Trabajadores de Niñez y Juventud se están organizando para defender sus derechos y se encuentran en asamblea permanente. La intendencia les ofreció el mismo contrato que en 2019 por cuatro meses, cuando la inflación fue más del 50%.
Martes 14 de enero de 2020 11:49
Después de encontrarse en asamblea permanente hace más de diez días, los trabajadores que pertenecen a Niñez y Juventud de la municipalidad de Lanús, tuvieron una primera reunión ayer con la nueva secretaria de Desarrollo Social Noelia Quindimil, sobrina del eterno ex intendente Manolo Quindimil, quien no dio respuesta alguna a sus demandas y siguió ofreciendo el mismo salario sin aumento con un contrato a cuatro meses.
Los trabajadores de Niñez y Juventud del Municipio de Lanús año tras año vienen luchando por mejores condiciones laborales y para poder tener espacios de trabajo aptos para los niños y jóvenes que reciben a diario. Hace cuatro años que se organizan y luchan por sus derechos, como también por los derechos de cientos de niños que llegan a estos programas en busca de contención, son jóvenes de los barrios más carenciados de Lanús.
Son 44 trabajadores, con sus familias, quienes ven vulnerados sus derechos básicos. Son trabajadores docentes, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros, que a pulmón llevan adelante diversos programas como envión, juegotecas, grupos terapéuticos, etcétera, que trabajan con los barrios más marginales de Lanús.
Al no ser planta permanente sino contratados, están sujetos al monotributo que, en el marco de las medidas económicas que viene llevando adelante el gobierno, tuvo un aumento del 51% y al que tienen que destinar una gran parte de sus salarios.
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El año pasado el programa Envión, por ejemplo, no tuvo aumento alguno de salario, con una inflación del 55% los salarios quedaron más que por debajo de la canasta básica que llega hoy a $37596 para una familia tipo. Los trabajadores denuncian que con la gestión anterior a cargo de Damián Sala y Yamila Monte leone, quienes actualmente fueron trasladados al área de educación del municipio, se efectuó un vaciamiento sistemático del área.
Cabe destacar que los programas dependen tanto de la provincia, -en este caso bajo el mandato de Axel Kicillof-, como de los municipios, quienes no se hacen cargo de la situación que atraviesan cientos de trabajadores no solo en Lanús sino en otros distritos como Quilmes o Avellaneda, quienes siguen en la completa precarización laboral. Los montos que bajan desde la provincia son unos magros $7500 de base, los municipios deben mejorar esos valores, lo que no hace el municipio de Lanús.
Por su labor reciben de 87 a 150 pesos la hora de trabajo, salarios por debajo de la línea de pobreza. Los trabajadores denuncian en un comunicado: “Hemos mantenido cada espacio no solamente llenándolo de contenido sino también de recursos materiales, hemos soportado junto a lxs pibxs la desidia, y el maltrato que han ejercido lxs funcionarios, hemos afrontado el ajuste de manera solidaria y colectiva”.
Han recibido meriendas podridas, estufas que no andan, situaciones edilicias paupérrimas, hay Enviones que no tienen sede física, el maltrato no es solo hacia los trabajadores sino también hacia los pibes.
Muchos contratados como los servicios locales ya firmaron por miedo a perder su fuente de trabajo, quienes son saturados a la vez de trabajo, por el municipio.
Para el mes de febrero fueron convocados a una nueva reunión por el municipio para revisar montos. Los trabajadores no pueden ser pacientes, ni con los tiempos del municipio ni con los provinciales. Es una decisión política el vaciamiento de estos espacios en detrimento de quienes menos tienen, como también lo es mantener la precarización laboral de los propios trabajadores municipales, una situación que existe hace años en Lanús, que afecta a la población y que ningún gobierno cuestiona.