Entrevista a uno de los autores del libro de reciente publicación Clubes de fútbol en tiempos de dictadura. ¿Cuánto de integración y cuánto de resistencia a la dictadura genocida encontramos en el fútbol argentino?
Jueves 26 de julio de 2018
En su última entrevista antes de embarcar con destino a su residencia en Tel Aviv, conversamos con el historiador israelí Raanan Rein, una mañana de sábado en Santa Fe y Junín. Era una buena oportunidad para charlar sobre un libro que acaba de publicar en el que se compilan testimonios sobre los clubes de fútbol durante la última dictadura militar, investigación editada por la Universidad Nacional de General San Martín. Rein -que entre otros cargos es Vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv- ya había publicado otros libros sobre la temática del fútbol como “La Cancha Peronista” (Ediciones UNSAM) y “Los bohemios de Villa Crespo” (Editorial Sudamericana); suma ahora el flamante “Clubes de Fútbol en Tiempos de Dictadura” (UNSAM, 2018).
LID - En tus últimos trabajos aparece una ligazón especial que vos tenés con el fútbol y las clases populares…
RR - Es cierto. A lo largo de los años me di cuenta de que el fútbol es una lente adicional para ayudarnos a entender ciertos procesos sociales y políticos, más allá de lo que pase en un club y en la cancha.
¿Qué particularidades encontrás al respecto en Argentina?
En Argentina los clubes de fútbol son también entidades sociales y culturales; esa es una cualidad muy importante. No conozco a mucha gente en otros lugares que se hayan casado después de un asado en el club o en los bailes de fin de semana. Por ejemplo, esto no le he visto en el Real Madrid o en el Liverpool…
¿Que te motivó a investigar la relación entre los clubes de fútbol durante la última dictadura militar?
Este libro es el resultado de un proyecto anterior que tiene que ver con los clubes de fútbol durante la etapa peronista en los años ´40 y ´50. Ya en aquel momento nos dimos cuenta de la autonomía de la que gozaban las entidades deportivas. Si bien hubo un esfuerzo para “peronizar” los clubes de fútbol, en los mismos seguían conviviendo y trabajando juntos peronistas, radicales y socialistas. Por eso quería saber que cuestiones acontecían en los clubes durante la última dictadura militar.
En esta investigación notamos que el gobierno militar se acercó a los clubes de futbol con cierta cautela, no intervino ninguno. Además un condimento importante es que muchos de sus socios eran también militares que cobraban influencia en esos momentos. Otro dato curioso es que dentro de estas instituciones, los procesos democráticos seguían su curso: había elecciones, por ejemplo. Estos eran espacios sociales donde la vida para muchos socios seguía como si nada pasara alrededor…
¿Por qué pensás que los clubes seguían siendo espacios abiertos en el contexto donde la dictadura militar perseguía en cualquier lugar -abierto o cerrado- donde percibía que se podían debatir ideas?
Los clubes de futbol eran de los pocos espacios donde la gente se podía congregar, hablar y votar. No eran los únicos. También las instituciones comunitarias de inmigrantes judíos o sus descendientes, seguían funcionando con cierta autonomía…
Otro dato notable en ese momento es el aumento del número de socios en mucho de los clubes. A mi criterio eso tenía que ver con la posibilidad casi única de seguir una vida “normal” en un espacio relativamente seguro. Claro está que los padres preferían que sus hijos pasasen el tiempo libre en los clubes y no en reuniones políticas…
¿En ese momento la gente no repudiaba la presencia de militares sospechados de violaciones a los Derechos Humanos en sus propios clubes?
Lo increíble para mí fue ver como todos juntos trabajaban por la gloria de sus clubes favoritos, víctimas y victimarios. Durante los 90 minutos del partido desaparecían los conflictos y las tensiones. Es decir que podían sentarse en un mismo lugar una persona que se oponía a la dictadura militar con uno que tenía las manos manchadas de sangre de un desaparecido. Por ejemplo, fue el caso del Club Atlanta donde el hijo del Gral. Roberto Viola jugaba al básquet…
Relevando los trabajos de tu investigación podemos encontrar desde negociaciones con la dictadura o desaparecidos (como es el caso de Racing Club) hasta expropiaciones como la que sufrió San Lorenzo…
Los dirigentes de los clubes por un lado intentaban adaptarse a la circunstancia, es decir, negociar con las autoridades municipales o nacionales sean radicales, peronistas o militares. En ese sentido, el nombramiento de generales como socios honorarios no debe sorprendernos, era una práctica de todos los clubes en todo el siglo XX. En este contexto, sin ninguna duda también hubo desaparecidos entre hinchas, socios y dirigentes. Si nos preguntamos si eso era un componente central de la vida institucional de los clubes, te digo que no. Y si bien es cierto que vimos personas que no hicieron lo suficiente, que no usaron sus contactos para averiguar la suerte de sus desaparecidos, y en otros caso sí vimos cómo intervinieron para averiguar por la suerte de unos u otros. No tenemos la intención de pintar un cuadro idílico. Estamos hablando en un contexto brutal de violaciones a los derechos humanos…
Mundial ´78
¿Qué importancia tuvo el Comité para el boicot al Mundial de futbol en Argentina?
