagando la deuda externa, eso significa que va a seguir el ajuste. Cristina nos dice que hay que unir los pañuelos verdes con los celestes. En nuestra provincia son las mujeres que mueren por abortos clandestinos, o las niñas víctimas de abusos como Lucia, son las que sufren en carne propia la injerencia de los celestes representados por las iglesias, el PJ, el FpV y Cambiemos .
En este 8 de marzo llamamos a todas las docentes a ganar las calles junto a La Marrón y Pan y Rosas, por todas las Lucias, por las 38 mujeres víctimas de femicidios en lo que va del año, contra el FMI y su plan de ajuste, para hacer sentir nuestra bronca. A nosotras nadie nos regaló nada, cada pedazo de libertad lo conquistamos luchando. Este 8 de marzo hagamos que la tierra tiemble! Paremos todes, paremos todo!