En marzo Rodrigo falleció en la fábrica Adheco, que provee adhesivos para el área textil e industria de espuma de poliuretano. Su cuñado escribió un relato acerca del hecho, para recordar a Rodrigo. La familia exige justicia y el fin de la impunidad empresarial.
Jueves 27 de junio 19:56
Reproducimos el relato de Guillermo, cuñado de Rodrigo Bodnar, a más de 3 meses de su asesinato laboral.
"Rodrigo era una persona solidaria, una persona trabajadora... le pedías que te diera una mano y el estaba siempre para auxiliarte. Le pedían hacer cualquier laburo y el no tenía peros y lo hacía. Rodrigo laburaba desde hacía 23 años, estuvo un tiempo en negro pero en el 2003 lo blanquearon. Cuando falleció tenía 43 años, dejó un hijo de 19 años que la está peleando para salir adelante, tal como le enseñó su padre. Pasamos las últimas vacaciones de maravillas, como que iban a ser las últimas que pasaríamos juntos. Siempre una sonrisa en la cara, a pesar de que en la vida nunca le fue fácil. Un verdadero tipo con todas las letras. Por eso tanto dolor que a veces se torna insoportable su ausencia, y sobre todo en los días de cumpleaños... se nota mucho su ausencia."
"El 15 de marzo entra a soldar un tambor donde se producía un pegamento con base de tolueno. Según las pericias ese tambor de doble pared, entre medio, lleva un aceite que desconozco su utilidad, pero que para soldar, ese aceite tiene que estar en frío. Es ahí cuando da el puntazo con la soldadora, que el gas que produjo ese aceite en caliente hace implosionar la capa interna del tambor, aplastando literalmente a mi cuñado. Los bomberos acuden al lugar y lo sacan con vida. Pero en el hospital, cuando lo intervenían quirúrgicamente, no pudo resistir la operación falleciendo luego de cuatro paros cardíacos."
"Yo no me resigno a su muerte. No fui al velatorio ni al cementerio, porque pienso que en cualquier momento me lo encuentro entrando en casa. Mi señora, su hermana, sigue destruida buscando consuelo en las fotos, publicando su imagen en las redes y toda nuestra familia quedó en una impotencia por una muerte que tomando los recaudos que correspondían, se pudiera haber evitado. Estamos viviendo un verdadero infierno que nos cambió la vida para siempre. Nunca pensé que podía haber pasado algo así. Pero quizás es el motivo para sacar fuerzas de donde no hay, para seguir adelante y luchar por su memoria, que se haga justicia para que no sucedan más casos como el de Rodrigo, y se hagan responsables los empresarios corruptos, como corresponde. El 15 de junio se cumplieron 3 meses de su muerte y el 4 de julio sería su cumpleaños 44..."