Por un lado nos decían que toda esta campaña que llamaba a boicotear el Mundial fracasó. Efectivamente, las 15 selecciones nacionales que participaron del campeonato del mundo no acompañaron esta campaña en pro del boicot. Sin embargo, esta campaña movilizó a decenas de miles de personas en muchos países. Logró instalar en el debate público internacional el tema de las violaciones a los derechos humanos en Argentina. Por eso la dictadura no tuvo otra opción que comenzar su contraofensiva, para establecer una oficina en París. Francia fue el país de mayor oposición al Mundial en Argentina ´78…
¿Por qué Alemania fue reacia a esta campaña internacional?
Porque los políticos de la República Federal de Alemania, estaban traumatizados por las actividades subversivas de grupos alemanes y sentían cierta simpatía hacia los generales argentinos que supuestamente estaban luchando frente al mismo tipo de actividades que ponían en peligro el orden público. Además Alemania era un importante socio comercial de este país. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los políticos socialdemócratas y comunistas en Alemania pero también en otros países europeos miraban lo que sucedía con los partidos de izquierda en Argentina. Es sabido que el Partido Comunista en Argentina no llamó al boicot y que las organizaciones armadas, sea Montoneros o ERP, acordaron una tregua durante el Mundial.
¿Qué pudo haber motivado a Montoneros y al ERP llegar a una tregua durante el mundial?
Aparentemente no querían ir en contra de la supuesta voluntad popular. Sabían de la importancia que tenía este evento para mucha gente en el país. Y boicotear el Mundial podría aparecer como un acto antinacional…
Antes que comience el Mundial se produce el asesinato del Gral de brigada Omar Actis candidato a presidir el EAM (Ente Autárquico Mundial 78), alguien muy vinculado al genocida Jorge Rafael Videla. Los medios en ese momento adujeron que su muerte se debió a un “acto terrorista”, sin embargo lo reemplaza Carlos Alberto Lacoste, vinculado al represor Massera. ¿El asesinato de Actis no pudo estar enmarcado dentro de la misma interna entre ellos?
Sin ninguna duda tenía que ver con la lucha interna dentro de la Junta Militar. Sería interesante ver con el nuevo archivo descubierto del ente organizador del mundial (EAM) si se pueden encontrar nuevos documentos que arrojen nuevas evidencias…
Hubo una disputa entre Caloi con su personaje Clemente que incentivaba a la gente a tirar papelitos en las canchas y el relator José Maria Muñoz que tenía una posición contraria en este tema. ¿A tu criterio el tema de los papelitos era una forma de resistencia a la dictadura?
Hablando en general uno no encuentra en el mundo del futbol de aquellos años actos “heroicos” de resistencia. Pero sí una variedad de gestos de menor escala que expresaban reservas, criticas, oposición a la dictadura. Podría ser con los papelitos o entrar con un bombo a la cancha, cuando la dictadura había prohibido este instrumento en las tribunas, ya que no daba la imagen de “una Argentina moderna y civilizada”. Otros actos fueron cantar la marcha peronista en un estadio o el cierre de un portón en el club River para no dejar entrar a Lacoste al estadio, quien tuvo que dar una vuelta larga para entrar al mismo. Si bien parecen pequeñas cosas, tenían su peso simbólico. Pero repito, eran más gestos que actos de resistencia…
* “Clubes de fútbol en tiempos de dictadura”, es el último libro de la Colección Ciencias Sociales de UNSAM EDITA y la compilación e investigación estuvo a cargo de Raanan Rein, Mariano Gruschetsky y Rodrigo Daskal.