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Red Internacional
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Coronavirus. #QuedateEnCasa: una misión casi imposible para las precarizadas

El “pedido” del presidente de “mantenernos en nuestras casas” deja mucho que desear, sin declarar la cuarentena para los trabajadores ni garantizar las licencias pagas a cargo de las empresas, la realidad de muchas de nosotras -estudiantes, mamás y trabajadoras- se vuelve cada vez más compleja.

Martes 17 de marzo de 2020 14:49

El domingo a última hora de la tarde el presidente anunciaba un número de medidas que deja bastante que desear para una gran cantidad de trabajadores.Hace un rato, el misnitro de Transporte dijo que hasta el miércoles 25 no habrá medios para la circulación. El hashtag de #quedateencasa sigue invadiendo las redes sociales con vídeos y consejos que buscan dar tareas con que ocupar el tiempo libre de la cuarentena.

Mientras muchas tratamos de organizarnos para ver cómo hacer, porque en nuestros laburos no existe el “quedate en casa”, vemos a Ministros como Trotta declarando en la TV que no son vacaciones, como si los trabajadores y trabajadoras que tenemos hijes pudiéramos dedicar tiempo al ocio o a preparar un viaje.

Entre mis compañeras de estudio en el terciario, donde nos preparamos para ser trabajadoras de la educación, la mayor parte somos mujeres que desarrollamos tareas de limpieza, cuidado de niñes y ancianos, sin estar registradas, laburando en forma precaria o tercerizada. Y cuando nos enteramos de la noticia, estalló la bronca. ¿Cómo puede ser que no podamos estudiar pero sí trabajar? ¿Cómo hacemos para organizarnos si además, como muchas, somos mamás solteras o jefas de hogar? ¿Sabe el sr Ministro que la leche está alrededor de $60 pesos?

Estamos haciendo malabares para que nuestros pibes no salgan a las calles.Porque aunque los niños no son población de riesgo el presidente de la OMS anunció que hubo casos de niños muertos... y todo esto lo escuchamos mientras realizamos llamadas a nuestros abuelos, padres, o a alguna amiga que nos salve para poder ir a trabajar en algún medio de transporte hacinado. Claro, porque sin declarar la cuarentena para los trabajadores y trabajadoras ni garantizar las licencias pagas a cargo de las empresas (sea cual sea la relación contractual) y ni que hablar de la prohibición de despido, estamos obligadas a salir de nuestras casas.

Trabajar desprotegidas

Y qué pasa entonces con aquellos padres que no tienen con quien dejar a sus hijes?
Entonces hablo con mi compañera del Normal, el terciario en el que estudio, Y Mariela me comenta que tampoco tiene donde dejar a sus hijes. Ella, que trabaja como tercerizada de limpieza en un hospital cuenta que “estamos en una situación difícil. Mi compañera por ejemplo me pidió que le cuidara a su hija en mi franco”, y me remata la charla con que “en el ámbito laboral sigue siendo prácticamente lo mismo, salvo que me piden que limpie todo con lavandina en lugar de usar productos como multiuso... Pero al ser una prepaga viene gente que puede llegar a tener Coronavirus o estar engripados o algo por el estilo, y tengo que tener cuidado constantemente. Me pasa que cuando llego a casa tengo que bañarme, por el simple cuidado mismo y porque en mi casa tengo dos menores de cinco años”.

Y claro es que en una situación de crisis sanitaria las empleadas de limpieza en las clínicas tienen doble laburo y por la misma paga. Mari encima no es planta permanente, labura tercerizada como muchas de nuestras compañeras que se dedican a las tareas de limpieza exponiendo sus vidas. Esto recién queda al descubierto cuando se suceden pandemias como ésta, ante las que no reciben ni los insumos necesarios ni la protección necesaria. Pero así como el Estado busca “lavarse las manos” de les trabajadores, tercerizando la mano de obra, también son estas mujeres (y muchas otras más) las que son silenciadas por los medios de comunicación y periodistas que no mencionan cómo vamos a llevar adelante una cuarentena en la que nos obligan a presentarnos a trabajar desprotegidas .

Grupo de riesgo: la superexplotación en casa y la amenaza de perder el presentismo

En mi caso me quedo en casa con mi hija, trabajando desde la computadora mientras la atiendo, porque ella está enferma con laringitis y yo soy parte del grupo de riesgo, me controlan todo el tiempo. Esperan que tenga el mismo rendimiento laboral, cuando a la vez tengo que ocuparme de mi hija de 3 años, asear la casa, garantizar su alimentación y su cuidado. Pero no es el caso de todas, ni siquiera de la mayoría. Gise, otra de mis compañeras del terciario, que trabaja en una clinica privada, me comenta: nos encontramos en un momento de mucho laburo, estamos sobrecargadas y nos están pagando la misma plata. A la vez al no declarar la cuarentena para todos sino venimos a trabajar nos descuentan casi $6000 pesos entre presentismo y día descontado. Algunos vienen a trabajar incluso enfermos”.

Barbi, que trabaja en una escuela, me cuenta en un audio que en su escuela “la semana pasada la directora compró de su bolsillo jabon y repelente porque desde el gobierno no mandaron. Y todavía no estaban suspendidas las clases”.

Ella labura en Capital Federal, en una escuela primaria, como auxiliar. Su testimonio se suma a otras denuncias donde docentes cuentan y viralizan cómo no hay ni siquiera insumos básicos para limpiar y desinfectar nuestros espacios de estudio, mientras salen a la luz las denuncias al gobierno de Larreta, por entregar sandwiches en las escuelas como si esa fuera una “medida anticrisis”, después de que 37 chicos se intoxicaron por consumir esa misma comida en mal estado.
El Estado debe garantizar provisión de alcohol en gel, guantes , barbijos, jabón y todo lo necesario para llevar adelante una correcta desinfección. Que las empresas que producen estos elementos o medicamentos pongan su producción en función de combatir la pandemia y no en especular con nuestras vidas.El no pago de la deuda odiosa e ilegitima permitiria que haya plata para poder garantizar las licencias, espacios seguros para las familias en las calles y la realizacion masiva de test. Pudiendo conformar un sistema de salud único, estatal y bajo gestión de sus trabajadores al servicio de paliar la crisis sanitaria

Parece una gastada de mal gusto, pero es más compleja cuando se recuerda que en la zona sur el problema más acuciante es la presencia cada vez más alta de casos de dengue. Que no nos digan que son ellos los que se ocupan de la salud, la educación y el alimento de los pibes.

Ya es de noche, mi hija duerme, y yo pienso que en cada una de mis compañeras hay una realidad difícil y distinta, pero a la vez común: somos jóvenes, somos mamás, trabajamos y la mayoría lo hacemos de forma precarizada, sin obra social, sin llegar a fin de mes, hacemos malabares para poder estudiar… y estamos masticando bronca.

Que nos unamos a nuestros compañeros y compañeras de trabajo y estudio, a les docentes, a toda la comunidad educativa y a las familias trabajadoras de las escuelas, que pongamos en pie Comisiones de Seguridad e Higiene en cada lugar de estudio y de trabajo, para que se garanticen las medidas indispensables, como las licencias pagas y el acceso a la salud, porque primero están nuestras vida. Y si… no estamos de vacaciones.

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