En la fábrica PINTECORD ubicada en Boulevard Los Alemanes de la ciudad de Córdoba, les dieron un plazo de cuatro horas a sus trabajadores para renunciar, engañándolos con que así, iban a poder cobrar el fondo de desempleo.
Lunes 30 de marzo de 2020 22:35
Mientras millones de argentinos cumplen la cuarentena en sus casas, frenando la circulación en las calles, las patronales están más activas que nunca, despidiendo trabajadores en plena Pandemia.
Éste es un caso más que se replica por toda la Argentina, a pesar del discurso de Alberto Fernández el día de ayer que declaró que iba “a ser duro con los que despidan gente”, la realidad es que la única dureza y hasta cinismo, es la que se ejerce de parte de los empresarios con las familias trabajadoras.
Un grupo de familias se vieron sorprendidas durante esta mañana cuando les llegó un mensaje de parte de la patronal de que debían “renunciar” por la situación económica de la empresa y así conservar el derecho de cobrar una supuesta indemnización, que como sabemos, se perdería en caso de que los trabajadores acepten hacer lo que se les sugería.
A dichas familias, que están desesperadas porque en estos días les cuesta llegar a fin de mes por el aumento abusivo del costo de la canasta familiar y por las problemáticas socio-económicas derivadas de la cuarentena, se les suma la angustia de tener que elegir entre sus vidas o salir a buscar el sustento diario, ya que la mayoría tienen que completar las comidas diarias con otras tareas precarizadas, dentro de un mercado laboral generalmente en situaciones informales.
En ese sentido, lo que les propone la patronal es jurídicamente inaceptable y éticamente repugnante, ya que devela un aprovechamiento de la crítica situación que viven los trabajadores y las trabajadoras, abusando de su posición ventajosa y poniendo los derechos laborales en un discurso de ficción.
Por otro lado, dichos trabajadores no cuentan con el apoyo del gremio que los nuclea (en este caso, la UOCRA, ya que sus tareas son de mantenimiento en general, básicamente de albañilería); por el contrario, la conducción de éste, ha sido cómplice de la situación de precarización que sufren sus afiliados, y no ha respondido a las llamadas de estas familias.
Finalmente, estas amenazas de despidos llegan en el peor momento (tanto por la situación social y económica, como por cuestiones sanitarias) y es necesario que las palabras del presidente ayer al extender la cuarentena en el país, se reflejen en hechos concretos, para que el peso de la crisis actual no la sigan pagando aquellos y aquellas que menos tienen.
Y estas acciones deben pasar por prohibir los despidos de manera urgente, abonando a las familias de trabajadores y trabajadoras el pago completo de sus salarios mientras dure esta cuarentena.
