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Red Internacional
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UNIVERSIDAD. Puan VIP: horarios para pocos

El eterno problema de la oferta horaria vuelve a hacerse presente a la hora de las inscripciones. Los estudiantes tenemos que hacer malabares para intentar organizar nuestras vidas y estudiar en Filo.

Martes 6 de marzo de 2018 20:37

Esta semana la gestión de la facultad de Filosofía y Letras dio a conocer los horarios de las materias del primer cuatrimestre de 2018, y los estudiantes nos encontramos con lo mismo de siempre: una oferta horaria imposible. Teóricos de cuatro horas que arrancan a las 13 o 15 cortando toda posibilidad de trabajar durante el día, en materias obligatorias como Gramática, Filosofía moderna o Didáctica especial y prácticas de la enseñanza o casos como Historia de las artes plásticas II, donde ni siquiera un práctico se puede cursar a la noche. En la UBA el 62,7% de los estudiantes trabajamos y el 42% con jornadas de entre siete y nueve horas. Se vuelve casi imposible acceder a la facultad sin tener que elegir entre cursar o laburar y somos muchos quienes tenemos que dejar materias, cuatrimestres o años enteros, sin contar que tres de cuatro anotados a principio de año abandonan su carrera.

Desde la asunción del macrismo se ha implementado un plan sistemático para atacar a la educación pública quitándonos presupuesto e incluso proponiendo arancelar. Desde la gestión kirchnerista que preside la facultad: ¿Qué modelo diferente le oponen a este? Uno donde los horarios son una traba para cursar a quienes trabajamos, donde cierran prácticos en carreras como la de Edición en la que la matrícula crece año a año y una facultad que se cae a pedazos, con accidentes que por pura azar no han tenido consecuencias graves en la integridad física de quienes nos acercamos a estudiar.

En un contexto donde los tarifazos llevan el precio del viaje a montos siderales, con apuntes, comidas en entretiempos que resultan cada vez más difíciles pagar entre otros gastos nos hacen preguntarnos si la educación pública es realmente para todos. Jornadas que se hacen interminables en empleos que ni siquiera sabemos por cuánto tiempo vamos a mantener nos queman la cabeza. Pasan los gobiernos y esta universidad para pocos parece refrendar una y otra vez su condición elitista.

Mientras desde las clases dominantes nos quieren meter en la cabeza frases hechas de charla motivacional o que diríamos en una entrevista de laburo para quedar bien, coexistimos en ambientes que se jactan de progres pero fomentan la competencia más repugnante entre pares para ver quien le va un poco mejor o hace carrera académica aplastando cabeza. Los estudiantes tenemos que demostrar que podemos trazar otro camino. Somos los mismos que nos dio bronca que desaparezcan y asesinen a Santiago Maldonado e hicimos con el CEFyL un paro en la facultad. Que salimos a las calles contra este gobierno de ricos en diciembre por la reforma previsional. Que siempre reventamos de gente cada plaza contra los femicidios y que más que nunca vamos por el derecho al aborto, que en la ilegalidad condena a muerte a las mujeres más pobres. ¿Cómo no vamos a confiar en nuestras propias fuerzas?

El año pasado los estudiantes de la agrupación universitaria En Clave Roja elaboramos y presentamos en el Consejo Directivo un proyecto de becas integrales para que nadie se quede afuera de la Facultad, así como nos propusimos en la comision de horarios dónde la gestión nos impide siquiera tomar la palabra. Te imaginas qué distinto sería si el Estado brindar todo lo necesario para que podamos estudiar en la universidad pública? Las becas, los horarios y el presupuesto los podemos conseguir. Plata hay hay pero se destina a bancar a las multinacionales y mineras, o para pagar la fraudulenta deuda externa. Solo hace falta que pongamos manos a la obra, y con la fuerza de la organización y movilización estudiantil podamos arrancarles nuestros derechos.