A pesar del anuncio con bombas y platillos que hizo Cristina Fernández de Kirchner, el Convenio Colectivo de Trabajo de los docentes universitarios sigue siendo materia de interpretación y manipulación por parte de los decanos de distintas unidades académicas. El gremio, como siempre, lejos de los docentes y cerca de la patronal.
Lunes 9 de noviembre de 2015
El 2 de julio fue homologado el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) para las universidades nacionales. A pesar de que el convenio fue diseñado con la complicidad de la burocracia sindical de la CONADU afín al kirchnerismo, es la primera vez que existe una norma que regule la relación laboral y avance en los derechos de los docentes. Pero lejos de ser un regalo de un gobierno en retirada, es una conquista fruto de la lucha de amplios sectores docentes cansados de la precarización laboral.
Si tomamos como ejemplo la Universidad de La Plata (UNLP), vemos que hay docentes interinos trabajando por tiempo indefinido, becas que no generan antigüedad ni antecedentes y se pagan en negro, cargos docentes ad honorem y figuras como adscriptos y colaboradores sin salario ni antigüedad. También encontramos trabajadores rentados en los aparatos de las gestiones que cobran una parte del sueldo figurando como docentes sin estar frente a alumnos.
Todas estas irregularidades han permitido a los decanos poner y sacar a dedo a docentes y armar un entramado de premios y castigos según sea la adhesión o la simpatía política de los trabajadores universitarios con sus gestiones.
En los últimos, la UNLP años recibió mayor presupuesto pero en ningún momento destinó esas partidas de dinero para regularizar la situación laboral de los trabajadores. Es claro que la voluntad de los decanos nunca fue erradicar la precarización. Es por eso que los docentes tendrán que salir a pelear por la aplicación del Convenio Colectivo y su estabilidad laboral.
La gran disputa
Para iniciar la negociación sobre cómo aplicar Convenio en cada Universidad, el Art. 70 conforma una paritaria local denominada Comisión Negociadora de Nivel Particular. En el caso de la UNLP, la Comisión está integrada por miembros de Adulp, el gremio ultraoficialista, que en connivencia con el rector y decanos, están tratando de manipular su aplicación.
Hoy la discusión central se está dando en torno al Art. 73 sobre los Docentes Interinos. Para esto, ADULP ya inició la negociación a nivel particular y existe un acta del 21 de septiembre donde convalida el llamado a concurso sin tomar en cuenta los miles de casos irregulares existentes.
“Es necesario que todos sepan lo que se está discutiendo, ya que hay casos particulares que se deben tratar en la paritaria local partiendo de la base de no llamar a concurso hasta tanto no se resuelva en dicho órgano todos los casos que surjan. Para ello deberían llevarse a cabo asambleas en cada unidad académica y terminar todo en una gran asamblea general de gremio donde resolvamos sobre las necesidades no contempladas”, señalan desde La Magenta, la lista opositora a la conducción de ADULP encabezada por Octavio Miloni.
El artículo 73 que señala que se “dispondrá los mecanismos para la incorporación a carrera docente de los docentes que revistan como interinos, y que a la firma del presente convenio tengan cinco años o más de antigüedad en tal condición” y “ hasta tanto no se resuelva la situación de los mismos, no se podrá modificar en detrimento del docente, la situación de revista y/o condiciones de trabajo, por acción y omisión, a excepción del caso del docente que se encuentre comprendido dentro de los causales de cesantía o exoneración ”.
Además, la Lista Magenta plantea que “cinco años de interino como prevé el CCT deja afuera cientos de casos que son producto de la irregularidad con que funciona la universidad, la tercerización y precarización laboral existente hasta ahora”.
El caso de Arquitectura
Uno de los tantos casos en que se están llamando a concurso desconociendo el nuevo CCT, se da en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo donde el decano Fernando Gandolfi es uno de los mayores detractores del Convenio.
Su oposición se manifestó claramente llamando a concurso del área de historia con el objetivo de sacarse del medio a la única cátedra independiente de la gestión y que, por su perspectiva, aporta a los estudiantes una visión crítica.
Esta cátedra, encabezada por Roberto Gorostidi, tiene una matrícula anual de aproximadamente 1500 alumnos y, dada la libertad de elección, compite con las integradas por el decano Gandolfi y ex rector de la UNLP, Gustavo Azpiazu, que tienen muy pocos estudiantes.
Para ello llamó a concurso en forma anticipada, sin estar vencidos los anteriores y antes de que se pusiera en marcha el CCT. Los alumnos, conscientes de esta maniobra, se organizaron y junto al cuerpo de delegados docentes convocaron a una asamblea interclaustro que se realizó el miércoles 4 de noviembre.
Con la presencia de más de 400 alumnos y docentes se discutió defender el espacio con la lucha y la movilización e impedir el concurso.
Ante esta situación, ADULP tuvo que pedir la nulidad y recurrir a la justicia presentando un amparo que se resolverá la semana próxima.