El gobernador cuestionó a las y los docentes por tomar licencias por enfermedad y cuidado de familiares. Desconoce intencionalmente que la docencia es una profesión ejercida en su gran mayoría por mujeres, a cargo muchas veces de las tareas de cuidado familiares.
Martes 5 de marzo 20:01
PH: Uno Santa Fe
En el marco de la paritaria provincial, del robo del aumento correspondiente a la paritaria 2023 y de la “oferta” salarial del 7 por ciento, Pullaro se dedicó a atacar a las y los docentes que hacen uso de licencias médicas y por cuidado de familiares enfermos.
Estas declaraciones no son una sorpresa, desde el momento en el que asumió mostró sus intenciones de ir contra este derecho, contrastando con sus dichos en campaña electoral en los que planteaba revalorizar el salario y el trabajo docente.
El gobernador habla en los medios de manera despectiva y haciéndose el canchero de las licencias por cuidado “de suegras, tíos y sobrinos”, desconociendo intencionalmente que la docencia es una profesión ejercida en su gran mayoría por mujeres, a cargo muchísimas veces de las tareas de cuidado familiares. Sería suficiente con que los funcionarios del Ministerio de Educación recorrieran una escuela y escucharan a las docentes contar las situaciones en las que tienen que hacerse cargo del cuidado de padres, madres, abuelos, y si, también suegras y suegros, con todo lo que esto implica en un contexto de ajuste e inflación donde no alcanzan los sueldos y el costo de medicamentos y salud no para de aumentar.
La cartera que conduce Goity publicó cifras, que vale la pena aclarar, no se sabe de dónde salieron, en las que analiza la cantidad de días que los y las docentes tomaron licencias por cuidados de familiares y por enfermedad durante 2023; y qué “costo” tiene esto. Si los ponemos en contexto y lo promediamos, estas licencias representan como si cada docente se hubiese tomado 1 (un) día de licencia al año por cuidado de familiar enfermo.
Este cuestionamiento a la docencia se da en el marco de la discusión salarial, en la que el gobierno provincial ofreció solo un 7 por ciento de aumento para hacer frente a una inflación de alrededor del 45 por ciento entre diciembre y enero, adeudando todavía el 22 por ciento de enero y mismo porcentaje de febrero de la paritaria 2023, que todavía no tiene fecha de cobro.
Estas declaraciones van a tono con un gobierno que busca pagar a la docencia un salario inicial por cargo que apenas cubre la mitad de una canasta familiar, siendo que muchas trabajadoras de la educación son el único sostén de sus hogares y tienen a su cargo niños, adolescentes y adultos mayores. A esto se le suma que hoy en día, un alquiler promedio de una casa o departamento de dos habitaciones cuesta aproximadamente entre 60 y 70 por ciento del salario inicial docente.
La intención de Pullaro, a tono con el gobierno nacional, no es otra que ajustar a la educación pública y sus trabajadores, justificar la oferta salarial de miseria y volver a un régimen de presentismo, que perjudicaría tanto a quienes no podrían tomar licencias y tendrían que ir a trabajar enfermos o gastar en cuidados pagos para familiares; como al sector de docentes reemplazantes que es el más precarizado, cobrando a dos meses de haber trabajado y sin estabilidad laboral. Este ataque a la docencia muestra las intenciones del Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales hacia toda la clase trabajadora, pretenden, diciendo que "no hay plata", que se acepten salarios de miseria y que el ajuste sea en nuestros sueldos y condiciones de vida para el beneficio de los mismos de siempre.
Docentes, estudiantes, familias, no podemos dejar pasar estos ataques, que también implican recortes en comedores escolares y copas de leche, y falta de inversión en infraestructura. CTERA llamó a paro nacional este jueves 7 de marzo, no puede ser un paro aislado, tenemos que enfrentarlos con un plan de lucha contra el ajuste de los gobiernos, participar de las movilizaciones esta semaba en la provincia y también movilizarnos este 8 de marzo por todos nuestros derechos.
