Pierden los salarios. Falsas promesas para atacar la inflación: Villarruel propuso bajarla de un hondazo y Massa con ajuste

La inflación se recalentó tras la devaluación que aplicó el ministro candidato Sergio Massa a pedido del FMI. Así, en los primeros nueve meses del año ya acumuló un aumento de 103,2%, según el Indec. Para octubre se espera otro mes de alta inflación, la semana próxima el Indec dará a conocer el dato oficial.

Esta escalada de precios es un golpe al bolsillo de la clase trabajadora, los más afectados son los sectores informales que perdieron un 44,1% con respecto a 2016.

Victoria Villarruel afirmó en el debate de vicepresidentes en TN que si el postulante presidencial Javier Milei llega al gobierno bajaría "la inflación de un hondazo”. Y ¿cómo sería? No lo dijo.

Por su parte, Sergio Massa en una entrevista con La Voz sostuvo que la inflación “se baja con déficit cero”, es decir con más ajuste.

Ninguno de los candidatos que va al balotaje ofrece una salida en beneficio de los trabajadores y los sectores populares.

Dolarización: hundir los salarios

Una de las propuestas económicas de Milei es la dolarización. La semana pasada el candidato presidencial sostuvo que su proyecto de dolarizar la economía sigue en pie y aseguró que no negociará con sus aliados de Juntos por el Cambio sus propuestas económicas.

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La dorarización es una aventura que no se sabe en dónde termina. Primero porque no hay dólares para dolarizar, como reconoció el asesor de Milei, Darío Epstein, en un foro organizado por el Grupo Clarín. Segundo porque como no hay dólares, la dolarización implicaría una brutal devaluación. Por ejemplo, la consultora EPyCA calculó que “ningún precio menor a $/U$S 3.000 debería ser considerado ‘caro’”, frente a un panorama de dolarización. Esto aceleraría la inflación lejos de bajarla de un “hondazo” como aseguró Villarruel. La devaluación destruiría aún más el poder adquisitivo del salario. La medida también afectará a los pequeños ahorristas, y sería el grado cero de la soberanía monetaria porque desaparece la moneda nacional.

La dolarización tuvo consecuencias nefastas en los países que se aplicó como Ecuador con aumento de pobreza, y pérdida salarial.

“Déficit cero” y más extractivismo

Sergio Massa en una entrevista en La Voz afirmó “creo que la mejor forma de combatir la inflación es por un lado que el Estado solo gaste lo que recauda por eso el planteo es déficit cero”. Así, el candidato de Unión por la Patria confirma que seguirá el ajuste en curso. En los primeros nueve meses del año los gastos primarios cayeron 5,5% en términos reales en relación a 2022, mientras que lo destinado a los
intereses de la deuda subió 11,5% en el mismo período, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Entre los principales recortes están las asignaciones familiares, los subsidios energéticos, y los programas sociales.

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En 2001, Domingo Cavallo también prometió "déficit cero" que terminó de hundir al país en la desocupación masiva y condujo a niveles de pobreza que superaron el 50%.

En tanto, Massa agregó que para enfrentar la inflación se necesita “exportar más de lo que importamos por eso el programa de incremento exportador (…) la generación de mayor cantidad de exportaciones que de importaciones te produce un revalúo de la moneda y obviamente una disminución de la inflación”. Pero en los primeros años del gobierno del Frente de Todos hubo mayores exportaciones que importaciones. Sin embargo, los dólares se escurrieron. El superávit comercial de 2020-2022 (sin tener en cuenta el efecto de la sequía de este año) fue de alrededor de U$S 10.000 millones en promedio, pero hubo un drenaje de divisas por los pagos de la deuda externa (pública y privada), los envíos de ganancias de las grandes empresas a sus casas centrales y por fuga de capitales. Los próximos vencimientos de deuda anticipan que la sangría de dólares seguirá. Ahora Massa (y coincide con el resto de los partidos capitalistas) propone un mayor saqueo de litio, gas, y nuestros bienes comunes naturales, saqueo que se ofrece para destinar dólares al pago de la deuda. Por eso es necesario el desconocimiento soberano de la deuda y rechazar el acuerdo con el Fondo para preservar los dólares para atender las necesidades urgentes.

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Tanto Massa como Milei coinciden en seguir a los pies del FMI, que va a implicar más inflación, bajos salarios y un freno de la economía.

¿Qué propone la izquierda?

El PTS en el Frente de Izquierda Unidad, junto a sus candidatos Myriam Bregman y Nicolás del Caño, planteó durante la campaña electoral un programa de otra clase para evitar que la crisis se descargue sobre las espaldas de la clase trabajadora.

La izquierda propone enfrentar la inflación con medidas que estén orientadas a atacar sus causas y medidas de emergencia ante el deterioro del poder adquisitivo. En este sentido, es necesario aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y programas sociales, y que se ajuste mensualmente según la inflación; comités de trabajadores y consumidores sobre todas las cadenas de productos esenciales, desde la producción, distribución hasta la venta en grandes supermercados. De esta manera, se podría impedir que las grandes cadenas de supermercados e hipermercados remarquen los precios sin control. También se necesita imponer la apertura de los registros contables para verificar las ganancias reales de las grandes compañías, así como evitar las maniobras que puedan hacer para presentar números menores a sus ingresos reales. Además, se requieren medidas como la nacionalización de los servicios públicos, bajo control, administración y gestión de trabajadores y control de los usuarios populares, para acceder a tarifas baratas; la nacionalización del sistema financiero, creando un banco único estatal, para frenar la salida de capitales (dólares), y evitar un salto del tipo de cambio que aceleraría aún más los precios; la nacionalización del comercio exterior, que hoy está en manos de unas pocas multinacionales extranjeras, bajo control de los trabajadores. Las grandes alimenticias producen para ganar exportando mientras una porción enorme de la población pasa hambre. El monopolio estatal del comercio exterior permitiría controlar la entrada y salida de divisas, se evitarían maniobras especulativas que hacen las grandes patronales, así como también es necesaria la estatización de los puertos que en la actualidad están en manos privadas, y la expropiación de los 4.000 grandes propietarios.

Se trata de un conjunto de medidas para dar una respuesta a la clase trabajadora que es la que paga los costos de la inflación y de las crisis permanentes.

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