El 6, 7 y 8 de noviembre fueron las elecciones en la UNLP. El conflicto incipiente que se abrió hacia el final del ciclo lectivo aún no se expresa en quiebres de espacios políticos. La Franja Morada sostiene la conducción de 11 centros. Avanzó la Juventud Universitaria Peronista (Kicillofismo) sobre Patria Grande en Médicas y creció en Psicología y Trabajo Social. Los liberales hicieron una elección mediocre. La izquierda, presente en 16 de 17 facultades, una voz indispensable para plantear la urgencia de recuperar nuestras herramientas de organización, derrotar a Milei y a todos los que transan.
Domingo 10 de noviembre 12:46
La Franja Morada mantiene su espacio, pero no sin contradicciones
El radicalismo retuvo la conducción de los centros de estudiantes de Psicología, Informática, Ciencias Jurídicas y Sociales, Económicas, Arquitectura y Urbanismo, Ciencias Astronómicas y Geofísicas, Ciencias Agrarias, Ingeniería, Ciencias Exactas y Veterinaria. Sin embargo, en facultades como Psicología o Veterinarias perdieron un importante porcentaje de votantes.
Esto tiene una razón, son parte del partido político que viene transando con Milei desde el comienzo de su mandato. Lo hicieron con diputados comprados y cambiando presupuesto de funcionamiento universitario a cambio de votos para la Ley de Bases, el RIGI y la reforma laboral. También con votos a favor del veto a los jubilados y contra la ley de financiamiento universitario. Esto estuvo presente en los debates de las facultades y es repudiado por un sector de estudiantes que este año optó por otras corrientes.
Durante el primer cuatrimestre esta camaleónica agrupación logró ubicarse discursivamente “en defensa de la educación pública”, convocando instancias de movilización junto a las autoridades. Si algo caracteriza a la Franja Morada es su capacidad de ocultar a qué partido político responden y evitar la asociación entre ellos y personajes odiados como De Loredo. Pero en el segundo cuatrimestre y en particular con el apoyo de un sector de radicales a la ley de financiamiento universitario, mostraron la hilacha.
Dentro del peronismo: avanza el ala de Kicillof con “gestión” y menos Patria Grande
La JUP dió vuelta en un año la derrota sufrida en 2023 en Médicas, superando a Patria Grande por más de 1700 votos. Avanzó también en Psicología y Trabajo Social, quedando cerca de un consejero directivo en cada una de esas facultades. Creció con un planteo de gestión anclado en sus relaciones con (y la caja de) el gobierno de la PBA y la ciudad (Kicillof y Alak), con el Ministerio de Salud de la Provincia, y capitalizando el ejemplo de Humanidades de ampliación edilicia que hizo el Rectorado. A su vez, PG retrocedió en su espacio en Humanidades reteniendo por muy poco su consejero; se desplomó en Trabajo Social perdiendo su representación por la minoría, y solo mantuvo la conducción del centro de estudiantes de Artes y obtuvo la minoría en Periodismo.
Un conflicto que recién arranca y una experiencia abierta
El conflicto universitario no fue un punto de inflexión con las conducciones de los centros ni de la Federación Universitaria de La Plata que, desde el inicio de año llevaban adelante una política de no hablar de la realidad, transformar las facultades en una burbuja y “fingir demencia” al buen estilo de la Franja Morada. Las agrupaciones peronistas también son parte de los que apoyaron a los traidores en el congreso que le dieron votos o ausencias clave a Milei contra la universidad y los jubilados, como los diputados de los gobernadores massistas de Tucumán, Misiones y Catamarca. Son parte de las mesas de negociación con la Franja Morada y los rectores que apostaron a frenar la lucha universitaria y a desviarla hacia la rosca del presupuesto 2025.
