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Congreso Nacional. Reforma previsional: qué impacto tendrá en las jubiladas y titulares de la AUH

El 10 de diciembre pasado, mientras Diputados daba media sanción a la legalización del aborto, el oficialismo conseguía media sanción del Senado para la reforma previsional del FMI. Esa medida, que votaron los mismos senadores peronistas que aprobaron a Macri sus leyes de ajuste, llegó a Diputados (como la de aborto a Senadores) para su sanción definitiva. El mismo día en que se trate la legalización, buscarán su aprobación en la Cámara Baja.

Sol Bajar

Sol Bajar @Sol_Bajar

Martes 22 de diciembre de 2020 13:25

La reforma previsional comenzó a debatirse esta semana en Diputados y el próximo 29 de diciembre, para ocultar este atropello, el gobierno se prepara para convocar a sesiones especiales simultáneas: en Diputados para que se apruebe definitivamente un ataque escandaloso a los jubilados y titulares de la Asignación Universal por Hijo, y en el Senado para que se trate la histórica demanda de la legalización del aborto (con los cambios que le impuso el gobierno nacional, como gesto a las Iglesias).

Claramente, si el oficialismo acude a estas maniobras es porque sabe del contenido antipopular que tiene la nueva fórmula previsional, que no garantiza siquiera que los haberes y asignaciones le ganen a la inflación, que para 2021 se calcula que crecerá un 50% según el Banco Central. El objetivo es uno solo: ahorrarse plata y pagar al FMI. Es un nuevo robo a los y las jubiladas y a las más de 2 millones de mujeres que son titulares de esa Asignación.

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Con rostro de mujer

Algunas cifras anticipan el impacto que tendrá esta reforma sobre la vida de las mujeres. Según el Indec, en el 40,3% de los hogares al menos uno de sus miembros tuvo problemas de empleo en el año de la pandemia. El 49,3% tuvo una reducción de sus ingresos y el 33,8% se alimenta menos.

Las que más sufren el desempleo y la precarización laboral son las mujeres. Presentan mayores niveles de informalidad (36% v. 34,2%) y mayores niveles de desocupación (10,8% v. 8,9%) respecto a los varones. En el caso de las jóvenes de hasta 29 años, el porcentaje de desempleo supera el 22%, cuando para los varones de la misma edad representa el 17,9%. Las mujeres ganan en promedio un 29% menos que los varones, aunque la brecha es mayor para las trabajadoras informales, donde esa diferencia llega a un 35,6%.

El Indec también estima que en los hogares de menores ingresos, 1 de cada 4 mujeres está desempleada (24,2%), y que la principal ocupación -cuando la tienen- es el “servicio doméstico remunerado”, que representa el 16,5% del total de empleo de las mujeres ocupadas y el 21,5% de las asalariadas. En el sector, el 96,5% son mujeres. Según el Ministerio de Economía de la Nación, el 72,4% de ellas no percibe descuento jubilatorio ni tiene obra social, mientras que su promedio salarial se mantiene en menos de la mitad del salario mínimo, vital y móvil.

Jubilarse bajo el régimen de la precarización laboral, el trabajo no remunerado y los salarios de miseria, es por lo menos una odisea, y no porque no haya plata, sino porque hace décadas se desfinancia el sistema previsional para beneficiar a los empresarios, ya sea con rebajas de las contribuciones, ya sea con precarización y empleo informal, donde trabaja aproximadamente un 40 % de las y los asalariados.

  • Jubiladas

La Canasta del Jubilado, que elabora la Defensoría de la Tercera Edad, ronda los $ 50.000. Sin embargo, una jubilación mínima se encuentra hoy en $19.035. Es un dato, porque el 63% de las jubilaciones y pensiones del sistema están en la mínima y apenas cubren un poco más de un tercio del valor de la Canasta del Jubilado (38%).

Según el Boletín Estadístico de la Seguridad Social (BESS) en 2019, el 73,4% de quienes poseen una jubilación con moratoria son mujeres. A su vez, el 87,6% de las jubilaciones con moratoria corresponden a quienes perciben haberes mínimos. El porcentaje contempla a 2.270.064 personas y explica, en parte, la brecha de género que también existe en las jubilaciones y asciende a un 12,2%.

La Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, del Ministerio de Economía de la Nación señala por su parte que sólo el 53,4% de las mujeres en edad próxima a la jubilación, realizó aportes. La cifra es aún más alarmante cuando se advierte que únicamente un 10,7% del total de mujeres de entre 55 y 59 años superan los 20 años de aportes y estarían por lo tanto en condiciones de jubilarse.

Las y los jubilados ya venían de perder 20% con Macri, pero en apenas 1 año de gobierno de Fernández, con la suspensión de la movilidad anterior y los aumentos por decretos, perdieron entre un 7 y 18%. De conjunto, son casi 100 mil millones menos, como denunció Nicolás del Caño (PTS/Frente de Izquierda) en el Congreso Nacional.

  • Asignación Universal por Hijo

Según el último Informe de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que elabora el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, ésta tiene como principales titulares de cobro a las mujeres madres: en enero de 2019 ellas representaban al 96% de las titulares, es decir, a 2.174.855 de mujeres.

El monto de la AUH (hoy de $3717) representa en promedio el 25% de los ingresos de los hogares con AUH. El 58,8% de esos hogares están a cargo de una mujer y se estima que la mayoría son titulares del cobro de una AUH, mientras que un tercio cobra por dos. En promedio, son casi dos niños, niñas y adolescentes (1,8) por titular de la AUH.

En la mayoría de los casos se trata de mujeres de entre 25 y 34 años y este perfil de “adultas jóvenes” se reproduce en todas las provincias del país. Según la Encuesta Permanente de Hogares, poco menos de la mitad de ellas (44,7%) se encontraba ocupada en 2019 y una proporción similar estaba inactiva (45,4%). Pero además, los hogares que están a cargo de una mujer suelen tener ingresos más bajos que aquellos con un varón a cargo: cuando los hogares están a cargo de una mujer el ingreso es un 57,5% menor que los hogares a cargo de varones y un 45% por debajo de los encabezados por mujeres que no reciben AUH.

El bajo promedio de ingresos se refleja también en niveles altos de pobreza y de indigencia: un 89,9% era pobre para 2019, aunque el porcentaje también era mayor cuando la familia estaba a cargo de una mujer (92,6% v. 85,6%). Lo mismo pasa con la indigencia, que ya en 2019 era superior al 57,3% en los hogares con una mujer a cargo (y al 40,6% en los que estaban a cargo de un varón).

Los informes parciales del 2020 ya indican que lejos de mejorar, esa situación empeoró. Se vio en los procesos que protagonizaron miles de mujeres en medio de la pandemia para exigir derechos tan elementales como el acceso a servicios básicos en los barrios populares, a la salud, al trabajo, a una vivienda. Un techo para vivir: la consigna que se nacionalizó con la valiente lucha de las mujeres y familias de Guernica, donde todas estas estadísticas convergieron en una batalla ejemplar, hoy encuentra eco en miles de trabajadoras de la salud que reclaman contra la precariedad.

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Una alianza poderosa para arrancar el aborto y derrotar el ajuste

Mientras se crean secretarías y ministerios “de género”, la realidad que le reserva el Estado a las mujeres jóvenes, trabajadoras y pobres es una que profundiza sus ya preocupantes condiciones de vida, que compromete su futuro y el de sus familias al mismo tiempo que perpetúa los “roles de género” y el trabajo no remunerado que esos mismos ministerios dicen combatir con audiencias por zoom.

Quienes luchamos por el derecho a decidir, quienes peleamos por el derecho a una maternidad y a una vida plena, no podemos avalar un nuevo ataque a los jubilados y jubiladas y a las titulares de la Asignación Universal por Hijo. El 29 de diciembre, cuando en el Senado se trate el aborto legal, la Cámara de Diputados, con muchos de sus integrantes “verdes”, dentro del oficialismo y de la oposición mayoritaria, buscará imponerlo a pedido del FMI.

Unir la fuerza de la marea verde con la fuerza de quienes luchan por el trabajo, la jubilación, la salud y la vivienda, es urgente y necesario. Los sindicatos, las comisiones internas, los centros de estudiantes, tienen que ponerse al servicio de construir esa alianza y convocar a un gran paro nacional el próximo 29 de diciembre, para decirle no el ajuste a los jubilados y jubiladas y a las titulares de la AUH, para rechazar la injerencia del FMI y para reclamnar por el aborto legal y todos nuestros derechos.