Crisis climática. ¿Qué culpa tiene Van Gogh?

La nota de la semana: dos jóvenes ambientalistas británicas realizaron un protesta en la National Gallery de Londres el viernes pasado, lanzando el contenido de dos latas de sopa Heinz al famoso cuadro de "Los girasoles" de Vincent Van Gogh, donde una de las activistas dió un mensaje a los medios de comunicación:

“¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Vale más que la comida? ¿Vale más que la justicia? ¿Qué nos preocupa más, la protección de una pintura o la protección de nuestro planeta y la gente?”

🥫 JUST STOP OIL SUPPORTERS CHOOSE LIFE OVER ART 🥫

🎨 Human creativity and brilliance is on show in this gallery, yet our heritage is being destroyed by our Government’s failure to act on the climate and cost of living crisis.#VanGogh #FreeLouis #FreeJosh #CivilResistance pic.twitter.com/gXXGLsi0ej

— Just Stop Oil ⚖️💀🛢 (@JustStop_Oil) October 14, 2022

La noticia se viralizó rápidamente y dió vuelta al mundo, donde medios de derecha se apresuraron de calificar la protesta como "vandalismo" y más aún,"un atentado al patrimonio de la humanidad", denostando a las manifestantes y al movimiento de Just Stop Oil, como "una protesta inútil, pues el arte no tiene nada que ver con la crisis climática".

La organización, mediante redes sociales, lanzó un comunicado refiriéndose a la protesta con el cuadro de Van Gogh: "La creatividad y la brillantez humanas están presentes en esta galería, pero nuestro patrimonio está siendo destruido por la incapacidad de nuestro Gobierno de actuar ante la crisis climática y del coste de la vida". Just Stop Oil expresó a través de Twitter: "¿De qué sirve el arte cuando nos enfrentamos al colapso de la sociedad civil?", se preguntaron.

Ante esta acción, la seguridad del museo llegó poco después e hizo salir a los visitantes de la sala. Scotland Yard anunció posteriormente haber detenido a las dos jóvenes acusadas de “daños criminales”.

Girasoles manchados de petróleo

Esta acción se da en el marco de las continuas protestas de activistas climáticos, que durante años han hecho presión a varios museos del Reino Unido para que dejen de recibir el financiamiento de la British Petroleum, empresa responsable de varios desastres ecológicos en los últimos años, destacando el incidente del 2010 en el Golfo de México, donde la misma petrolera no se hizo cargo del ecocidio causado por el derrame de cinco millones de barriles de crudo.

A su vez, la asociación Just Stop Oil anunció que con estas acciones buscan llamar la atención del gobierno británico para que detenga todos los nuevos proyectos de exploración y extracción de petróleo y gas en el Mar del Norte.

listen to her explain the Van Gogh soup protest.

she’s got a point, no? pic.twitter.com/cObcWNx8aP

— michael mezz (@michaelmezz) October 18, 2022

Esto tras el anuncio de la nueva primer ministra del Reino Unido, la conservadora Liz Truss, quien supuestamente busca paliar la crisis energética dando más concesiones para la explotación y exploración de crudo y gas, a la vez del anuncio del levantamiento de una moratoria al fracking en el país.

Las dos activistas que ahora enfrentarán cargos, pese a que el museo informó que la pintura se encontraba en buen estado, debido a que había un cristal protector, fueron identificadas por el Daily Mail como Phoebe Plummer, de 21 años; y Anna Holland, de 20. Mismas que señalaron que hay una situación desesperada en Europa, ante la crisis energética ocasionada por la guerra en Ucrania y la llegada del invierno, son las familias más pobres las que padecerán las consecuencias de la inacción de empresas y gobiernos frente a las consecuencias de la crisis climática.

“Las familias del Reino Unido se verán obligadas a elegir entre calentar o comer este invierno, ya que las compañías de combustibles fósiles obtienen ganancias récord”, expresó Holland; al tiempo que acotó: “Pero el costo del petróleo y el gas no se limita a nuestras facturas. Somalia se enfrenta ahora a una hambruna apocalíptica, provocada por la sequía y alimentada por la crisis climática. Millones se ven obligados a mudarse y decenas de miles se enfrentan al hambre. Este es el futuro que elegimos para nosotros si presionamos por más petróleo y gas”.

La crisis climática sigue mostrando sus efectos en todo el mundo, mientras que este verano ha batido récords en cuanto a extremos de temperaturas, en gran parte del mundo se han dejado sentir las consecuencias de una sequíano vista en casi quinientos años, mientras que en países como Pakistán, un tercio del territorio se vió afectado por devastadoras inundaciones a principios de agosto.

¿Hay que elegir entre el arte o la vida?

Mientras tanto en Europa, se avecina uno de los inviernos más cruentos en décadas, debido a la falta de energéticos ocasionados por la guerra en Ucania, es por eso que este ha sido uno de los veranos más intensos en protestas, donde han confluido sectores de trabajadores y trabajadoras presionando por aumentos salariales acorde a la crisis inflacionaria y con el movimiento ambientalista.

En junio, estos sectores por la justicia climática se unieron a los piquetes obreros para apoyar la huelga ferroviaria y exigieron al gobierno británico mayor inversión en el transporte público para ayudar a combatir la producción de gases de efecto invernadero y evitar un peor impacto del calentamiento global.

Es así como vemos un incremento en la participación de activistas cada vez más jóvenes que, ante un escenario catastrófico, donde hay que elegir entre "mantenerse calientes o visitar galerías de arte", participando en diferentes tipos de acciones, como huelgas, boicots y/o protestas masivas, para exigir a los gobiernos acciones contundentes para frenar el uso de combustibles fósiles que generan la crisis climática.

¿Cuál es el problema?, no podemos tener confianza en los gobiernos que dentro del capitalismo prometen realizar acciones dentro de las Cumbres del Clima, mientras que por otro lado aprueban incrementar la explotación de combustibles fósiles y protegen las ganancias del 1% de la población mundial responsable de la crisis.

Solo la clase trabajadora, de conjunto con las juventudes, los pueblos originarios, el campesinado y expertos en la ciencia tienen el poder de construir un nuevo sistema en interés del conjunto de la humanidad. Ante la agudización de la crisis climática es necesario levantar un programa independiente y conquistar una estrategia para terminar con la causa de la catástrofe ecosocial que nos amenaza: el sistema capitalista.

Te puede interesar: Un verano del descontento en el Reino Unido

No existe una razón por la cuál elegir entre el arte y la vida, así como tampoco las y los trabajadores de Europa deberían elegir entre comer o mantenerse cálidos en invierno, mientras que el capitalismo, no solo es el que genera y reproduce la crisis climática si no que también quiere naturalizar esta situación. Nuestra lucha es por todo, contra el capitalismo, pero también por el arte y la vida.

Te puede interesar: Huelga Mundial por el Clima: ¡El capitalismo y sus gobiernos destruyen el planeta, destruyamos el capitalismo!