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Red Internacional
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CORONAVIRUS EN SERBIA. Protestas contra el Gobierno serbio por respuesta a la pandemia

Quinta noche de protestas en Serbia. En Belgrado, cientos de manifestantes intentaron irrumpir otra vez este sábado en el parlamento de Serbia y fueron reprimidos.

Sábado 11 de julio de 2020 00:53

Foto: EFE/EPA/Andrej Cukic

Foto: EFE/EPA/Andrej Cukic

El sábado a la noche se cumplió la quinta noche de protestas en Serbia contra el manejo de la pandemia por parte del Gobierno. En Belgrado, cientos de manifestantes intentaron irrumpir el viernes y el sábado en el parlamento de Serbia y fueron reprimidos.

Miles de personas se habían manifestado a las afueras del parlamento tras el anunciado toque de queda de fin de semana por el presidente Aleksandar Vucic, acusado de mantener un doble discurso frente a la crisis, permitiendo grandes concentraciones de personas en las elecciones del pasado mes de junio que le otorgaron la reelección, para luego desplazar la culpa hacia las personas con medidas cada vez más represivas y punitivas.

El pasado mes de abril, Serbia, impuso uno de los cierres más estrictos del mundo, mientras paralelamente el gobierno llevó adelante las elecciones parlamentarias de junio, que dieron como ganador al reelecto presidente Aleksandar Vucic, del partido progresista serbio, de centro derecha conservadora (SNS), declarando en medio de estas, una victoria contra el coronavirus, reanudando la vida normal sin ningún tipo de medidas serias para enfrentar la pandemia.

Pese al boicot de las elecciones por parte de la oposición y la baja participación, Vucic fue reelecto por una amplia mayoría, situación que dio paso a la creciente frustración en contra del Gobierno que ha dejado en evidencia que la crisis del coronavirus no está cerca de terminar. Con una población de casi 7 millones de habitantes, Serbia tiene 17.076 personas contagiadas con coronavirus, los hospitales colapsados y largas filas de personas fuera de los centros de testeos y exámenes.

Serbia, ha aumentado su número de casos con una enorme rapidez, situación por la cual los manifestantes culpan al Gobierno de llevar un pésimo y oportunista manejo de la pandemia, que ha traído consigo miles de contagios y cientos de fallecidos. En una rueda de prensa el mandatario expresó: “Fue nuestra decisión relajar las medidas, pero si quisiera ser malo podría recordarles que ocurrió por su insistencia. La gente hacía ruido con ollas y sartenes diciendo que era el momento de acabar con mi dictadura, diciendo que usaba las restricciones de movimiento y los toques de queda para hacer imposible una vida normal”

Declaraciones que solo vienen a encender más los ánimos de los manifestantes que no se oponen a las medidas del confinamiento, pero sí a las pésimas decisiones tomadas por el Gobierno, que impuso una cuarentena en marzo para levantarla en mayo en medio de las elecciones y permitiendo que Serbia incrementara sus contagios, demostrando que estas medidas no buscan la verdadera protección de las personas frente al coronavirus.

Esta oportunista y represiva forma de llevar el confinamiento, no es ajena a la realidad de otros países donde, producto de la desidia empresarial, millones de trabajadores se ven expuestos al covid-19, pero también amenazados por represalias y millonarias sanciones al violar la cuarentena.

Las medidas de confinamiento han puesto de manifiesto toda la desigualdad y barbarie capitalista, donde las determinaciones se toman sin consultar a los verdaderos afectados y en función de los intereses empresariales.