Luego de una marcha combativa del pasado viernes, es necesario que el movimiento de mujeres retome las calles con un plan de lucha frente al gobierno autoritario de Chaves y sus políticas de endeudamiento y antiderechos.
Jueves 1ro de diciembre de 2022
Este 25N cientos de personas salieron a las calles a plantear sus demandas. Ni una menos, solidaridad con el movimiento de mujeres en Nicaragua, contra el gobierno de Chaves y aborto legal, fueron las consignas que más resonaron, dándole un carácter combativo a la marcha.
Desde Pan y Rosas, denunciamos las políticas de ajuste y endeudamiento del gobierno, que recaen en la clase trabajadora, en especial en las mujeres.
Señalamos la impunidad que el Estado mantiene frente a los casos de femicidios, como en el proceso de Fernanda y Raisha, o la justicia patriarcal y la revictimización que reciben las familias de las víctimas.
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También denunciamos las agresiones dadas por la patronal SyR a dos de sus trabajadoras y las malas condiciones laborales, haciendo un llamado al movimiento de mujeres de unificar las peleas de la clase trabajadora, como lo son las denuncias de los trabajadores bananeros y sus esposas en La Perla.
Por otra parte, señalamos la necesidad de retomar la consigna por el aborto legal, y el carácter internacional de nuestras demandas, así como la solidaridad con las mujeres en Nicaragua, Irán y Palestina.
El INAMU, ¿qué defiende?
Por otro lado, el 25N en horas de la mañana el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) realizó un acto oficial como parte de la agenda de género del gobierno, la cual estuvo lejos de la combatividad de la marcha realizada horas más tarde por el movimiento de mujeres. El INAMU ha venido sosteniendo una postura de apoyo al presidente Chaves y a sus políticas antiderechos y de endeudamiento, lo cual se ha expresado en distintas situaciones.
Un ejemplo de ello es a partir del reciente comunicado que el INAMU divulgó, en el cual atacaban a la diputada Priscilla Vindas, del Frente Amplio, por las declaraciones dadas en el Congreso Iberoamericano de Mujeres Progresistas en Colombia. Allí, Vindas expresó que el presidente es “acosador, violador y asesino”, con lo que el INAMU salió en defensa de Chaves, alegando que esas declaraciones son “calumniosas” y apelando al carácter democrático de las elecciones nacionales; es decir, la democracia de la burguesía, para intentar poner un alto a los cuestionamientos hacia el presidente.
No es la primera vez que el INAMU sale en defensa del presidente, pues en otras ocasiones lo ha defendido con respecto a la sanción por acoso sexual realizada por el Banco Mundial que tiene Chaves. Además, lo ha apoyado en sus intentos de llevar adelante políticas antiderechos.
Con respecto a los ataques antiderechos, cabe recordar que el gobierno y algunas de las instituciones, como el Ministerio de Salud, ha tenido reuniones con la Conferencia Episcopal, donde han quedado en evidencia sus intereses de bloquear el derecho al aborto o eliminar la mal llamada ideología de género.
Ahora, intentan lavarse la cara con el proyecto de la Ruta de género. Sin embargo, es una salida individual y punitiva que no soluciona el problema estructural que, en muchos sentidos, el mismo Estado justifica y reproduce.
Una salida socialista
Desde Pan y Rosas repudiamos los ataques recibidos por las diputadas del Frente Amplio por parte del INAMU. Pero también le planteamos al movimiento de mujeres que la salida no está en políticas que administren el ajuste o en exigencias de que los mismos de siempre dejen de ser corruptos, pues son exigencias ambiguas que no acaban de raíz con los problemas que enfrenta la clase trabajadora de conjunto.
Es necesario pelear por más presupuesto para enfrentar y evitar la violencia hacia las mujeres. El no pago de la deuda externa y el cobro de impuestos a los grandes empresarios, pueden generar dinero para cubrir necesidades que ayuden a evitar la violencia de género, como la creación de refugios para víctimas de violencia, salarios mensuales para que las mujeres puedan tener independencia económica de su agresor, creación de centros de atención psicológica para las mujeres y sus familiares. Planteamos que estos centros deben tener independencia política del gobierno y que sean controlados por las trabajadoras y los trabajadores.
Para pelear por cada demanda del movimiento de mujeres, de la juventud y de la clase trabajadora, como los casos de impunidad por femicidios, las denuncias de los trabajadores bananeros en La Perla y la explotación del trabajo asalariado, te invitamos a sumarte a Pan y Rosas, para seguir impulsando feminismo socialista.