Congreso. Presupuesto 2022: ¿perspectiva de género o relato que encubre el ajuste?

El ministro de economía, Martín Guzmán, expuso ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados los lineamientos principales del Presupuesto 2022 en una largo jornada durante la tarde del lunes. En la presentación se refirió a "cuatro pilares" del proyecto de ley y, en último lugar, abordó lo que llamó la "Inclusión social activa con presupuesto con perspectiva de género".

Una de las primeras en tomar la palabra y abordar la realidad crítica que atraviesan las mujeres fue la diputada del PTS-Frente de Izquierda, Myriam Bregman, quien señaló: "En el presupuesto, el ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, ejecutó sólo un 71,11 % de lo que se había previsto. Menos de lo que se ejecutó para otros organismos. Es decir, se subejecutó más. Y para 2022 dicho ministerio tiene asignado un 39 % menos en términos nominales que en relación al presupuesto vigente de este año". Y agregó: "Entonces queremos hacerle una pregunta: ¿Por qué recortan ese presupuesto? si sigue habiendo una muerta por violencia de género cada 30 horas en la Argentina".

Sin embargo, no hubo una respuesta concreta ante la denuncia del recorte al ministerio. En las rondas de respuestas Guzmán evitó referirse al tema que terminó siendo abordado por Mercedes D’Alessandro, que preside la Secretaría de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía. En respuesta a Bregman y Del Plá aseguró que “tenemos muchísimos casos de violencia de género y femicidios, son cifras que realmente duelen y que nos vienen acompañando hace mucho tiempo. Ante esto desde el Ministerio de las Mujeres se lanzó el Programa Acompañar, este programa el año pasado lo recibieron casi 90 mil mujeres”. Detalló que se trata de un subsidio de 6 meses equivalente a un salario mínimo, vital y móvil ($ 33.000 a la fecha).

A partir de pedidos de acceso a la información pública realizados por La Izquierda Diario surge un dato alarmante: al menos 4 mil mujeres (de 46 mil que recibían el programa en el mes de octubre) están obligadas a vivir con su agresor, mientras hasta noviembre según el Gobierno, el total de refugios a nivel nacional solo tenía una capacidad de 1800 plazas. La falta de acceso a la vivienda tiene entre sus principales perjudicadas a las mujeres, como se ve en las imágenes de familias que reclaman un techo siendo reprimidas por los gobiernos de Kicilloff y Larreta. Mención aparte, merece el hecho de que el otorgamiento de las asignaciones del Programa Acompañar crecieron exponencialmente durante la campaña electoral, porque antes de eso distintas organizaciones de mujeres denunciaban que no se estaban implementando. Eso hizo que la subejecución presupuestaria del ministerio no fuera aún mayor llegado el final del año.

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Por otro lado, en su exposición D’Alessandro hizo hincapié en la política de "cuidados" que pretende encarar el gobierno en el próximo período, con eje en el desarrollo de la infraestructura de los cuidados que definió como "la mayor provisión de jardines, de centros de primera infancia, de espacios también para adultos y adultas mayores, es la mayor conectividad de estos espacios, y por supuesto la mejora en las condiciones de empleos de las personas que cuidan".

Allí se refirió a la medida que reconoce el trabajo de cuidados a mujeres con años de aporte según cantidad de hijos: “son las mujeres las que realizan las tareas de cuidado y siempre les cuesta más entrar al sistema jubilatorio, para que se den una idea, hoy en la Argentina solamente 1 de cada 10 mujeres en edad de jubilarse tiene más de 20 años de aportes”. Una medida que llega a un sector reducido debido a que la gran mayoría ocupó su vida en trabajos precarios e informales, y por ende no puede acceder al total de años de aportes requeridos para jubilarse.

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A esa realidad atravesada por la precarización y la informalidad, se le suma un ajuste a las partidas de las jubilaciones, según la economista Lucía Ortega en el rubro prestaciones previsionales con el presupuesto para el 2022 presentado por Guzmán: “se consumaría en el mejor de los casos un ajuste de 1,1% en dicho gasto considerando la inflación, consolidando la pérdida de 6 puntos respecto a 2020 y de 17 puntos reales respecto a 2017”.

El discurso sobre la “infraestructura de cuidados” del Gobierno, no dista mucho de postulados propios del FMI en dicha materia. Como señaló Andrea D’Atri: "El FMI, también manifiesta preocupación por el trabajo de cuidados no remunerado, que recae mayoritariamente sobre las mujeres, e interés por la creación de infraestructura adecuada para el cuidado y educación de niñas y niños, además de licencias y otras medidas. Pero su objetivo no es el reconocimiento de este trabajo gratuito, sino uno bastante más sórdido: remover las limitaciones que las mujeres puedan tener para ser explotadas en el mercado laboral".

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Pero, como es sabido, el organismo internacional también exige reducir el déficit fiscal y, por ende, achicar el gasto público. Lo que conlleva reducir el empleo público, aplazar obras públicas, disminuir la compra de bienes y servicios que, a la larga, perjudica a las mujeres de los sectores populares que verán aumentar su jornada de trabajo doméstico y de cuidados, no remunerada.

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