Lograron contener las asambleas y tomas que hubo en la semana del veto, tras reubicarse con una pose de lucha, después de tambalear en algunos casos durante las primeras horas, dudando o intentando frenar las convocatorias a asambleas o que se votaran las tomas. Pero luego, fueron parte de los que convocaron a la movilización masiva de 30 mil personas en la ciudad que fue potenciada por las mismas tomas, y desactivaron el desarrollo de los espacios de autoorganización. Durante el conflicto, todas las burocracias y aparatos del peronismo y también la propia Franja Morada, sabían que el que daba un paso en falso podía tener altos costos en las cercanas elecciones. Apenas comenzó a apaciguarse el movimiento, dedicaron todos sus esfuerzos a instalar un clima electoral completamente escindido de la necesidad de continuar la pelea por el presupuesto universitario y contra el gobierno, desarrollando campañas de servicios, sin nombrar a Milei ni el ajuste al presupuesto, ni las asambleas, ni las tomas. A tono con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), “pasaron de página” y fingieron demencia.
La izquierda, una voz reconocida y fundamental para instalar otra agenda
Pese a este escenario, la izquierda fue reconocida en todas las facultades como quien impulsó el conflicto y está a la cabeza de enfrentar los ataques de Milei y unirse a los sectores en lucha. Esto se expresó en un crecimiento respecto al año anterior, lo que se suma a la extensión en 16 de 17 facultades, siendo una corriente con injerencia en toda la universidad. Pero sobre todo en el reconocimiento por parte de amplios sectores de estudiantes que reivindican el accionar de sus compañeros de las agrupaciones de izquierda que se unieron en frentes junto a estudiantes autoconvocados, para poder dar voz y protagonismo a los estudiantes que defienden la educación pública activamente, y no quieren regalar su futuro ni que decidan a sus espaldas.
Mal debut libertario, el movimiento estudiantil es opositor a Milei
La esperada irrupción de La Libertad Avanza (LLA) en la política de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) quedó muy lejos de las expectativas que había generado. Con dos listas, Universitarios de La Libertad Avanza (ULLA) ligada a Santiago Caputo y Crear + Libertad ligada a Karina Milei, el debut se dio con una fuerte presencia en la Facultad de Ciencias Económicas. Ambas agrupaciones combinadas obtuvieron 502 votos para el centro de estudiantes y 428 para el claustro, ubicándose muy lejos de los 2.461 y 2.114 que obtuvo la Franja, respectivamente; y los 1.559 y 1.358 que obtuvo el MUECE, que se aseguró el representante en el Consejo Directivo por la minoría.
Cómo seguir
Desde la Juventud del PTS dimos una importante pelea para poner en debate el rol de los centros de estudiantes. Además de la mera gestión de los servicios como los buffet o las fotocopiadoras, son una herramienta de organización fundamental para poner en pie espacios de debate y resolución. Para transformar la universidad y no defenderla tal cual es, sino para que entren realmente los hijos de la clase trabajadora y que nuestros conocimientos estén al servicio de las mayorías populares. Más aún en este momento en que el gobierno de Milei subió al ring al movimiento estudiantil, ajustando y congelando el presupuesto universitario, con el objetivo de fondo de privatizar, aunque ahora no lo digan, la educación pública.
Un ejemplo: el 9 de octubre, día en que pasó el veto a la ley de financiamiento universitario en el Congreso Nacional y que inmediatamente despertó al movimiento estudiantil, los centros de estudiantes brillaron por su ausencia. El veto no pasó solo por tres votos y por los radicales y peronistas vendidos, sino también por la ausencia en las calles de las conducciones de nuestras herramientas de organización como los centros de estudiantes, federaciones universitarias, y ni hablar las centrales sindicales y los gremios.
Con la fuerza de los miles de estudiantes que se vienen organizando junto a la izquierda, más que nunca hay que continuar la pelea por defender la educación pública, unirnos a los trabajadores, jubilados, y derrotar a Milei. Para desarrollar espacios de autoorganización democráticos como Psico No Finge Demencia, exigir a nuestros centros que estén a la altura y pelear para recuperarlos, para que realmente estén a la altura. Para potenciar esta perspectiva, te invitamos a sumarte a nuestras agrupaciones, que estuvieron a la cabeza de la pelea y de construir esta alternativa política desde el comienzo.
